La inconsciencia ciudadana volvió a decir presente
Tal como sucedió en reiteradas ocasiones, este miércoles por la tarde los recolectores de residuos se encontraron con que un vecino arrojó vidrios rotos a su cesto de basura sin tomar ningún tipo de precaución y poniendo en riesgo la salud de los trabajadores.
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Lamentablemente la historia se repite una vez más aunque, por fortuna, en esta oportunidad no hubo que lamentar ningún herido.
El hecho aconteció, según informaron a este medio, en la calle Montiel al 500, entre Pinto y San Martín, sobre mano izquierda.
Cabe recordar que el año pasado varios empleados del área de Servicios fueron víctimas de estos actos irresponsables de la ciudadanía y que el propio director del sector, Claudio Fuentes, había manifestado que cuando se tienen que tirar vidrios, se deben envolver en papel y guardar en una caja, la cual necesariamente tiene que anunciar que contiene elementos cortantes.
“Si no hacen eso y no ponen nada, los chicos levantan cinco o seis bolsas y esas son las consecuencias…”, había clamado Fuentes.