Localidades rurales
Los Bomberos Voluntarios de Gardey, una iniciativa vecinal que cumplió 6 años trabajando por la localidad
El Eco de Tandil dialogó con dos integrantes del cuartel para conocer de primera mano el trabajo que realizan.
Tiempo atrás un grupo de vecinos de Gardey se reunió con la intención de crear un cuartel de bomberos para la localidad. Cada vez que ocurría un incendio en el pueblo o en las zonas rurales de los alrededores, debían esperar a las dotaciones de Tandil o de Vela. Pero partir del trabajo colectivo lograron constituir una asociación civil, convocar aspirantes, capacitarse y conformar un equipo.
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Seis años después, 11 vecinos integran los Bomberos Voluntarios de Gardey, una entidad que permitió acortar el tiempo de respuesta ante siniestros, y de la que toda la comunidad se apropió.
Algunos son enfermeros, otros personal militar, municipales, obreros, instructores de manejo, empleados de comercio y ayudantes terapéuticas. Pero su vida queda en pausa si escuchan el sonido de la sirena que los llama a la acción.
“Es una responsabilidad. Porque uno a medida que va entendiendo la problemática, las necesidades que hay, asume un compromiso con el pueblo, con el vecino y con la institución también. Entonces uno está alerta, uno organiza su vida a diaria por eso. Estoy atento al toque sirena, si me voy por una razón a movilizarme del pueblo, aviso a quien está a cargo. Sé que tengo que cumplir un compromiso, lo tengo presente siempre, día a día”, compartió Sebastián Ríos. Junto a Ramiro Ruano -Jefe del Cuerpo Activo- son dos de los integrantes actuales del equipo.
La base se ubica frente a la plaza principal, a mano para salir durante una alerta hacia cualquier punto del área que tienen asignada por el Cuartel General. Pueden responder a los llamados con cualquiera de las tres unidades con las que cuentan, una autobomba multiuso con una capacidad de 2500 litros de agua, mangueras, equipo de emergencia y otros, así como dos camionetas. Una equipada con un kit para incendios forestales, y otra a la que preparan para cargarle otro kit de fabricación casera.
El Eco de Tandil se trasladó hasta la localidad para escuchar de primera mano el testimonio de ambos bomberos voluntarios, conocer su historia, su trabajo, y lo que significa para ellos brindar un servicio ciudadano en en lugar en el que viven.
Formarse, capacitarse, responder
“Llevamos un año y medio operativos, nuestra fecha de inicio fue el 8 de agosto de 2022”, contaron Ramiro y Sebastián. Pero todo comenzó seis años atrás, cuando un grupo de vecinos comenzó a reunirse en el Centro Cultural “viendo la necesidad de acortar los tiempos de respuesta” ante casos de incendio.
“Fue una preocupación de los vecinos. Hubo lamentablemente unos incendios locales que generaron esa necesidad. Siempre estuvo en la charla diaria la idea de contar con un cuartel”, agregaron.
Entonces los vecinos se dividieron, una parte pasó a conformar la comisión directiva de la asociación civil, mientras que otros se sumaron al área de operatividad del cuartel. Pocos días después, llegó a Gardey personal de la Federación Bonaerense a partir de lo cual empezaron a capacitarse.
“Ellos nos mostraron los lineamientos, los pasos a seguir para la formación de la institución”, recordaron sobre lo que fue el comienzo de una capacitación que se extendió dos años. Fueron dos instancias, una teórica y otra práctica, cuyas pruebas finales se llevaron a cabo en Brandsen y Bolívar.
“Actualmente somos 11 bomberos Dependiendo de la época del año tenemos más intervenciones, por ejemplo, en temporada estival es más que nada en la parte forestal, por el propio trabajo hay mucho incendio rural. Y en invierno tenemos lo que es la calefacción, que genera incendio de vivienda. Hoy se puede atender dentro de los tres minutos un incendio, un principio de incendio de vivienda”, precisó Ríos sobre el trabajo cotidiano de los voluntarios que también intervienen en accidentes viales.
De forma regular abren convocatorias para que se sumen nuevos voluntarios y que la institución trascienda en el tiempo con personal formado. Pese a las complicaciones por la suba de insumos –la mayoría importados-, se sustentan con donaciones, la cuota de aproximadamente 150 socios y todas las rifas o propuestas de cantina que puedan llegar a realizar en fiestas populares y otros eventos. “La gente siempre colabora. Toda la gente de Gardey está muy predispuesta”, destacaron.
Los voluntarios destacaron el compromiso de cada uno de los bomberos, tanto ante cada alerta como en la formación y actualización que la profesión requiere. “Por ahí esto te lleva a que muchas veces tengamos que ausentarnos de eventos de familia Pasar una navidad o un año nuevo acá adentro como tarea preventiva. Pero también requiere de capacitaciones. Tenemos que ir constantemente actualizándonos”, concluyeron los bomberos.