Seguridad
Los vecinos del barrio 30 Años de Democracia se suman a los reclamos por la inseguridad
Tal como sucediera en otros puntos de Tandil, frentistas de la zona norte de la ciudad manifestaron su temor y enojo por el crecimiento de los robos. En los últimos 20 días, el barrio 30 años de Democracia sufrió un alarmante incremento de hechos delictivos. Sus habitantes solicitan ayuda y no descartan conformar una comisión barrial.
Los hechos de inseguridad crecen en la ciudad y durante la última semana vecinos de distintos puntos han alzado la voz para exponer la problemática. Así como en ediciones anteriores se publicó las quejas de los frentistas de Cerro Leones, Villa Italia e incluso del Centro, en esta ocasión la preocupación se despertó en el barrio 30 años de Democracia.
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Al norte de la ciudad, donde Monseñor Actis se ve interrumpida por un complejo deportivo, se asentó, no hace muchos años atrás, el barrio en el cual los vecinos se ven inundados por la preocupación. Valeria, una de las primeras residentes en la zona, aseguró en diálogo con El Eco de Tandil que en los últimos 20 días han aumentado considerablemente los robos en los hogares.
“Estamos un poco asustados, como todo el mundo, y a veces enojados. Vivimos hace diez años en el barrio, nos conocemos todos”, comentó a este medio la vecina y luego explicó que años atrás, cuando no estaba tan habitada la zona, los patios estaban abiertos y había robos de baldes o elementos de menor valor pero que ahora es distinto porque están ingresando a las casas.
A partir de la repetición de este método, es que hace poco menos de un mes la situación empezó a ponerse más complicada. “Se han metido en los patios de las casas, entraron en un garaje y se llevaron una bicicleta, entraron a otra casa a las dos de la tarde y se llevaron unas máquinas para cortar el césped”, relató.
En la seguidilla de enumeración de hechos, contó que una noche, cerca de las 23, dos individuos cortaron un alambrado para ingresar a una de las viviendas y escaparon algunos minutos antes de que llegue la propietaria. La situación fue observada posteriormente por las cámaras de seguridad de uno de los vecinos del barrio.
También contó que en otra ocasión, a otro vecino, le volvieron a cortar el alambrado, robaron herramientas y otras cuestiones que luego fueron descartadas en uno de los terrenos baldíos de la zona. El barrio, al tener poca densidad poblacional, tiene espacios verdes extensos que muchas veces no tienen mantenimiento y favorecen como ruta de escape para los ladrones.
A su vez, añadió que en una de las casas que cortaron el alambrado, “hacía diez días habían entrado por el portón cerca de las 4 de la madrugada. Entraron a robar una puerta balcón completa, con vidrio. No hubo autos ni nada, eso fue gente que andaba caminando”.
Accionar policial
Así como el relato de la vecina coincide con las quejas de los frentista de otros puntos de la ciudad en cuanto a la audacia que estaban teniendo los delincuentes al violar la propiedad privada e ingresar a las casas, también hay coincidencias a la hora de describir el modo de actuar de la policía, de la cual la gran mayoría describe que no está el patrullaje que había en otros tiempos.
“Hemos pasado entre 15 y 20 días con un montón de situaciones y algunas que no nos hemos enterado. Todas han hecho la denuncia. Estamos asustados. La policía antes andaba mucho, pasaba mucho y ahora hace un tiempo que no”, contó Valeria y luego agregó: “La policía algunas veces ha venido, otras no”.
Con este escenario complicado, los vecinos se agruparon para analizar los caminos a seguir ante el crecimiento de la problemática y la falta de respuestas. “Hicimos una reunión en el barrio a ver qué podemos hacer, si poner alarmas vecinales. Tenemos un grupo de whatsapp hace diez años, donde se habla de muchas cosas, pero ahora hemos hecho otro grupo para que sea solo tema de seguridad pero tampoco se puede vivir así”, señaló.
A través del grupo conformado en esa plataforma fue que se convocó a que todos los vecinos que sufrieron robos a que realicen las denuncias pertinentes para que quede todo constatado. “Todos han hecho la denuncia, al principio algunos decían que no. Se las han tomado a todos”, contó.
A su vez también señaló que en diálogos con otros grupos de frentistas de distintos barrios pudieron interiorizarse en el proceso necesario para la conformación de una comisión de seguridad barrial como para participar en las futuras reuniones del Foro de Seguridad. “Escuchamos y vamos a ver cómo hacer, por ahora tenemos ganas de poner alarmas y reforzar un poco la seguridad”, afirmó Valeria.
Por último, la vecina confirmó a este medio que el día que rompieron los alambres, ella misma vio que la policía pasó entre dos o tres veces patrullando la zona. A pesar de eso cerró: “Estamos entre asustados y enojados, pero no corresponde que estemos así porque pagamos nuestros impuestos, no le debemos nada a nadie. Necesitamos un apoyo, una ayuda”.