El relato en primera persona de lo ocurrido durante los festejos del UPD de SAFA
Los festejos por el último primer día de clases de los alumnos de SAFA se vieron arruinados por un inconsciente que colocó pastillas de clonazepam en las bebidas de sus compañeros, por lo que muchos de ellos terminaron hospitalizados.
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Tras darse a conocer lo ocurrido, estudiantes del colegio Sagrada Familia se comunicaron con este medio y contaron en primera persona los inconvenientes que se registraron, que afortunadamente no pasaron a mayores.
Según explicaron, el caos se desató alrededor de las 3 de la mañana, cuando la peligrosa combinación de rivotril con alcohol comenzó a hacer efecto en varios de los chicos.
“Yo estaba bailando con mis amigas y se acerca este chico, que iba a sociales conmigo pero se cambió de escuela, me estira la mano y me pone algo en el vaso. Le pregunté ‘¿qué me pusiste?’ y me dijo ‘no te metí nada’. Pero cuando levanté el vaso vi que había una pastilla y que en ese momento estaba haciendo lo mismo con una compañera”, relató una de las chicas.
Al advertir que efectivamente había algo en el fondo del vaso, volvió a preguntarle qué le había puesto y fue entonces cuando le reconoció que era rivotril y le mostró el blister.
“Les empecé a decir a las chicas que tenía cerca que tuvieran cuidado porque este chico tenía una tableta de pastillas, que no tomaran de lo que les diera, pero para cuando me di cuenta de eso, ya era tarde”, se lamentó.
Al inconsciente alumno, que estaba fuera de sus cabales, lo sacaron del salón y llamaron a su madre para que lo fuera a buscar. Pero no se podía calmar, golpeaba los postes de señalización y los vidrios de la puerta para que lo dejaran entrar. Incluso, hasta trató de pegarles a un padre y a un alumno, pero una de las chicas se interpuso y terminó impactándola a ella. “Estaba incontrolable. La madre lo subía al auto y él se tiraba cuando iba en movimiento”, informó.
Lo llamativo de la situación, más allá de la peligrosidad de mezclar alcohol con clonazepam, fue que su mamá, según relataron las estudiantes, decía que estaban discriminando a su hijo y que las pastillas eran de ella.
Afortunadamente, el hecho no pasó a mayores teniendo en cuenta que el desenlace podría haber sido trágico. De hecho, a una de las adolescentes que fue hospitalizada el doctor le informó que si ingería una pastilla más podría haber fallecido.