Salud privada
Los bioquímicos cobrarán copagos de al menos 3.000 pesos a los usuarios de prepagas
Todos los laboratorios del país le cobrarán a los pacientes un extra para cubrir el desfasaje que les dejan las empresas de medicina prepaga. A los costos operativos y la depreciación de los valores que perciben a la hora de facturar las prácticas, se suma el encarecimiento de los precios en los insumos disponibles, que complicó la situación del sector.
Un comunicado de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (Cubra) anunció que cobrarán extra a los afiliados a empresas de medicina prepaga por las demoras en los pagos.
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Así, los bioquímicos decidieron implementar un copago que se espera sea superior a los 3.000 pesos, que afectará a los usuarios de servicios de medicina prepaga, dado el retraso en los aumentos de las tarifas que las financiadoras de servicios de salud privados pagan a los prestadores. El comunicado es una respuesta directa a la creciente brecha entre los costos operativos y los aranceles percibidos por los profesionales del sector.
Esto significa que los beneficiarios de prepagas que se vayan a hacer un análisis de sangre o cualquier otro estudio de laboratorio, tanto en Tandil como en cualquier ciudad, se van a encontrar con que muchos profesionales les van a cobrar un extra de no menos de 3.000 que hasta hace poco no existía. De este modo, los laboratorios de análisis clínicos se sumaron a una tendencia que hace más de un mes comenzaron a implementar gran parte de los médicos de la ciudad.
En este caso, adhirieron al “Bono complementario no reintegrable” acordado por asociaciones de todo el país vinculadas a la salud. En concreto, las entidades establecieron el cobro de un mínimo de 6 mil pesos por consulta, por lo que los pacientes deben pagar la diferencia entre ese valor y los honorarios que los profesionales perciben a través de las obras sociales. En diversas clínicas y consultorios de Tandil ya se exige el pago, cuyo monto es variable de acuerdo a especialidades y jerarquías.
“No se cobra en tiempo y forma”
Javier Ignacio Baabdaty es el secretario de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina y en contacto con El Eco Multimedios explicó la situación, que en este caso afecta a quienes pagan una onerosa cuota para tener un mejor servicio. “Las prepagas cobran un importe bastante alto para que demos la prestación y no nos responden. Las obras sociales sindicales responden bastante bien, en mayor o menor medida, pero las prepagas no, es más complicado”, expuso.
En tal sentido, el profesional sostuvo que “la situación económica es mala para todos” y destacó que es un rubro que utiliza insumos importados en su mayoría, que en algunos casos han tenido un incremento del 700 por ciento, mientras la brecha entre lo que cobran las empresas de medicina prepaga y lo que le abonan a los laboratorios es cada vez más profunda, siempre por detrás de la inflación.
“No se cobra en tiempo y forma, y en octubre hubo un aumento de las prestaciones que las prepagas no nos han trasladado. El copago, que está vigente desde noviembre, tiene una base de 3 mil pesos por boleta, en la que puede haber 10, 15 o 20 prácticas, pero tenemos boletas de hasta 40 prácticas y a partir de eso se va calculando el valor del bono”, graficó.
Asimismo, enfatizó que la decisión no se tomó con premura, sino que desde la entidad ya venían advirtiendo sobre el preocupante escenario. Los bioquímicos se sumaron a los rubros que tuvieron fuerte impacto tras la devaluación del peso, la suba del dólar oficial y el salto del blue que se registró meses atrás. La situación generó posibles cierres de laboratorios, escasez de insumos y suba fuerte de los que hay disponibles, y empujó a los círculos profesionales a adoptar el copago para compensar las dilaciones y la pérdida de poder adquisitivo.
Financiadores de salud
A los costos operativos y la depreciación de los valores que perciben por parte de obras sociales y prepagas a la hora de facturar las prácticas, se suma el encarecimiento de los precios en los insumos disponibles y la escasez de otros por problemas con las importaciones, además de las subas salariales que se proyectan en el futuro inmediato.
Al respecto, Baabdaty indicó: “Insistíamos con que no alcanza, no es factible y no podemos dar una prestación de calidad así. Tomamos muestras, las procesamos, informamos el valor, para ellos tenemos controles de calidad internos y externos, que nos permitan dar valores fidedignos, reproductibles y con especificidad para que el médico indique un tratamiento correcto”.
A la par, consideró que con la metodología de pagos vigente los profesionales de la salud se convierten en una especie de “financiadores de salud” porque financian a las prepagas y obras sociales para atender al paciente, mientras que del otro lado manejan otros tiempos.
“Por supuesto que atendemos a los pacientes, pero después les damos a las prepagas dos, tres o cuatro meses para que ellos nos paguen. Una vez que se realiza el trabajo, debería pagarse a mes vencido”, señaló.