Desde el Municipio aseguraron que se perdió mucha información de trabajo en el incendio de la Ludoteca
Aguardan tener en los próximos días el informe de las pericias de Bomberos para conocer las causas del siniestro. El director de Juventud Mariano Martina destacó el acompañamiento de la comunidad, ya que los días siguientes al lamentable episodio recibieron muchos mensajes y muestras de apoyo tanto de gente del barrio como del resto de la ciudad.
Luego de que el sábado pasado se incendiara la Ludoteca, desde el Municipio realizaron el inventario de las cuantiosas pérdidas sufridas en el siniestro que afectó a gran parte del edificio y todo su contenido. Asimismo, aseguraron que se perdió mucha información de trabajo.
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En diálogo con El Eco de Tandil el director de Juventud, Mariano Martina, brindó detalles de las pérdidas: 15 notebooks, 5 computadoras de escritorio, instrumentos musicales, impresoras, tres cámaras digitales, una cámara de seguridad, 30 sillas, 10 tablones y caballetes, 20 gazebos de Mujeres Emprendedoras.
También cajas con variadas herramientas como taladro, caladora, sierra, pinza, serrucho, soldadora, cinta métrica y pico de loro.
Asimismo, se perdió material didáctico, libros, muchos juguetes de la Ludoteca y de los que llevaban a las plazas, dos consolas X box con juegos, mueblería de oficina como escritorios, bibliotecas, sillas.
A su vez, perdieron una consola potenciada de ocho canales, las dos máquinas fotocopiadoras, guillotina y todo lo que tenían en el centro de copiado, auriculares profesionales, proyector de diapositivas, cuatro ventiladores de pie, siete matafuegos, nueve calefactores, dos mesas de reunión grandes, dos heladeras, teléfono inalámbrico, router, instrumentos de murga y cuatro tablets.
Esperando las pericias
Por otro lado, Martina contó que estuvieron con el perito del seguro y con la gente de patrimonio haciendo el inventario y que todavía no está el informe de Bomberos, que nuevamente estuvieron en el lugar con las pericias y se aguardan los resultados.
“El seguro tiene dos partes. Una que tiene que ver con el edificio y otra con el contenido, están comprendidas en la póliza, la valuación no la hicimos porque no lo pidió el seguro. La mayoría son cosas que tienen antigüedad de 5 años promedio para atrás, salvo los instrumentos que son bastante nuevo de tres años, y la información que está cargada del valor es la que tenía al momento de la compra”, indicó.
En cuanto al edificio, sostuvo que “era por lo menos un 70 por ciento de madera, entre lo que es piso de pinotea, paredes, techo, el SUM, algunas habitaciones y baño que eran de material, pero la gran mayoría del edificio era de madera, eso se perdió todo”.
Pérdida de información
“Se perdió mucha información de trabajo, había muchos papeles, materiales muy variados, producciones escritas que han hecho a lo largo de los años diferentes personas que trabajan en equipo desde la parte pedagógica y los diferentes talleres que había”, señaló.
Y agregó que “si bien tenemos algún respaldo digital en internet, había muchos documentos. Todo lo que era en papel se perdió, documentación, los legajos de las personas que atendemos son en papel, por ejemplo cuadernillos de ludoteca de trabajo diario que se le daba a los chicos, juguetes, libros, en líneas generales está todo arruinado si no es por el fuego, es por el agua”.
“Lo primero que queremos es darle celeridad al tema del seguro y poder adquirir las cosas lo antes posible, las cosas que más se encarecen para no quedar desfasados, poder comprar la mayor cantidad posible de las cosas que habían”, aseguró.
En cuanto a las posibles causas, manifestó que “sin el informe de Bomberos no puedo hablar de las causas. Motivos no habría para que hubiera sido intencional, la policía nos preguntó si habíamos recibido algún tipo de amenaza y la verdad que no, pero hasta que no esté el informe prefiero no tocar ese tema por la sensibilidad de la cuestión”.
El apoyo de la comunidad
Por otro lado, resaltó que tanto el día del siniestro como los subsiguientes recibieron “un montón de mensajes, muestras de apoyo de gente del barrio como de la ciudad en general, instituciones, que nos ofrecieron lugar para continuar con las actividades”.
“La verdad es que la comunidad tiene una muy buena referencia del lugar, las actividades que ahí se realizan y eso se notó después del incendio porque muchos transmitieron su acompañamiento y el estar a disposición para ir a limpiar y cualquier cosa que necesitemos”, subrayó.
En cuanto a las actividades que se estaban realizando en el lugar, detalló que “se usaban las computadoras, la ludoteca también se usaba no con clases presenciales pero con acompañamiento a través de internet a muchos chicos, también funcionaba ahí la atención comunitaria de radio urbano que sería como el centro comunitario del centro”.