La Movediza
El escenario del fatal incidente vial expone la inconclusa urbanización y la dificultad para los peatones para transitar por la cuadra
La calle Azucena, entre Chubut y Misiones, donde murió el joven Sebastián Simón atropellado por el exfuncionario comunal, deja en evidencia las obras inconclusas prometidas por la urbanización. Veredas intransitables que obligan a los peatones a caminar por la calle, como lo hizo la víctima hasta ser arrollado por el auto en la madrugada del domingo.
Mientras los deudos y allegados siguen marchando pidiendo a las autoridades pronta resolución judicial para con el exfuncionario procesado por el incidente vial en el que se le arrebató la vida a Sebastián Simón, a la par que se aguarda con expectativa precisamente lo que pueda resolverse desde el fuero penal, el escenario donde ocurrió la tragedia en la madrugada de domingo responde a algunos de los interrogantes que la opinión pública expuso cual reacción frente a la noticia y que también serán materia del debate judicial entre acusación y defensa, a la hora de endilgarle qué tipo de responsabilidad le cabe al hasta aquí imputado, Luciano Jaureguiber.
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Uno de los primeros comentarios que se expuso en las redes sociales una vez conocida la luctuosa noticia fue sobre el dominador común que ocurre en dicha arteria, acerca de que los vecinos caminan por la calle (el automovilista involucrado atropelló al joven cuando caminaba con su amigo por la cinta asfáltica del lado del cordón).
Pues bien, efectivamente la escena se repite a diario, incluso después del accidente. La razón es obvia como contundente a la hora de despejar algún prejuicio que intente –sin suerte- amortiguar la responsabilidad del acusado revirtiendo la carga para con los “peatones irresponsables”. No hay una vereda acorde en dicha cuadra para que el peatón camine.
La promocionada urbanización fomentada por el anterior Gobierno nacional al que acompañó la actual gestión municipal se quedó en el cordón cuneta y el asfalto. El espacio para las veredas es reducido y, en varios tramos, resulta intransitable entre las columnas y los pastizales crecidos. Vaya paradoja: el conductor procesado era el responsable del cuidado de los espacios verdes públicos, tal vez más abocado al cuidado de los paseos y plazas (celebrado y utilizado por toda la vecindad) que de las urbanizaciones de la periferia, como el caso de La Movediza.
Al respecto, llegó a esta Redacción el comentario de vecinos en el contexto de la sección “No se queje si no se queja” sobre lo descripto y cuyo mensaje va en la misma sintonía.
“A raíz de los últimos acontecimientos vemos que la urbanización en los barrios La Movediza, Barrio Parque La Movediza y El Tropezón, que con bombos y platillos se anunció en el 2018, no fue como esperábamos los vecinos o por lo menos al ritmo que lo ameritaba dado el exponencial crecimiento que tuvo la zona”, se expuso.
Añadió que los que “transitamos diariamente por estos barrios conocemos la realidad y por ejemplo vemos que todavía hay muchas cuadras sin cordón cuneta; casas que no están conectadas a la red cloacal y tiran sus desechos a la vereda; falta de planificación y control de construcciones por parte de Obras Privadas Municipal, y una Obra Publica deficiente”, se critica.
Asimismo, se considera “necesario que la gente que transita y que vive en la zona tenga mínimamente veredas para caminar tranquila, iluminación adecuada, calles transitables y seguridad para poder vivir tranquilos y con dignidad”.
Lo descripto por la vecindad, en medio de la tragedia vial, no hace más que dejar el desnudo la desidia oficial a la hora de privilegiar los recursos públicos que, en este luctuoso y resonante caso podía haberse evitado no sólo por la imprudencia, negligencia y eventual reproche penal del automovilista, sino también por infraestructura urbana acorde.
La causa
Respecto a las circunstancias señaladas, también serán tenidas en cuenta entre acusación y defensa a la hora de ponderar el reproche penal que le cabrá al exfuncionario municipal acusado.
Como se expone en una de las imágenes que acompañan esta información, las cámaras de la propiedad que registró cabalmente cómo sucedió el siniestro resultará clave en el curso de la pesquisa y, sobre todo, a la hora de calificar los hechos debatidos.
Como se consignó en ediciones pasadas, casi a mitad de cuadra de calle Azucena hacia Misiones –donde ocurrió la embestida- , precisamente se ubica una cámara de seguridad particular, del domicilio donde sus propietarios entregaron el soporte fílmico.
Efectivamente con las limitaciones de una cámara destinada para la seguridad de la propiedad, las imágenes exponen con total crudeza cómo ocurrió la embestida mortal. A priori, se estima que el auto venía a una alta velocidad, con sus luces encendidas, cuando se llevó por delante al joven Simón que caminaba por la calle junto a su amigo –único testigo hasta aquí- próximo al cordón cuneta. La víctima fatal transitaba por el lado hacia la calle, de allí que su amigo se salvara casi milagrosamente de no ser atropellado. De hecho, este advirtió la venida de un auto y se dio vuelta y se alertó sobre la frenética venida del coche, cosa que lamentablemente su amigo no.
También se advierte en la filmación, al decir de la fiscalía, que en la cuadra existe una iluminación estándar en la cuadra, por lo que no se encuentran razones concretas de cómo no vio a los peatones.
La imagen también deja en claro que el auto nunca atinó a detenerse, siguió su marcha sin más, con rumbo aún desconocido hasta que el propio conductor, después de largas horas se presentó en la comisaría.
Tal se informó, dicha postura del acusador le valió la petición de la detención del exfuncionario, imputado por el delito de “Homicidio culposo agravado por la fuga y la omisión de socorro”.
Para el fiscal Damián Borean, la reacción del imputado huyendo del lugar del hecho causado y su tardía presentación confesando su responsabilidad (10 horas después), es uno de los elementos para fundar su requerimiento de prisión. Si bien no cabría el peligro de fuga, sí se considera el entorpecimiento de la pesquisa, de ahí se argumenta el pedido para lo que al decir del Código, lo hasta aquí caratulado deviene en delito excarcelable, de allí la demanda de la familia Simón para que se cambie la figura, apelando al dolo eventual.
En tanto que la defensa particular de Jauriguiber, como se expuso, planteó la eximición de prisión previendo lo que plantearía el fiscal. Así las cosas, por estas horas será el turno de la jueza de Garantías Stella Maris Aracil de resolver el entuerto judicial, que no será otra cosa que definir sin en este estado del proceso el acusado debe seguir la causa detenido o en libertad, hasta el día del juicio.