Desde la agroindustria expresaron que lo natural es quedarse con el cereal hasta marzo, no venderlo ahora
La Cámara Agroindustrial también se expidió sobre el paquete de medidas que notificó la Nación. Aseguraron que no hay beneficio. La ecuación de ahorrar en pesos, cuando todos los insumos y costos son en dólares no favorece. Además, vender ahora, como buscan incentivar, tampoco sirve porque los mayores gastos son en marzo y les conviene aguardar. “Temor e incertidumbre” sobre el futuro.
A raíz de las medidas que anunció el Gobierno nacional, con respecto a la baja de las retenciones, entre otras, desde la Cámara Agroindustrial de Tandil (CAIT) consideraron que no son medidas de fondo y, encima, transitorias.
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Para el titular de la entidad, Mariano Grondona, resultó importante aclarar algo que “se pierde en la letra chica”, donde determinaron que la baja en las retenciones será de tres puntos en octubre, un dos por ciento en noviembre y 1,5 en diciembre, para volver en 2021 a la normalidad. “Con esto, claramente, buscan que la gente venda en octubre porque volvés al 33 por ciento en el caso de la soja”, indicó.
A su parecer, esto demuestra lo que ya sabían y es que las retenciones “están altísimas”. Recordó que cuando asumió Mauricio Macri con Juntos por el Cambio habían prometido bajarlas, pero después se dieron cuenta de que con la soja no podían ejercerlo y lo hicieron con el resto de los granos. “La soja, por la estructura que el Estado tiene que mantener, no la puede sacar, entonces la redujeron”, explicó, pero en este nuevo Gobierno volvieron a estar el trigo y el maíz y eso hizo que el productor “realmente esté complicado”.
Consideró imperante advertirle a la gente común, “porque no lo sabe y muchas veces se transmite mal” que no se trata de ningún beneficio. “Son retenciones, les quitan el 33 por ciento de lo que producen en el precio directamente”, aclaró.
La caja de ahorro
Explicó, entonces, que esto busca generar que el productor venda porque las condiciones hicieron que la soja denote una escalada en su valor. Sin embargo, detalló que dicho fenómeno se dio principalmente porque el commodity ascendió en el mercado internacional y, luego, se conjugó con la quita de retenciones.
De esta forma, detalló que él, como productor agropecuario, si bien tiene soja no la va a vender porque tiene obligaciones a pagar en marzo, como el Impuesto Inmobiliario, la Tasa Vial e Impuesto a las Ganancias, entre otras cosas.
Por lo tanto, si vende ahora como quieren incentivar, debería ser a dólares oficiales comprador, “el más bajo de todos”, debiendo quedarse con pesos hasta marzo, cuando salvo la parte impositiva, todo los demás gastos son en dólares. “Mi resguardo natural es quedarme con la soja, el maíz o el cereal que sea”, aseguró.
“Sencillamente de acá a marzo no sé qué va a pasar”, planteó y admitió que probablemente fuera a anticipar alguna venta para lo que tenga que pagar en noviembre.
Grondona advirtió también que la estadística habla de que el campo tiene reservas por 10 mil millones de dólares, y si bien no dice que esto sea mentira, destacó lo importante de que la gente entienda que todos los insumos de los productores, hasta los ganaderos, son en esa divisa extranjera.
Entonces, en la medida que haya trabas para importar, los productos suben su valor y es cada vez más difícil traerlos, incluso las maquinarias locales tienen sus valores fijados para competir con las multinacionales.
“El Gobierno dice que tenemos esos 10 mil millones de dólares, pero no necesariamente los vamos a vender ahora, porque es nuestra caja de ahorro para bancar todo el año”, explicó y reiteró que seguramente se anticipe algo ahora, porque la suba de la soja acompaña, pero la gran mayoría aguardará hasta marzo.
“Temor e incertidumbre”
Como mencionó anteriormente, hay un halo de incertidumbre en todo el sector sobre lo que podría suceder a futuro. Así, sin expectativas, reveló que el peor escenario sería tener más retenciones y planteó una situación donde ya el desdoblamiento de dólares existe, pero si al oficial le ponen las retenciones y ellos tienen que comprar a dólar blue, tienen una diferencia de tres a uno.
“Lo vemos todo complicado, porque realmente hay una crisis y el campo y la minería son los que más rápido pueden inyectar esta moneda al sistema”, sostuvo, haciendo referencia a que luego de una venta a más tardar en 10 días el Gobierno está recibiendo el dinero.
“Temor e incertidumbre tenemos”, aseveró el titular de la CAIT, argumentando que es muy difícil planificar algo con números que no son los que la gente piensa. “No nos va tan bárbaro como piensan”, dijo, asegurando que depende mucho de la situación financiera de cada firma, que siempre tienen el condicionante de las escasas herramientas de financiación y se hace muy difícil salir del círculo de refinanciación de deudas.
Por otro lado, y para terminar, se refirió a que los márgenes, aunque nunca fueron “una maravilla”, no son lo que eran antes; a la vez que están siempre muy expuestos a factores como el climático, que no se pueden manejar.