El Municipio se hizo cargo de los gastos mensuales de la madre de Vicente
Vicente, el bebé que nació con síndrome de down asociado a una cardiopatía muy compleja llamada Canal Auriculoventricular Completo (CAVC) y por quien se creó la campaña solidaria "Todos por Vicente", evoluciona favorablemente luego de haberse sometido a una compleja operación a mediados del año pasado. Sin embargo, los gastos de sus tratamientos aún siguen siendo elevados y su madre debió acercarse hasta el Municipio para que la ayudaran a abonar una leche especial que cuesta alrededor de 35 mil pesos por mes.
Luego de que el pequeño Vicente, por quien se creó la campaña solidaria “Todos por Vicente” para colaborar con los gastos que debía afrontar su madre, Solange Lioi, cuando lo trasladó a Buenos Aires para que lo operaran, superara la difícil intervención quirúrgica, su alimentación debió cambiar y las visitas a los médicos se transformaron en semanales.
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Por tal motivo, los egresos para su mamá no se terminaron en aquel viaje, con el que colaboró una buena cantidad de tandilenses a través de alcancías que se colocaron en diversos puntos de la ciudad, sino que aún hoy se mantienen, pese a que el Municipio ofrece ayuda.
Vicente nació con síndrome de down asociado a una cardiopatía muy compleja llamada Canal Auriculoventricular Completo (CAVC), por lo que los médicos le diagnosticaron sólo un 30 por ciento de probabilidades de vida. Fue intervenido quirúrgicamente el pasado 12 de julio en el Hospital de Pediatría Garrahan y hoy continúa realizándose chequeos semanales.
Para someterse a la compleja cirugía estética reparadora, Vicente necesitaba, por lo menos, tres meses de vida, ya que el órgano requería cierto tiempo de maduración para evitar una rotura. En la espera de ese proceso, sus pulmones colapsaron de líquido y, para agravar el cuadro, cuando finalizó la intervención, quedó con insuficiencia en ambas válvulas regeneradas e hipertensión pulmonar.
Producto de ello, el pequeño tuvo que empezar a tomar medicación diaria y necesita oxígeno para ayudar a sus pulmones a oxigenar la sangre. Afortunadamente, cuando se preveía que debía someterse a una nueva operación, sus válvulas cerraron y su estado, poco a poco, comenzó a mejorar.
“Quedaron las válvulas con insuficiencia y eso empeoró todo el cuadro a nivel pulmonar. Pero ahora por suerte se le cerraron y la hipertensión va disminuyendo, entonces ya no deben volver a operarlo”, comentó con entusiasmo Solange.
No obstante, debido a que la absorción de nutrientes no es la óptima y “aumenta por semana lo que un niño sin patologías incrementa en un día”, debe consumir una leche especial, hidrolizada, que es de rápida absorción.
Error en la entrega de la leche
El propio Municipio fue quien se hizo cargo de los gastos de dicho producto, que tiene un valor de 2.300 pesos y alcanza para tan sólo dos días. Pero tras un malentendido con el personal de la farmacia, dejaron de otorgársela y Lioi debió abonarla por su cuenta, gastando por mes durante un trimestre alrededor de 35 mil pesos.
Cuando la situación se volvió insostenible, decidió comunicarse con personal del Hospital de Niños Dr. Debilio Blanco Villegas para tratar de encontrar una salida y no privar al bebé de la leche, ya que eso podría acarrear severas consecuencias. “Hablé con Alejo Alguacil, él se comunicó con el área de Salud y me dijo que fuera a hablar con Manuela Beazley porque me lo tenían que solucionar. Por más que no hubiera acá, me lo tenían que conseguir”, señaló.
Tras dialogar con la directora del nosocomio, entendió que lo que había ocurrido era que habían cambiado el código del producto y creían que ya no tenían disponibilidad, cuando en realidad sí había. “Era una pavada enorme, pero por eso yo pagué tres meses. Igual ya está, no quiero cargar contra el Municipio porque me dieron una mano enorme y me lo solucionaron”, declaró.
“El padre no ayuda”
Si bien Solange cuenta con este apoyo de la Municipalidad, que le otorga tres leches por semana –lo que necesita Vicente-, y con la ayuda de la sociedad que sigue recaudando dinero en algunas alcancías que aún “siguen dando vueltas”, informó que el padre del bebé “está ausente”.
Aseguró que ya no quiso solicitar más colaboración de los ciudadanos tandilenses porque “no es necesario seguir recaudando”, aunque cercioró que parte de lo que debió desembolsar durante el trimestre que no recibió el apoyo del Municipio para pagar la leche lo hizo con dinero proveniente de las urnas.
“Y quiero aclarar que el papá no ayuda en nada, desapareció. Sí con la abogada, Gabriela Marti, logramos que me pasara una cuota de alimento, pero son sólo ocho mil pesos que me sirven para tres leches, nada más. O sea esa plata es un montón para un nene que no padece nada, pero con una discapacidad es muy poco, no alcanza. Es imposible”, clamó.
Añadió que está sola y que ni siquiera recibió la ayuda del padre para efectuar un trámite: “Él actúa a través del escracho; cuando alguien, o la sociedad en su conjunto, se entera o dice que no aporta para nada, enseguida se mueve”.