La Federación Universitaria Argentina denunció recortes en el presupuesto universitario
El pasado martes, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado para su tratamiento, el proyecto de ley que amplía las partidas presupuestarias por un monto estimado en casi 1,9 billón de pesos, para solventar el pago de planes sociales, productivos y laborales destinados a paliar la crisis económica como consecuencia del coronavirus.
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La iniciativa impulsada desde el Gobierno nacional fue aprobada por 228 legisladores del Frente de Todos, del interbloque Federal y Unidad para el Desarrollo, el Movimiento Popular y un sector de Juntos por el Cambio, mientras que por la negativa se pronunciaron 9 legisladores (siete de Juntos por el Cambio y dos del Frente de Izquierda).
Ante esto, la Federación Universitaria Argentina (FUA) presidida por el concejal tandilense de Juntos por el Cambio, Bernardo Weber, expuso que la ampliación presupuestaria puesta en discusión implica un ajuste para el sistema universitario.
En comunicación con El Eco Multimedios, Weber indicó que “los fondos previstos no alcanzan para garantizar el funcionamiento de las universidades, no contemplan la inflación de estos periodos, ni se prevén aumentos salariales en lo que resta del año”.
El proyecto de ampliación presupuestaria presentado en el Congreso, otorga fondos a las universidades por 48 mil millones de pesos, lo que significaría un ajuste de 8 mil millones de pesos. Según explicaron desde la entidad estudiantil, esa suma sólo contempla los aumentos que corresponden a las cláusulas gatillo firmadas por el gobierno anterior, y que el actual gobierno difirió en el tiempo y no contiene ninguna actualización de gastos de funcionamiento.
Presupuestos devaluados
Además, resaltaron que las casas de estudios están funcionando con gastos calculados en septiembre del 2018 porque debido a la pandemia se prorrogó el presupuesto 2019, sin que el presupuesto de 2020 contemple la inflación acumulada superior al 50 por ciento registrada el año pasado y estimaron que las partidas actuales han perdido en promedio el 80 por ciento del poder adquisitivo. Vale reseñar que desde el 16 de marzo todas las universidades están cerradas -lo que modificó cierto esquema de gastos- y debieron adaptar su funcionamiento a la modalidad virtual.
“Desde marzo veníamos adelantando que esto iba a pasar por funcionar con un presupuesto atrasado. Hicimos pedidos de informes desde el movimiento estudiantil y el sistema universitario en general, pero finalmente tuvo media sanción la ampliación presupuestaria”, detalló el joven referente estudiantil.
También destacó que la federación logró un consenso y un posicionamiento fuerte con diversos sectores, incluso algunos más allegados al oficialismo. No obstante, afirmó que se llevaron una “mala” sorpresa porque otras organizaciones hicieron silencio frente al planteo. “El reclamo nos trasciende y trasciende el partido político, tenemos que defender las universidad y el desarrollo científico y tecnológico”, opinó Weber.
Plan de infraestructura
Por otro lado, a mediados de julio, el presidente Alberto Fernández anunció el Programa Nacional de Infraestructura Universitaria, que demandará una inversión de más de 9.600 millones de pesos, contará con el financiamiento internacional del Banco de Desarrollo de América Latina y generará 3.500 empleos directos y 10.000 indirectos.
El plan contempla la realización de 63 obras en 47 casas de altos estudios y beneficiará a más de un millón y medio de estudiantes. La Universidad Nacional del Centro fue alcanzada por la iniciativa y recibirá 168 millones de pesos para ampliar y refaccionar las instalaciones de la Facultad de Ciencias de la Salud, ubicada en la sede de Olavarría.
En esa oportunidad, el rector de la Unicen, Roberto Tassara, expresó su alegría por la posibilidad de avanzar en el mejoramiento edilicio de la universidad y aseguró que se trata de una obra “esperada” e “indispensable”.
Las autoridades de la casa de altos estudios valoraron el relanzamiento del plan –que se interrumpió a finales de 2017-, por medio del cual se concretaron importantes proyectos como la Biblioteca Central y las residencias universitarias en el Campus, entre otros proyectos.
“Se discontinuó a finales de 2017 y pudimos terminar con lo justo, pero habíamos quedamos huérfanos de la posibilidad de construir porque el presupuesto no prevé montos para obras. Reconocer la recuperación de ese programa me parece trascendental”, refirió la autoridad educativa.