Exobreros de Metalúrgica Tandil se mostraron desamparados frente a la incertidumbre laboral
Sienten que el Estado los dejó solos. Menos del 10 por ciento consiguió trabajo fijo. Ayer se reunieron en la UOM para plantear su situación y hoy tendrán un encuentro con el secretario de Desarrollo local Raúl Moyano. “Estamos decepcionados. Nos falta el apoyo del Intendente que desde que cerro la fábrica nunca hizo nada por nosotros”, dijo uno de ellos. Y aseguraron que “empapelamos Tandil con currículum los metalúrgicos” pero no logran conseguir empleo.
Ayer por la tarde exobreros de Metalúrgica Tandil se reunieron en la sede de la UOM con el secretario general del gremio Carlos Romano con el fin de hablar de la difícil situación que atraviesan ante la falta de empleo y buscar alternativas. En ese sentido, hoy a las 11 se llevará adelante una reunión en el Municipio, donde solicitarán ayuda para conseguir trabajo.
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En diálogo con El Eco de Tandil Romano explicó que “todos estos chicos tenían una vida estándar que tuvieron que dejar de lado, y no hay trabajo, ese es el problema”.
Y adelantó que hoy a las 11 se desarrollará una reunión entre los extrabajadores y el secretario de Desarrollo Local Raúl Moyano y el director de Industria, Comercio, Servicios y Emprendedores, Mauricio Madarieta donde les van a transmitir “la difícil situación que están atravesando los compañeros, con una problemática tremenda porque la mayoría se han gastado la indemnización, son pibes jóvenes, que quieren trabajar, esperamos la ayuda del Intendente”.
“Sabemos como gremio que muchos compañeros no vienen por una cuestión de vergüenza pero están atravesando una situación muy compleja e incluso se están enfermando porque no tienen trabajo”, lamentó.
Y aseguró que de los cien trabajadores despedidos, menos del 10 por ciento consiguió trabajo estable.
“Empapelamos Tandil con currículum”
Daniel Mendieta, uno de los exoperarios, explicó que la situación en la que se encuentran es “el desempleo” y que las indemnizaciones “se están agotando”.
“Necesitamos trabajar que es lo que siempre reclamamos cuando tuvimos que hacer el acampe, cuando tomamos la fábrica, y demás, siempre fue el trabajo, nunca fue otra cosa. No queremos que se desvirtúe eso, no estamos haciendo un acto político ni nada que se le parezca. Simplemente queremos trabajar y necesitamos ayuda del Municipio o de donde venga para conseguir puestos de trabajo”, manifestó.
Y recalcó que “la mayoría tienen hijos, y ya no sabemos qué hacer, repartimos currículum por todas partes , esa es la realidad. En mi caso, repartí 64 currículum y ni una entrevista tuve”.
Admitió que creyeron que iban a tener “respaldo político sobre todo, cuando nos prometieron que nos iban a ayudar desde el Municipio pensamos que la respuesta iba a ser más rápida”.
“No solamente nos abrimos al campo laboral de la metalmecánica, sino que la mayoría repartimos currículum en estaciones de servicio, supermercados, tarjetas de crédito y demás y no conseguimos nada. Es una realidad, la mayoría somos jóvenes, con ganas de trabajar, no estamos pidiendo nada raro, simplemente trabajo digno”, sostuvo.
Asimismo, afirmó que “el tiempo pasa y a todos se nos complica llegar a fin de mes, si una persona que está trabajando le cuesta a nosotros mucho más que no tenemos ingresos, ni el 10 por ciento de los trabajadores de Metalúrgica Tandil consiguió un trabajo efectivo”.
“Sabemos que somos algo muy chiquito en comparación de todo lo que está pasando, pero a su vez sabemos también que con un poquito de ayuda, un poco de solidaridad del Municipio podemos llegar a conseguir puestos de trabajo, que es lo que queremos, nada más que eso”, enfatizó.
“Necesitamos trabajo”
Por su parte, Graciela Pereyra contó que es licenciada en física y se desempeñaba laboralmente en el laboratorio de Metalúrgica Tandil.
“Aun teniendo título universitario no consigo nada. Empecé a estudiar otras cosas sobre ciencia de computación para ver si podía insertarme en la industria del software de Tandil, pero la verdad que tuve una entrevista, les gustó mi perfil pero me mandaron a estudiar un montón de cosas que pasa el tiempo y no llego a terminar todo lo que me mandaron a hacer”, sostuvo.
