Entraron a robar por quinta vez en una casa del barrio La Movediza

La inseguridad es una temática recurrente en la agenda de la ciudad, los robos y asaltos ocurren con mucha frecuencia, y se extienden por muchos barrios tandilenses, uno de ellos es La Movediza, donde durante la última semana, una propiedad recién terminada fue invadida por delincuentes en reiteradas ocasiones, despertando el miedo y la impotencia de su propietario y de su madre, de nombre Rosana, quien se comunicó con El Eco de Tandil, expresando su preocupación.

En primer lugar aclaró que ya sufrieron un robo cuando estaban construyendo, por lo que la situación ya viene desde hace meses. “Ya hace unos meses cuando estábamos haciendo la obra nos robaron los sanitarios del baño, un día fuimos para armar el baño, y nos habían robado la mochila y el inodoro”. Luego de este hecho, lograron terminar la casa, aunque el joven aún no se mudó, ya que trabaja durante el día, y hasta no instalar todo el sistema de seguridad, no planea llevar sus pertenencias, por temor a un nuevo robo.   

El sábado 10 del corriente mes, por la madrugada, sufrieron el primer hecho delictivo de esta seguidilla. “Pasada la madrugada nos informa el sistema de seguridad al celular que se había cortado la luz, llamamos a la Usina para saber si hubo un corte, y nos dijeron que no, fuimos hasta la casa y descubrimos que habían ingresado al terreno pero no a la casa, y que no teníamos luz, al otro día fue un electricista a revisar y nos dijo que nos habían robado una gran parte de un cable que va a una bomba de alimentación que tenemos por si hay realmente un corte, que da energía por siete horas" contó Rosana. Este cable, está conectado al pilar de luz de manera subterránea y llega a la bomba de alimentación que está dentro de la casa, la cual funciona administrando energía a la alarma en caso de cortes de luz. La misma, al igual que el cable sustraído, son muy costosos. 

El domingo a la madrugada le llega nuevamente a Rosana una notificación del sistema de seguridad, que decía robo, por lo que estaban intentando entrar a la propiedad, cuando llegaron, vieron los indicios de que trataron de entrar pero no lo lograron, tras hacer la denuncia, la policía se presentó en el lugar con varios móviles aunque no lograron encontrar a ninguno de los delincuentes.

Luego de unos días sin noticias, el jueves siguiente volvieron a recibir una alerta.  “A la madrugada la aplicación nos volvió a notificar por robo, y ahí si entraron, saltaron el paredón, entraron por la ventana, pero no se llevaron nada, se ve que se asustaron por la alarma que es muy ruidosa y hace varias luces. Nos fuimos nosotros y la policía que había ido, y a la mañana siguiente pasa mi hijo y ve que se habían robado nuevamente el cable subterráneo que habíamos vuelto a colocar, o sea que esperaron que nos vayamos y volvieron”,  comentó la vecina, que no puede creer la impunidad con la que se manejan los malhechores. 

Pero eso no fue suficiente, ya que el sábado pasado, por la mañana, continuaron las malas noticias. “En la noche del viernes no recibimos ninguna notificación, pero por la mañana me llama del servicio de internet y me dice que el sistema le indicaba que el modem estaba desconectado, nosotros estuvimos el día anterior y lo habíamos dejado funcionando. Así que fue mi hijo a ver qué pasaba, y resulta que habían entrado y se llevaron la bomba de energía”. Dicha bomba, la cual mantiene el sistema de seguridad funcionando, tiene un valor de alrededor de 80 mil pesos, pero la preocupación de Rosana y su hijo no solo pasa por la perdida monetaria, si no que ahora con solo cortar la electricidad, la propiedad queda desprotegida ante un posible robo. 

“Te da mucha impotencia, porque nosotros laburamos todos los días, queremos terminarla, y ahora tenemos que seguir gastando en seguridad, estamos planeando poner alambre de púas arriba de la medianera, ya no sabemos qué hacer, gastamos en buenas aberturas y entran igual, sin romper nada, no sé cómo hacen”, aseguró. 

Cabe aclarar que el terreno está rodeado en su totalidad por un paredón de tres metros, que no resulta suficiente para evitar que ingresen. 

Los damnificados ya radicaron la denuncia en la comisaria Segunda, aunque el personal policial aun no logrado identificar a los autores de los robos.