El joven de “Un sueldo para Mariano” agradece la iniciativa pero pide por trabajo
Se mostró muy agradecido por la iniciativa pero remarcó su necesidad de trabajo. Desde el municipio no recibió ayuda y señaló que la Ley de Discapacidad no se cumple a rajatabla.
Mariano Guzmán, el joven de 24 años por el que se formó la iniciativa “Un sueldo por Mariano” luego de la viralización de un video, visitó la redacción de El Eco de Tandil y remarcó que si bien sólo tiene palabras de agradecimiento para Daniel Lazzaro (propulsor de la iniciativa), lo que él busca es un trabajo estable que le permita “estar tranquilo y no molestar a nadie”.
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“Tengo todos los papeles al día para entrar a la Municipalidad y todavía no puedo”, se lamentó Guzmán luego de enseñar el folio con el certificado de SeCLaS (Servicio de Colocación Laboral Selectiva para Personas con Discapacidad), su currículum, fotocopia de su documento y la constancia de CUIL.
Mariano, quien nació con una parálisis cerebral, reconoció que está realizando los trámites desde julio de 2017 y que si bien entiende la burocracia administrativa por la cual las vacantes se hacen esperar, muchas veces “hay lugares pero no te quieren meter”. A primera instancia, podría considerarse como un acto de discriminación, pero él no lo concibe así. “No sé si me discriminan, pero muchos me dan vuelta la cara. No entiendo por qué todavía”.
De cualquier manera, no baja los brazos. Está en constante movimiento y buscando siempre la oportunidad de conseguir un empleo. Mantuvo conversaciones con Oscar Teruggi, Raúl Escudero, Pablo Civalleri e incluso con Miguel Ángel Lunghi. Con el único que se lamentó no haber podido hablar es con Mauricio D’Alesandro. Sin embargo, su situación no varía. “A veces me escuchan. Igual uno sabe que el Municipio está cerca pero lejos. Porque la Ley de Discapacidad se cumple pero hasta cierto punto”.
“Ahora voy a tratar de hacer otra audiencia con el Intendente para volver a hablarle de mi caso, a ver si se puede hacer algo. Me gustaría hablar con él y que me escuchara”, expuso.
Guzmán se gana la vida cuidando coches en La Pulpería, a donde asiste sin excepción todos los días a la mañana y a la noche desde el 27 de diciembre. El tiempo que le queda libre entre jornada y jornada lo aprovecha para estar con su mujer y su hijo de dos años. Lo que lo aqueja es la merma de la temporada, debido a que no está en relación de dependencia con el restaurante, sino que trabaja “a la gorra”. “La mayoría de los que van a comer son de Buenos Aires, y ya se volvieron. Entonces ahora se complica un poco más”, clamó.
En lo que respecta a sus ganancias, expuso: “Gano muchas veces porque no molesto a la gente. Trato de preguntarles cómo les fue y ser simpático. Y eso les gusta”. Empero, la situación lo alarma. El observar cada vez a más gente en la calle y el agravante del cierre de Metalúrgica lo inquietan. Es por eso que se mantiene en constante movimiento y busca superarse continuamente.
Realizó los cursos de carpintería y de electricidad, y planea comenzar uno de gestión empresarial y otro de autoelevador. Su meta es poder, en el día de mañana, tener su propio emprendimiento: “Me gustaría tener un microemprendimiento de lo que sé hacer: revestimiento de baldosas. Es algo que está de moda, que no requiere mucho trabajo y que me gustó realizar”, señaló Mariano, quien aprendió el oficio colaborando en una firma.
Su propósito era acceder a los medios para que se hiciera visible su situación. “Yo lo que quiero es un trabajo estable, que me permita no molestar a nadie, solamente quiero trabajar. Porque siempre me pasa de estar dos o tres meses estable y después de vuelta sin nada”, dijo, y finalizó: “Ojala que alguien que lo lea o que me escuche me pueda dar la posibilidad”.
Mariano Guzman, según el propio Mariano Guzmán
Tengo 24 años, soy nacido en Balcarce. Debido a la parálisis cerebral que sufrí, estuve internado en el Materno Infantil varios meses. Después mis viejos me dieron mucha rehabilitación y por eso casi ni se nota la discapacidad que tengo. He hecho natación, terapista ocupacional y kinesiología, y gracias a eso hoy estoy bastante bien.
Me vine a Tandil en 2012 a estudiar. Arranqué muchas carreras pero ninguna me gustaba. Hice profesorado de historia, pero sólo dos o tres años porque sentía que no avanzaba. Todavía me mantenían mis papás, hasta que un día dije ‘bueno, me voy a largar solo a ver si puedo conseguir trabajo’. Pero me pasa como siempre que me he quedado sin laburo.
El video que se volvió viral
Yo le pedí a Daniel (Lazzaro) que me cuidara la bici. Acá nunca pasó nada, pero hay que ser precavido. Es una bici vieja la que tengo, pero si me la llegan a esconder o a robar por maldad yo me quedo sin poder ir a La Pulpería, que está como a 10 kilómetros. Es mi modo de manejarme. Está precaria, pero va y viene.
No esperaba tantas repercusiones, pero me ayudó muchísimo la difusión del video. Espero que esto sirva para que me escuche mucha gente y que salgan más posibilidades para que se dé algo estable. Yo quiero estar tranquilo. Sé que algunos la pasan peor que yo, porque tienen más hijos que criar o porque se han quedado sin trabajo y es gente mayor. Entonces yo que soy chico trato de que por lo menos se me escuche y que me puedan dar una ayuda en algún lado.
Un sueldo por Mariano
Estuve mirando un poco las redes y le agradezco mucho a Daniel por lo del sueldo. De todas formas, yo lo que pedí siempre en el video fue un trabajo. Pero esto es una gran ayuda para mí, y me va a servir porque yo no sé si voy a poder conseguir empleo pronto.
Le agradezco a toda la gente que está ayudando o que se acerca al kiosco a colaborar. A mí en marzo se me achica todo. Me parece una buena iniciativa pero no quiero que se quede en eso. Vuelvo a remarcar que lo que busco es un trabajo. Yo puedo hacer muchas cosas, tengo muchos oficios y cursos realizados.