Y añadió que “la indemnización me la dieron pero no son tantos años como para cubrir siete meses sin trabajo. Hago fotografía, doy clases particulares pero estos dos últimos meses no he tenido trabajo de nada, me esforcé en estudiar para ver si conseguía trabajo más rápido, y pensé que con la fotografía y las clases iba a poder manejarme para tener una entrada para poder pagar la comida del día y no gastarme la indemnización pero no pude. Aparte tuve problemas familiares de salud, mi papá tuvo un ACV y se me fue plata en cosas que no tenía pensado gastar”.
De 12 años que trabajó, la indemnización le correspondía sólo de 8 porque anteriormente había estado como pasante. “Necesitamos trabajo de lo que sea para zafar de la situación que estamos atravesando ahora”, remarcó.
“Nos falta el apoyo del Intendente”,
dijo uno de los operarios.
Cristian Lugones trabajó 25 años en Metalúrgica. Recordó que cuando los indemnizaron les dijeron que la consultora Adecco les iba a dar cursos de capacitación y que luego los iban a insertar laboralmente.
Pero lamentó que “jamás nos dijeron que fuéramos a alguna entrevista de trabajo, es una decepción. Nos hicieron firmar que nos iban a dar cursos y a la vez insertarnos laboralmente. Ellos supuestamente nos iban a entrevistar, iban a estudiar en que podíamos capacitarnos y nos iban a conseguir trabajo, pero fue mentira. Porque ninguno consiguió trabajo a través de Adecco”.
“Mi situación económica no es la peor pero necesito trabajar para mantener todo lo que tuve durante toda mi vida. Pensamos que íbamos a conseguir algo con ese sistema de Adecco pero no fue así, y yo no puedo tirar currículum. Tengo 45 años, están pidiendo de 35 para abajo, no tengo expectativas de nada”, confió.
Y admitió que “estamos decepcionados. Nos falta el apoyo del Intendente que desde que cerró la fábrica nunca hizo nada por nosotros. De cien que echaron no tomó uno”.
“No hay laburo y la indemnización ya no
está más”, expuso otro de los ex trabajadores
A su turno, Gonzalo Jorge admitió que prefirió no hacer los cursos e invertir ese tiempo en “salir a buscar trabajo de lo que yo sabía, pero hoy en día es poco porque yo soy lustrador de muebles y la gente no restaura, casi no compra”.
Decidió no “perder tiempo en esos cursos, que no me iban a dar plata ni siquiera al mes o a los dos meses, yo desde el primer momento no los quise ir a hacer porque sabía lo que iba a pasar, me di cuenta de que eso no iba a funcionar, se lo dije a muchos compañeros que en seis meses no aprendés nada”.
“Yo hace siete años que soy lustrador y no hay laburo, la indemnización ya no está más. El dólar se fue mucho y no se puede vivir así”, explicó.
En tanto, Cristian Gil contó que repartió muchos currículum pero tuvo solo una entrevista. “Había un montón de personas, y era grupal, totalmente diferente a como se hacían las entrevistas antes. Después fuimos al Municipio y teníamos prioridad nosotros por cualquier laburo que saliera pero salió un trabajo más o menos de mi perfil para soldadura pero no me llamaron. Después tuve un idea que se la comenté a unos compañeros de hacer algo en un galpón los exempleados para el Municipio, hable con un político y le conté el proyecto no me contesto más. No tuvimos ningún apoyo del Municipio”, sostuvo el operario que trabajó durante 8 años en Metalúrgica.
Y agregó que “la indemnización se va porque muchos teníamos préstamos, ahora tengo changas, estoy haciendo el curso de electricidad automotor, aprendí y algunas changuitas salen, a mí me beneficio esto pero necesito algo más seguro”.
Ningún regalo, solamente trabajo
Por su parte, Miguel Oviedo planteó que “la situación es realmente mala porque repartí currículum por todos lados, he ido tres veces al mismo lugar y ni una entrevista, ni una llamada. La indemnización se fue porque tenía cuentas y tengo dos criaturas, así que la plata se fue volando”.
“Yo fui uno de los últimos que entré, un año estuve. Ahora estoy haciendo changas pero no me alcanza. Se hace difícil mantener la familia porque a los chicos todos los días tenés que comprarles pan, y demás cosas y haciendo changas no alcanza para nada”, admitió.
Pero enfatizó que “no quiero nada de regalo, quiero trabajar”.
“Me duele pasar por la fábrica y ver que están vaciando todo, así que para los compañeros que han estado más años debe ser peor, hay algunos que no quieren ni pasar por ahí”, expresó.
Por último, Lucas Mendizábal explicó que “hay poco laburo, me manejo por changas, corto pasto hago podado de plantas, lo que venga y la situación está brava”.