Con un decibelímetro, Control Urbano comenzó a retener vehículos que exceden el ruido permitido

La dirección de Control Urbano Vehicular comenzó recientemente a realizar operativos incorporando el uso de un decibelímetro, herramienta que permite determinar si un auto o una moto emiten sonidos por encima del máximo permitido. Consultado por el tema, el responsable del área Walter Villarruel brindó detalles de la aplicación, y en el marco de una semana con diversas quejas vecinales por ruidos molestos producidos por motos, sostuvo que “podemos hacer los controles pero esto nos excede”.

El responsable del área señaló que el decibelímetro es una herramienta que se adjuntó a la tarea diaria que realizan desde la Dirección. “Si bien empezamos hace una semana, venimos bien, ya hemos hecho infracciones y por supuesto la retención de motos por exceder los decibeles permitidos”, sostuvo.

Agregó que se trata de una modalidad que no tiene como fin “salir a sacar motos” sino “para que empecemos a controlar estas cuestiones que perturban a los vecinos”. 

Desde la Dirección de Control Vehicular no cuentan por el momento con estadísticas o números referidos a la cantidad de infracciones y secuestros realizados al momento. Agregó que implementarán paulatinamente su uso, y destacó que “con el tiempo va a ir dando sus frutos”. 

El director precisó que los decibeles máximos permitidos se encuentran entre 90 y 120, dependiendo del porte del vehículo. “La moto que está en 90 decibeles, se encuentra en falta”, indicó. 

Transmitió además que el control a través del decibelímetro es “muy simple”, y que “cuando la moto arranca, si no tiene silenciador directamente excede los decibeles. No es necesario hacerlos acelerar muy fuerte ni hacer una contra-explosión. Simplemente con tener el caño de escape libre está excediendo los límites permitidos”. Agregó que “toda aquella moto que hace corte, tiene caño de escape libre”.

“Nos excede”

Como se supo, durante el fin de semana pasado se registraron concentraciones masivas de motos, por lo que vecinos particulares iniciaron una campaña para juntar firmas con el fin de pedir al Municipio que “intervenga en esta problemática haciendo cumplir la ordenanza que lo reglamenta”.

Al respecto, Villarruel señaló que se trató de “un fin de semana complicado”, en el que se conjugaron diversas cuestiones, entre las cuales mencionó un encuentro de motos realizado en la ciudad. Según transmitió, uno de los organizadores del evento le informó que a más de 100 vehículos se les impidió el acceso por no contar con la reglamentación solicitada. “Esas motos se juntaron con las que hacen desmanes acá en Tandil, y tuvimos un fin de semana más que complicado”, precisó.

A su vez consideró que “una falta de transito es una contravención, pero lo que hicieron el sábado y el domingo ya pasó eso. Fueron disturbios en la vía pública, directamente en manada, por lo que excede a los controles nuestros”.

El director de Control Urbano señaló que continúan llevando a cabo los operativos, pero “si vienen 100 motos juntas, a una velocidad más que importante, nosotros no tenemos herramientas como para ponernos enfrente y pararlas. Pudimos detener algunas, secuestrar otras. Pero es muy difícil, nos excede”, consideró. 

Ante la magnitud y la reiteración de los casos, de un tema que sin solución a la vista hace tiempo ocupa lugar en la agenda pública, consideró que “tendría que ir por alguna otra esfera, sin entender mucho tendría que actuar la Justicia o la Policía”.

Villarruel concluyó señalando que además de los habituales controles vehiculares, durante el último fin de semana muchos de los agentes estuvieron afectados a otras actividades como la Fiesta del Picapedrero, la Fiesta del Queso, en la presentación del Coro Estable en el Calvario, y en la Marcha del Orgullo. “A los controles sumamos todas las actividades que tenemos, para darle la cobertura a los vecinos de Tandil”, manifestó.