Tandil
La planta de La Serenísima cesó sus actividades y un total de 16 operarios quedó sin empleo
Se trata de la recuperadora de quesos que funcionaba en Aeronáutica Argentina al 1800. Desde el sindicato de la industria lechera aseguraron que no hubo conflicto y que la negociación fue sin inconvenientes. Según expusieron, el cierre fue el resultado de un proceso que llevaba años.
La histórica planta láctea La Tandilera, ubicada en Aeronáutica Argentina al 1800, cesó sus actividades el pasado 1 de julio por decisión de la firma La Serenísima, y 16 trabajadores fueron despedidos tras llegar a un acuerdo por la correspondiente indemnización.
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Allí, los operarios tenían como tarea principal la de recuperar queso que no se vendía en las góndolas de los supermercados, que luego era remitido a la fábrica central de General Rodríguez para finalizar el proceso.
Los empleados acordaron con la patronal un monto acorde por los años en los que estuvieron en relación de dependencia, y ninguno accedió al ofrecimiento de traslado a otra planta.
La Mesa Intersideral se hizo eco de la medida, especialmente porque la pérdida de “empleo genuino se vive como un duelo que trae a la memoria tristes recuerdos, como el cese definitivo de Metalúrgica Tandil, Cinpal y el ferrocarril”.
En un comunicado compartido a través de la cuenta de Facebook, aclararon que “si bien todos los operarios percibirán su indemnización, la cual ya fue pautada y aceptada”, alertaron sobre “la pérdida de empleo de calidad en la ciudad, que conlleva una ruptura acentuada en el entramado social y laboral local”.
Asimismo, no hay certezas sobre el destino que tendrá el antiguo inmueble ubicado en pleno acceso a Villa Aguirre que perteneció a la familia Magnasco y que fue adquirido por La Serenísima en la década del 80. El deterioro del edificio había avanzado y en el último tiempo la poca inversión hacía prever el desenlace.
La decisión
En diálogo con El Eco de Tandil, el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), Pedro Aresqueta, confirmó la medida adoptada por la firma y aseguró que la totalidad de los empleados cerró un acuerdo económico beneficioso, por lo que no hubo conflicto, a la vez que se refirió a un proceso propio de la industria lechera, que tiende hacia la centralización de la producción en un único lugar.
“Es una lástima; sabíamos que esto iba a suceder, pero la noticia cayó muy mal y llevó un tiempo digerir. Por suerte, los arreglos fueron acorde”, resumió.
En ese sentido, dijo que el cierre fue el resultado de un proceso de “muchos años”, que incluso se extendió por la pandemia, ya que era una planta que “estaba abierta socialmente”.
“Hicimos un esfuerzo para que siga abierta”, sostuvo el dirigente sobre una pretensión que iba en contra de los intereses de la empresa, que apuntaba a “centralizar” la actividad.
Ante la decisión de cerrar las puertas, la patronal acordó las indemnizaciones con los operarios que rechazaron el traslado para mantener la fuente laboral, pero aclaró que no hubo inconvenientes durante la negociación.
Son, en total, 16 trabajadores los que sellaron un acuerdo por la desvinculación, de los cuales, siete son integrantes de la comisión directiva del gremio.
Los representantes de la firma “no vinieron con telegramas de despido; hicieron acuerdos con los trabajadores”, resaltó Aresqueta, que ratificó que “no hubo ningún conflicto”.
De todos modos, el gremio acompañó y asesoró legalmente a los operarios “desde el principio” para evitar inconvenientes en la desvinculación, “pero con total tranquilidad”, insistió, aunque reconoció que la noticia del cierre “no nos cayó nada bien al principio”.
“Sabíamos desde hace tiempo que en algún momento iba a suceder porque la fueron achicando de a poco. Y los arreglos fueron tan buenos que no hubo inconveniente”, insistió el dirigente que representa a los trabajadores del sector lechero de Tandil y la región.
Actualidad del sector
En otro pasaje de la entrevista, Aresqueta trazó un panorama respecto a la actualidad del sector lechero y resumió que transita por una “muy buena situación”.
Aseguró que durante la pandemia “no hubo problemas” ya que fue una actividad esencial que no tuvo que suspender su producción. “Ninguna empresa láctea cerró”, certificó.
“Es un rubro que anda muy bien y más aún en Tandil”, aseguró.