La nueva senda de Las Ánimas desafía con su traza zigzagueante y la belleza de las sierras
El circuito, que estaría listo en unas semanas, sigue la antigua traza del ferrocarril que conducía a la cantera Carba. Tiene tramos agrestes, ideales para respirar naturaleza. Plantea un trayecto de 6,2 kilómetros, con vistas espectaculares pero que también invitan a reflexionar sobre el paso fundamental hacia la preservación. Democratiza el acceso al paisaje que le da identidad a Tandil, sin desconocer los riesgos que genera la acción del hombre sobre el entorno.
En plena pandemia de coronavirus, el Municipio encaró el proyecto de extender el circuito de las sendas aeróbicas de la ciudad. La decisión resultó oportuna, en estos tiempos en donde los espacios al aire libre y los paisajes naturales son aún más valorados, tanto por los vecinos como por los turistas. Pero además, resultó acertada teniendo en cuenta que el nuevo recorrido de 6,2 kilómetros por el antiguo trazado de las vías que llegaban hasta la cantera Carba, vuelve más accesible y democrática la experiencia del contacto directo las sierras.
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El camino previsto se inicia desde Fleming por la calle Berruti, que bordea el country Sierras de Tandil. En los primeros metros, dos paredes de granito, que fueron abiertas hace décadas para el paso del tren, encierran al visitante. A escala humana, la situación es deslumbrante. Minutos después, el paisaje se muestra en su plenitud, pero también emergen las dolorosas consecuencias de los frentes de explotación del granito, naturaleza que le da identidad a los tandilenses, y el regocijo consciente por la sanción de la Ley de Paisaje Protegido que frenó las explosiones, la extracción y el crecimiento de esos enormes agujeros en el corazón del cordón de Las Ánimas, el más alto de la ciudad.
Con subidas y bajadas, la senda lleva por el sector posterior del barrio Chacras del Golf y empalma con el camino por el que corría la formación del Roca, que quedó en desuso a fines de la década del 50. A partir de allí, un zigzag en medio de las sierras, donde la naturaleza invade todos los sentidos. En jornadas serenas, con escasa concurrencia, se escuchan sonidos entre los pastizales, en una soledad inmensa, pacífica y gloriosa.
Este tramo se une con el acceso a la cantera Carba y el Camino Encantado, para finalizar en la senda que ahora se extendió por Linstow desde la Curva de la Muerte, en el sector ubicado frente al tradicional barrio Golf. En lenguaje de pandemia, el camino propuesto permite internarse en las sierras y pasar un buen rato en contacto estrecho con la naturaleza.
Tejiendo senderos
En orden de aparición, hoy la senda del Lago del Fuerte empalma con la del Bicentenario, luego se continúa por el Parque del Origen y muy cerca, se une a la avenida Fleming que se extendió por Linstow hasta el ingreso al Camino Encantado. El acceso al trazado agreste se puede realizar por la entrada de Carba o por el costado del country, y ambos están señalizados.
Si bien en estos momentos se encuentra en construcción, despertó interés a juzgar por la gran afluencia de deportistas, caminantes y familias que eligen el paseo, sobre todo los fines de semana. Además, el trayecto se puede realizar en bicicleta, pero está prohibida la circulación en motos por el impacto ambiental que ocasionan sobre el entorno natural.
El objetivo de la Secretaría de Obras Públicas es finalizar esta obra en las próximas semanas. “La idea es ir enganchando todas las sendas y de alguna manera, de a poco, se va logrando”, sintetizó el titular del área, Luciano Lafosse, sobre la premisa de esta red de caminos saludables.
Sobre el último tramo de más de 6 kilómetros, que brinda posibilidad de empalmar con los ya conocidos, el urbanista agregó que “tiene la particularidad del lugar en el que está. Es la única senda emplazada en una zona más agreste y me parece que se le agrega un atractivo muy lindo a la ciudad”.
En el recorrido están previstos algunos sectores de descanso, donde el camino se ensancha. Allí, se dispondrán algunos bancos y habrá ocasión de detenerse sin interrumpir a otros que estén en plena actividad.
Con historia
El tramo de vías que explotaba el Ferrocarril Roca llegaba a la cantera de Las Ánimas, desde donde se sacaba la piedra en tren con destino a Buenos Aires. En 1958, junto a la desactivación de otros ramales, esa traza quedó fuera de servicio.
Las vías, con sus durmientes y rieles, se habían retirado hace años, pero quedó el camino abierto entre las sierras, perforado en el granito. Así, los caminantes y ciclistas atraviesan paredes rocosas y serpentean durante el ascenso, de acuerdo con el diseño previsto para matar las pendientes del cerro que conduce hasta Carba.
“El tren requiere que la traza no tenga pendientes demasiado pronunciadas, entonces fue buscando una especie de camino zigzagueante como para ir matando la pendiente, y eso es hoy por hoy la senda”, explicó el arquitecto Lafosse.
Las tierras reservadas al tendido ferroviario pertenecían al Estado nacional. A través de las décadas y a partir del boca en boca de aquellos que conocían el lugar, muchos vecinos aprovechaban ese viejo sendero para caminar por las sierras. Sin dudas, esta intervención que incluye la señalización hará que muchos más tandilenses y turistas lo conozcan.
El trazado presenta algunas dificultades, aunque priman las lomas atenuadas, con pendientes amigables para los caminantes y deportistas, salvo en el salto de unos 15 metros de ascenso desde donde finaliza la senda para empalmar con la entrada a Carba, conocido como Camino Encantado.
En algunos sectores entre sierras, se disfruta la sensación de la humanidad pequeña frente a la inmensidad del paisaje que ingresa por todos los sentidos. Es que al caminar entre los mazos graníticos cambia la escala e influye la velocidad.
Los más atentos también podrán observar emplazamientos de picapedreros, donde se evidencian las escallas, esos pequeños montículos de piedra que quedaron tras exprimir bloques más grandes.
El mantenimiento
En principio, frente al posible flujo de visitantes y las consecuencias sobre el entorno serrano, se prevé colocar cartelería para prevenir aquellas acciones que puedan impactar de modo negativo sobre el ambiente.
Por el ancho de la trocha, se descartó la colocación de cestos de residuos, ya que no podrán ingresar vehículos a recolectarlos. Resultará fundamental la responsabilidad de los visitantes que circulen que deberán llevarse sus desperdicios, en caso de consumir agua o alimentos durante el trayecto.
En cuanto al mantenimiento de la senda, el secretario de Desarrollo Urbano estimó que no planteará dificultades, aunque reconoció que surgieron dudas en algunos puntos por el escurrimiento de las aguas.
Últimos pasos
La senda está casi lista, aunque resta incorporar la cartelería que encargó el Municipio. Además, marcarán el acceso o inicio del trayecto con algún pilar, para señalizar el circuito que también será posible realizar a la inversa. En toda la vía ya se instalaron pilonas pintadas en blanco para orientar a los usuarios.
En cuanto a la intervención, Luciano Lafosse describió que el camino estaba invadido por la vegetación, entonces trabajaron con maquinaria para la limpieza e incorporaron estabilizado para generar una carpeta que permita caminar, ya que había mucha piedra suelta por las vías. También se hizo el vínculo entre la nueva senda y el Camino Encantado.
En paralelo, en el tramo de Linstow hacia la Curva de la Muerte están construyendo alcantarillas para el escurrimiento del agua, lo que permitió ensanchar la senda. Esa obra frente al barrio Golf mejorará la seguridad de los peatones y deportistas, teniendo en cuenta que por esta arteria –salida a la Ruta 226 por El Paraíso- se circula a gran velocidad.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)