Educación
La iniciativa de doble escolaridad generó inconvenientes en Gardey
Padres de los alumnos de la Escuela Bernardino Rivadavia alzaron la voz para evitar que aumentaran la carga horaria. Aseguran que nadie los consultó.
El pasado martes, en las instalaciones de la Escuela Nro. 19 Bernardino Rivadavia de Gardey, los padres dijeron no a la doble escolaridad para sus hijos, aduciendo que la misma se hizo en forma inconsulta y que la decisión no contempla su deseo ni el de los alumnos.
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La inspectora de Educación Primaria y directora en Gardey, Natalia Flores, la inspectora de Artística, Natalia Lazarte Paliazol, y el director suplente de la escuela, Sergio Chatruc, intentaron informar sobre la implementación de la doble escolaridad. Sin mediar palabras, los padres de los alumnos que concurren al establecimiento -autoconvocados-, no permitieron que eso sucediera, manifestando que jamás habían sido consultados y que la opción la había tomado el director en forma unilateral.
Algunos padres plantearon temas referidos al aprendizaje diferente de sus hijos y las dificultades que ocasionaría la sobrecarga horaria; y otros hablaron de lo temprano que tendrían que salir los niños que hacen recorridos en combis para llegar a la escuela, ya que provienen de campos linderos a la localidad. Pero todos coincidieron en que el enojo generalizado fue por no informar y pretender imponer este sistema que, como dijeron, “ya bastante caos hay en la Escuela Secundaria desde que se implementó lo mismo, los chicos no tienen clases nunca”.
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Los directivos quedaron en elevar esta propuesta que ya tiene una partida presupuestaria aprobada, aunque según manifestó Flores “la resolución no está aprobada”. Al unísono se solicitó que la medida volviera para atrás o ellos no mandarían más a los chicos a la escuela: “Esto es un atropello”.
Los padres solicitaron a la brevedad una reunión con la inspectora distrital Florencia Mena y exigieron hacer un acta para que quede constancia de lo sucedido. El mismo, debió ser redactado nuevamente, ya que los hechos escritos por los directivos no reflejaban, según los padres, lo que había sucedido en dicho encuentro. De esta forma, 45 padres presentes optaron por la no implementación y cinco por la opción positiva.
Al mismo tiempo circuló una carta que fue firmada por aproximadamente 80 personas de la localidad de Gardey, donde se solicita la “no implementación de la doble escolaridad”, que será entregada en mano a la Inspectora Distrital en las próximas horas.
La carta
Por la presente los padres y madres de la comunidad educativa de la Escuela N 19 de Gardey, manifestamos nuestra disconformidad, sobre el proyecto de crear la doble jornada escolar en dicho establecimiento. Considerando que el proyecto producirá estrés emocional, alterará las rutinas y los privará de los derechos que debe gozar un niño : al juego, a elegir las actividades recreativas que les gusta y a pasar tiempo con sus familias.
Creemos que el incremento de horas y de institucionalización, con personas ajenas a su núcleo familiar, generará en el futuro una sociedad deshumanizada, que debilita los lazos familiares e identitarios de cada ser. Asimismo, consideramos que ese proyecto no favorece a niños y niñas de nuestra comunidad rural, como así tampoco, a quienes concurren al establecimiento y transitan otra forma de aprender como son la dislexia, autismo, etc. Esto los obligaría a perder la rutina actual y a tener que abandonar las actividades que realizan a contraturno como deportivas, estudios, terapias.
El modo en que pretenden implementar el cambio de modalidad, lejos está de contemplar las necesidades del alumnado y principalmente de haber evaluado el contexto social de un pueblo rural con 1.000 habitantes, que no necesita de una doble jornada. Nada justifica que se implemente este semejante cambio repentino en la escolaridad de los alumnos, las rutinas familiars y mucho menos sin haber consultado a la comunidad. Consideramos tal acción como un avasallamiento institucional en el ámbito educativo, siendo que es la UNICA escuela primaria en esta localidad, por ende los chicos y familias estaríamos sin opción frente a la educación.
El proyecto de modificar la modalidad de jornada simple no contempla el principio internacional del respeto al interés superior del niño dispuesto en el art. 3.1 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (norma de rango constitucional a tenor de lo dispuesto por el art. 75, inc. 22, C.N.)”.
Como padres nos preguntamos ¿Es recomendable que el chico pase todo el día en la escuela, con la misma gente, o es preferible que su desarrollo transcurra en escenarios diversos, y vinculándose con distintos grupos? ¿Es saludable que tenga 7, 8, 10 horas de actividades? ¿O es mejor que pase más tiempo en casa?. Volvemos a reiterar que en una comunidad rural como es la nuestra, los chicos o están preparados ni tienen la necesidad de cubrir 8 horas de obligaciones. Y no todos soportan una jornada tan intensa.
Como es sabido en los temas vinculados a niños, debe tenerse en cuenta, primordialmente, el beneficio de los menores, debiendo supeditarse los reclamos de las demás personas o intereses institucionales, a este superior interés.
Por otro lado y para finalizar consideramos fundamental que se evalúe la forma en la que Escuela se comunica, ya que sentimos que no somos parte de dicha comunidad educativa, desde el momento en el que se optó por un Proyecto de manera impestiva, sin consultar a la comunidad, que en su mayoría se opone a semejante imposición inconsulta y sin contemplar el derecho a la niñez y poder elegir.