En el marco de los controles por los festejos del UPD, desbarataron una fiesta en la que también estaban presentes los padres
Tras recibir algunas denuncias y lograr desactivar la realización de un encuentro por el Último Primer Día de clases, los trabajadores de la Dirección General de Inspección y Habilitaciones del Municipio efectuaron este domingo por la noche las recorridas que habían anticipado para chequear que no se llevara a cabo ningún evento que no estuviera autorizado, teniendo en cuenta que la pandemia por el coronavirus aún no se ha superado.
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En el marco de los operativos, advirtieron que se estaban desarrollando dos fiestas: una en las inmediaciones de la intersección de Beiró y Ruta 30, y otra en unas cabañas ubicadas en la zona de El Molino.
Según contó el propio director del área, Javier Camgros, en la primera los jóvenes, estudiantes de la escuela San José, habían colocado una carpa y habían contratado un DJ y personal de seguridad. Al arribar los inspectores – con apoyo policial- notaron que eran alrededor de cien adolescentes y cinco o seis padres.
En un primer momento, según informaron, ni los chicos ni los adultos quisieron dar sus nombres, pero finalmente lograron que se identificaran y se los infraccionó.
En tanto, la segunda la desbarataron en un complejo de cabañas “a medio construir” ubicado en la zona de El Molino, donde había alrededor de 25 chicos del Colegio De la Sierra. “Algunos ya estaban durmiendo, y fue mucho más fácil porque los padres se hicieron presentes y se identificaron rápidamente”, marcó Camgros.