Cambiemos quiere prohibir a trapitos y limpiavidrios en la Provincia, pero desde Tandil no lo comparten
Se trata de un proyecto de ley presentado en los últimos días, que pretende multar o arrestar a quienes ejerzan estas actividades en la vía pública. El concejal Gabriel Bayerque dijo que no está de acuerdo con una prohibición tan amplia, ya que habría que analizar el caso de cada ciudad. “En la generalización está el error”, analizó.
Un proyecto de ley presentado en la Legislatura bonaerense busca prohibir la actividad de los denominados “cuidacoches” y “limpiavidrios” que no cuenten con autorización en la provincia de Buenos Aires, previendo multas y arresto para quienes lo hagan.
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La iniciativa proviene de los diputados de Cambiemos Matías Ranzini y Guillermo Castello, que modifica el Código de Contravenciones provincial para sancionar ese tipo de actividades. A partir de esta reforma los infractores podrían ser sancionados con multas de entre 200 y 1.000 pesos, o bien con 2 a 10 días de arresto por estar en la vía pública ofreciendo estos servicios. Las penas se podrían agravar si quien está en falta “portare armas no convencionales”, como elementos contundentes o similares que sirvan para quebrar alguna voluntad rígida.
“Cuando prohibís complicas la situación porque hay que ver cuál es el trasfondo y yo creo que cada ciudad puede características muy divisibles”, analizó el concejal de Cambiemos UCR, Gabriel Bayerque, que además consideró que en Tandil pueden presentarse problemas más bien domésticos y no de gravedad y magnitud como sucede en Capital Federal o Mar del Plata, por ejemplo.
El documento define a los cuidacoches o trapitos como las “personas que ofrecen voluntariamente y sin guardar relación alguna con la administración pública, servicio de estacionamiento o cuidado de vehículos que se estacionan a cambio de una retribución voluntaria de quien recibe el servicio”.
Además, establece que los limpiavidrios son aquellos que “ofrecen voluntariamente y sin autorización la limpieza de vidrios de cualquier tipo de automotor en la vía pública, ya sea en forma onerosa o gratuita”.
Asuntos a estudiar
El concejal local manifestó que no está de acuerdo con el impedimento del desempeño de actividades, ya que consideró que cuando un proyecto amplía tanto el marco de una prohibición las justificaciones tienen que estar muy bien basadas, sino que habría que sectorizarlas. En este sentido diferenció a Mar del Plata en plena temporada, cuando los grupos de trapitos y limpiavidrios se crean a nivel de mafias organizadas, porque llegan desde afuera de la ciudad y hasta se generan conflictos territoriales; con lo que ocurre en localidades más chicas como Tandil, donde la situación es más controlada.
“En la generalización está el error”, aseguró, refiriéndose a que se planteó una propuesta en común para toda la Provincia por igual. Pero de todas formas, aseguró que el problema está y es algo que no se puede esconder, ya que el proyecto se generó por algunas cuestiones en particular. En la misma línea, sugirió que lo que hay que hacer es valuar cuáles son los mejores mecanismos para poder dar algún tipo de habilitación a esas actividades o plantearlas a través de un legajo o unidades de control.
Una de las sugerencias que mencionaron los creadores del documento fue la generación de permisos, como sucede en Pinamar por ejemplo, a través de credenciales. Sin embargo, sobre este punto Bayerque sostuvo que “no solamente otorgándole una autorización se puede dar vía libre a la práctica, porque redundan en otras situaciones complejas”. Enumeró entonces, que es necesario tener en cuenta que están trabajando en un espacio público como es la calle, en un límite territorial entre lo que es la acera y la vereda y donde se presentan cuestiones viales relacionadas al peligro. Esto justamente hace pensar en el seguro que cubriría en caso de que algo suceda, ya que las pólizas de los automovilistas es difícil que lo hagan.
“Son asuntos que hay que estudiar y no dejarlos libremente a la regulación”, sostuvo. Además, dijo que habría que considerar si se le dará prioridad a los tandilenses o estará ampliado a la gente de afuera, sin intención de que estos últimos queden afuera.
Cabe recordar que hace apenas un tiempo el edil presentó un pedido de informe que generó controversias en la ciudad, mediante el cual solicitó a distintas áreas del Municipio conocer detalles acerca del accionar de los limpiavidrios. En esa ocasión lo acusaron por “estigmatizar”, a lo que en su defensa aclaró que se trató de saber acerca de si están en situación de calle o no, con la intención de visibilizarlo “porque el Estado se tiene que hacer cargo“.
Justamente ayer volvió a insistir con las respuestas al respecto, ya que hasta el momento no ha tenido ningún tipo de devolución.