FIESTA
El Carnaval fue coronado con la quema de "la motosierra de Milei"
La obra de “Adoquines de Fulano de Tal”, fue una manera de quemar “lo que va en contra del crecimiento de la sociedad”.
La Avenida del Encuentro vivió anoche la coronación de un fin de semana a puro color por el Carnaval de Mi Tandil.
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El broche de oro fue la quema del momo de una motosierra ubicada arriba de una ciudad de manera amenazante, y sobre una escuela, un banco, unas montañas y un hospital.
La obra de cinco metros fue impulsada por la murga los “Adoquines de Fulano de Tal”, y realizada en solo siete días, de los cuales les llovieron seis. En diálogo con El Eco Multimedios, su referente, Marco Núñez, expresó que ayer “se quemó lo que va en contra del crecimiento de la sociedad”.
El momo
"Fue todo con cosas adversas pero lo pudimos lograr. No tuvimos los tiempos ni los materiales que se necesitaban pero lo hicimos con muchísimo amor porque son cosas que nacen del barrio", celebró Núñez.
La labor estuvo coordinada por Lucrecia Salgado y Leonela Toletti. “Fue todo con mucha dedicación y muchas ganas, porque nos parece buenísimo poder mostrar lo que hacemos. Estas cosas nacen de los talleres que tuvimos en la Escuela 32, y poder compartirlo es buenísimo”, reiteró el creador de “Adoquines de Fulano de Tal”.
La quema
Tradicionalmente la quema de muñecos significa dejar atrás aquello que nos hace mal. “Lo que se quemó fueron todas las cosas que no queremos. La representación ilustraba la motosierra de Milei cortando todos los derechos, entre los cuales está la cultura, la salud pública, la educación. Miles de cosas que van a afectar a la sociedad y nosotros vamos a ser los más perjudicados”, contó Nuñez.
La motosierra de cinco metro estaba sobre por instituciones que representaban al banco, a la escuela, a la salud, al medio ambiente.
Y agregó que lo que se buscó “fue demostrar que somos una realidad. Lo que se quemó fue todo lo que le hace mal a la sociedad: los ajustes y recortes que no los sirven”.
El carnaval
El carnaval comenzó el sábado, en medio de un fin de semana que pasó por todos los estados climáticos: calor extremo, humedad, viento y, finalmente, la calma. De hecho, el lunes se tuvo que levantar la fiesta por los fuertes vientos que azotaban la ciudad.
Según destacó el murguero, “la jornada de febrero se espera con una energía diferente con respecto a otra fiesta del año por ser el carnaval la única fiesta que es del pueblo y que no está impuesta”.
“La suspensión del lunes fue algo decepcionante pero se entendió. Y el resto de los días los disfrutamos a pleno, como tiene que ser el carnaval. Un espacio donde se puede quemar el espíritu, sacar todo lo malo y demostrar todo lo bueno”.