Salud Pública
Desesperado pedido de una madre por la atención médica de su hijo
Mónica necesitaba la terapia para su hijo hasta que salga su traslado a un centro de alta complejidad pero el Hospital se la negó. Mateo padece de fibrosis quística pulmonar y pancreática y necesita una atención especializada lo más pronto posible.
Una mamá desesperada por la atención médica de su hijo se comunicó con El Eco de Tandil y contó el trasfondo de una historia que involucra a un niño con un diagnóstico delicado, el accionar de la salud pública de la ciudad y una resolución que es una incógnita para la vida de su hijo.
Recibí las noticias en tu email
Mateo tiene 16 de años y padece de fibrosis quística pulmonar y pancreática, un diagnóstico complicado. Mónica, su mamá, contó que “hizo una neumonía, entramos a la internación por guardia de la Clínica Chacabuco el miércoles. El miércoles pensamos que con las orientaciones desde La Plata, más el doctor Macchi que lo atiende acá, más la gente de la clínica, íbamos a poder sacarlo adelante”, y luego continuó: “La doctora en algún momento me dijo de derivarlo. Yo le dije de que si era posible seguir atendiéndolo acá por una cuestión de que él tiene un equipo de psiquiatras, psicólogos, acompañantes que lo contienen por su situación, entonces no era lo ideal trasladarlo”.
Según contó su madre, Mateo necesita una terapia pediátrica, alguien que lo intube rápidamente, un cirujano de tórax o ese tipo de profesionales que puedan auxiliarlo ante la descompensación. “Acá en la Clínica Chacabuco tenía que entrar a la terapia de adulto, con todo lo que implica ver y estar, y se complicaba más la situación. Nunca me dijeron que no lo iban a poner, sino que no era lo ideal”, manifestó Mónica.
A partir de la descompensación del paciente, el doctor Macchi realizó todas las conexiones para que Mateo pueda ser trasladado al Hospital Italiano de La Plata o que estuviera en el Hospital de Niños de Tandil, donde sí pudieran manejar el caso. La respuesta no fue la esperada: “El Hospital de Niños de acá de Tandil le dijo que no por los 16 años y porque tiene obra social”, contó Mónica y luego agregó que “el hospital de adultos tampoco lo tomó. La Clínica Chacabuco si o si me pide traslado por la urgencia que es”.
Según contó la mamá de Mateo, su hijo tiene dos obras sociales y eso “para el sistema público, parece ser pecado”. Al mismo tiempo, Monica profundizó que “justo tiene Osecac que ayer cortó el servicio en la clínica Chacabuco, entonces no puedo tener derivación desde ahí. Y tiene La 23 de diciembre, que no sé porque no tomó la opción del Hospital Italiano de La Plata”.
La insistencia por la derivación al nosocomio de la ciudad capital de la Provincia de Buenos Aires tiene un fundamento: “El Hospital Italiano de La Plata tiene el mejor equipo de cirugía de tórax. Mateo en este momento, con el cuadro que tiene, ya seguramente va a una cirugía de tórax, entonces es importante al lugar donde lo derivan”, confirmó Mónica.
La derivación se consiguió pero no para La Plata, sino que para Mar del Plata, a la Clínica de la Mujer y del Niño, algo que no deja tranquila a madre de Mateo: “No sé el equipo que lo va a atender, no sé a dónde voy. Esto me parece terrible”.
Al ser consultada por la explicación del Hospital Santamarina, Mónica expuso que “a mí no me dieron ninguna respuesta. Si yo a mi hijo le saco la bigotera y lo dejo en la puerta del Hospital, corresponde que me lo atiendan”. Luego contó que su hijo está en una pieza de la Clínica Chacabuco, controlado por el director de la misma pero sabiendo que en cualquier momento lo tienen que entubar en terapia de adultos.
Con mucha desazón, Mónica explicó que no pide que el Hospital lo tenga de por vida y agregó: “Mateo tiene 16 años pero tiene un retraso madurativo que es un nene que funciona como de 11 o 12 años. ¿Qué consideramos para una internación?”, y agregó: “cumplió en diciembre los 16, estamos en marzo. Tres meses de diferencia. Hay cosas que no las entiendo”.
Acorde a todo este contexto, la mamá de Mateo se mostró muy herida por la respuesta del sistema de salud pública de la ciudad. “Me siento re mal porque es mi hijo, porque yo hice lo posible para que tenga una vida bien y porque yo a Mateo lo adopte hace 16 años cuando sus verdaderos padres lo dejaron por la enfermedad que tenía y hoy, que logró llegar a los 16 años por cómo los cuidamos, los mismos personales de salud me dan la espalda. Me parece terrible”, sentenció Mónica.
Por último, la madre de Mateo dejó en claro que no se puede quejar de la atención que recibió en la Clínica Chacabuco, ni del personal y destacó que “realmente hay que sacarse el sombrero pero la realidad es que la Clínica no tiene los instrumentos para un caso tan complicado”. Luego dejó una pregunta que invita a la reflexión: “¿Para qué se insistió tanto con la terapia de niños si por un tema de calendario no puede salvar una vida?”.