El Jardín de Infantes 901 cerró un año “distinto”, que cambió en julio por una denuncia de abuso
La institución educativa despidió a sus egresados luego de un ciclo lectivo convulsionado. El director suplente Ariel Montiquín resaltó al equipo docente que “sonreía en la sala y salía al pasillo a llorar” para que los chicos no vieran a sus maestras tristes. También valoró la confianza de los padres.
El Jardín de Infantes 901, ubicado en Maipú 348, cerró un ciclo lectivo complicado y despidió a sus egresados con un sentido discurso del director suplente Ariel Montiquín. Las jornadas de la institución cambiaron radicalmente a principios de julio, cuando padres denunciaron que habían abusado sexualmente de su hijo de 4 años en el baño del establecimiento educativo, situación por la cual permanece detenido y procesado el profesor de teatro.
Recibí las noticias en tu email
En el acto de cierre, el director brindó sentidas palabras de despedida a los egresados, sin obviar las referencias a los momentos difíciles que atravesó la comunidad educativa desde el 3 de julio, cuando se conoció la denuncia de los padres de un alumno de sala de 4 y se inició la investigación judicial de lo acontecido el lunes 1, semana en que preparaban el acto por el Día de la Independencia.
“Termina el 2019, año distinto, muy distinto… Creo que para todos los que estamos acá presentes. Para los egresados, con sus mismos temores, dudas y ansiedades de otros años, pero sabiendo que era su último año en el jardín. Y al ser el último, aunque mucho no supiesen de qué se trataba realmente, sí sabían que el año siguiente los esperaba la escuela primaria. Y eso es muy distinto. Implicaba ser los más grandes del jardín”, expresó en el inicio del discurso.
También reseñó que “para las familias, tampoco fue un año más. Primero porque a sus niños se les terminaba un ciclo, el más lindo, el más importante de su vida escolar. Y segundo, a partir del mes de julio, con más incertidumbres que certezas, con más desconfianza que seguridad. No era para menos”.
“No somos los mismos”
En cuanto a los maestros, el director sostuvo que “nosotros, los docentes, que estamos preparados para que año a año tengamos ingresantes, egresados, chicos que se mudan y se van, chicos que se mudan pero llegan. Nos moviliza, pero estamos preparados. Pero fue distinto… Ese julio cambió la vida de cada uno de nosotros. No somos los mismos después de ese día”.
En medio de la despedida, el profesor de educación física expresó que “a pesar de eso, doy gracias de haber estado ahí, de haber tomado la dirección de este jardín. Doy gracias porque me brindó la posibilidad de conocer un equipo de trabajo maravilloso. Un grupo que sonreía en la sala y salía al pasillo a llorar, para que sus hijos no las viesen triste, y luego de ser contenida por alguna de las que ese día estaba un poco mejor, poder volver a la sala con la mejor cara; con la mejor cara para brindar ese amor de maestra jardinera, para estar atentas a lo que cada uno de esos chicos necesitaba”.
En ese sentido, ratificó que “doy gracias de ser director, aunque sea un ratito, pero el tiempo suficiente para creer en que hay un futuro mejor. Me lo demostraron ellas: todas las docentes, preceptoras, equipo de orientación, las docentes especiales, auxiliares, vice y secretaria, las chicas de cooperadora, todas. Y hay futuro porque sus hijos, seguramente, se llevan lo mejor de cada una de estas docentes del Jardín 901”.
Además, entre los aplausos de los padres y la emoción de todo el auditorio, felicitó a los egresados 2019 y a las familias, al tiempo que agradeció “su confianza en el jardín; porque sin las familias y los nenes en la sala tampoco hubiese sido posible”.
Para cerrar, Ariel Montiquín expresó que “especialmente quiero agradecer al equipo de trabajo, que me ayudó desde el primer día que me hice cargo, a que pudiera estar hoy acá, despidiendo a los egresados 2019” y pidió un aplauso para los chicos.