Impulsan la creación de un Observatorio de la Primera Infancia en la ciudad
La iniciativa surge en el marco del lanzamiento de la Campaña Nacional Cuidar en Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y fue promovida por la cooperativa de cuidado Sueños en Barrilete. Destacaron la falta de monitoreo y políticas públicas en la población de 0 a 2 años, que quedan por fuera del sistema educativo formal.
Desde la Cooperativa Sueños en Barrilete, que desde el 2018 desarrolla tareas de cuidado en la primera infancia en la ciudad, impulsan la creación de un espacio que reconozca a las tareas de cuidado como trabajo históricamente invisibilizado y distribuido de manera desigual, y que promueva la ampliación de políticas públicas al respecto en sus distintas esferas, que permitan avanzar hacia una distribución igualitaria de estas tareas.
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La iniciativa surgió a raíz del lanzamiento de la Campaña Nacional Cuidar en Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación e integrantes de la cooperativa aseguraron que “el sector de los jardines maternales y espacios de cuidado se verá afectado seriamente por el cese de actividades, pero no debemos hacer énfasis sólo en los aspectos comerciales y económicos, sino en la repercusión que va a tener la disminución de alternativas para el cuidado de las niñeces en las familias”.
Según explicaron, los niños que antes concurrían a esos lugares vieron interrumpida en forma permanente esa actividad, con pocas posibilidades de hallar vacantes en otros lugares, al mismo tiempo que las familias que acudían a esas instituciones por sus responsabilidades laborales o profesionales deben resolver esa necesidad en el seno familiar, ya sea una tía, una abuela, en muchos caso un hermano o una hermana o contratar personal a domicilio, con todo lo que ello trae aparejado.
Del análisis se desprende que a nivel local, aún antes de la agudización del tema por la pandemia, tanto la oferta pública como la privada ya eran insuficientes. El hecho de que no sea un nivel obligatorio el primer ciclo del nivel inicial (de 0 a 2 años) hace que no haya una política integral para esa población, y las familias deben resolver con muchas dificultades esa necesidad.
“El cuidado en la primera infancia queda a merced del mercado y recae sobre las familias, que en muchos casos no pueden costear el servicio y deben optar entre intercambiar sus ingresos con una persona que trabaja en su domicilio o quedarse en casa postergando su desarrollo personal o profesional. En la inmensa mayoría de los casos quienes son damnificadas por este proceso son las mujeres, reproduciendo así los escenario de desigualdad. Existe una feminización del cuidado”, expusieron desde la entidad.
Espacios de cuidado
Marina Ramos, miembro de Sueños en Barrilete, en conversación con el ciclo “Buenas y santas” (104.1 Tandil FM), detalló, en primer lugar, que la cooperativa debe funcionar con matrícula de jardín maternal para encuadrarse dentro de un marco que le permita operar, pero que prefieren pensarse como un espacio que involucra a diferentes actores y lenguajes artísticos.
El centro educativo y de cuidado se creó en 2018 a partir de un grupo de docentes que desarrollaban actividades sociocomunitarias en Villa Laza en una organización social, circunstancia que se hizo difícil de sostener cuando se cayeron los subsidios que les permitían mantenerse.
“Muchos se quedaron sin trabajo y en esa situación de generar nuestro empleo armamos una cooperativa para hacer lo que sabemos, así empezamos a transitar este espacio pero ahora hace cinco meses que no podemos trabajar”, describió la docente.
En tanto, hizo hincapié en la ausencia de políticas públicas en la primera infancia, que no cuentan con espacios formales dentro del sistema educativo oficial, que contempla a los niños a partir de los dos o tres años.
“En esos primeros años no hay monitoreo, no se sabe qué pasa con las familias, cómo están, no existe un organizador social que preste atención a esos factores”, señaló, en contraposición al resto de los niveles que trabajan con niños escolarizados, donde suele haber un fuerte vinculo entre las instituciones, los niños y adolescentes, y las familias.
El observatorio
El observatorio es una propuesta para convocar a aquellos sectores que deseen participar del diagnóstico de la problemática y la proyección de estrategias para resolverla, en el marco nacional que impulsa a pensar las políticas de cuidado, las niñeces, y el rol de las mujeres en esta tarea.
En concreto, el Observatorio de Políticas Públicas y Estrategias Comunitarias para el Abordaje del Cuidado en la Primera Infancia tiene por objetivos principales relevar la población de niños y niñas de entre cero y dos años de edad; relevar las ofertas educativas y de cuidado para esa población, ya sean de gestión pública, privada o social; relevar políticas y programas en todos los niveles del estado destinados a esta población y a estas instituciones; y establecer los nexos necesarios entre todos los actores e instituciones con el fin de dinamizar la aplicación de dichas políticas para resolver la problemática del cuidado estructuralmente.
Asimismo, lo primero que se plantea es la generación de parlamentos territoriales para propiciar alternativas de encuentro y debate, que habiliten una discusión e intercambio alrededor de qué espacios existen en la ciudad, relevar qué cantidad de niños que hay en esa franja etaria y de esta manera poder elaborar un diagnóstico que sirva para abordar la temática de manera situada.
Al respecto, Ramos confió que “hay una necesidad real de trabajar cuestiones que no se han abordado. Estamos en una instancia de dialogo entre la universidad, los espacios sociocomunitarios y diversas organizaciones, para la conformación del Observatorio. Cuando se comienza a abrir el juego aparecen también actores nuevos que es importante que estén”.