A través de las cámaras de seguridad descubrieron que una clienta robaba todos los días

Un nuevo hecho de inseguridad tuvo lugar en la ciudad. En este caso, la particularidad del hecho se basa en la continuidad que tuvo en el tiempo y la reacción de los propietarios del negocio en cuestión. “Tiendas PP” viralizó a través de sus redes sociales los reiterados robos que sufrieron por parte de una clienta. A través del humor, la apodaron “Fernecito” debido a que fue uno de los productos que robó habitualmente.

Los clientes fueron los que alertaron a los empleados de la sucursal ubicada en 25 de mayo al 99, en la esquina con Alberdi. A través de la revisión de las cámaras de seguridad, los empleados del lugar descubrieron uno de sus robos y la reconocieron como una más de su clientela, ya que había ido a comprar en reiteradas ocasiones.

“Era una clienta que venía dos o tres veces por día, por lo menos, en cada turno. En realidad es triste el tema, uno atrás del mostrador termina generando un vínculo con la persona que viene, más si viene tanta veces”, comentó Azul, una de las empleadas a El Eco Multimedios. 

En cuanto al modo de realizar el robo, señaló que “lo que ella hacía era venir al local e ir dejando las cosas en el mostrador, como ‘me voy llevando esto’, y venía con su bolsito. No mostraba el bolso, nosotros acá no solemos desconfiar de la gente, y resulta que en el bolso se llevaba muchos productos”.

El sistema de vigilancia interna permite revisar archivos hasta hace un mes para atrás. En ese recurrido descubrieron que lo venía haciendo hace mucho. “Vino robando mucha mercadería. Lo que llevaba siempre infaltable era el fernet, pero cuando no había fernet se llevaba lo que se te ocurra. Estando en la fila agarraba cosas delante nuestro, no tenía ningún problema, disimuladamente se metía las cosas en la cartera”, afirmó la empleada.

Luego de revisar las cámaras y antes de la viralización de las imágenes, la señora regresó a la tienda para realizar su compra habitual y también repetir el robo al cual se había acostumbrado desde hace un tiempo. La cotidianeidad con la clienta era tal que hasta llamaba “sobrina” a una de las encargadas de la atención al público.

Cuando regresó, el empleado que la atendió le preguntó en la caja sobre lo que se había llevado el día anterior. En ese entonces, la mujer no titubeó y nombró una leche, que sí la había pagado, pero no todo el resto de mercadería que se había robado y habían podido constatar a través de las imágenes.

“Mi compañero le dijo de llamar a la policía para aclarar las cosas y ella dijo que sí”, contó Azul que luego continuó: “Donde mi compañero quiso llamar a la policía, salió corriendo y se ve que venía preparada porque donde salió corriendo, un auto vino desde la otra cuadra y la levantó. Huyó y no volvió más”.

Tomarlo con humor

Como primera medida, una vez conocida la historia, aseguraron que no dejarán ingresar más a ninguna de sus sucursales a la clienta en cuestión. Respecto a la denuncia a la policía, explicaron que está en curso, que la están haciendo por mail pero lleva algo de tiempo y por eso no se terminó de confirmar.

Lejos de compartir los hechos con bronca en las redes, decidieron buscar una salida desde el humor. Fue así como le asignaron el divertido apodo de “Fernecito” para viralizar las imágenes. 

El objetivo de dicha acción es que reconozcan a la persona en cuestión y que no vuelva a robar en otros lugares. A partir de esta cuestión es que muchos comerciantes aseguraron haberla visto por sus locales.

“No te queda otra que tomártelo con humor, porque si te vas a amargar…”, afirmaron a sabiendas que no es el primer robo que sufrieron pero que, a diferencia de otros casos, nunca había sido con un protagonista con tanto vínculo como en esta ocasión. 

“Lo tomamos con humor, como todo lo que pasa acá, tratamos de pilotearla así por las redes. Ya veremos que va a pasar con esto”, concluyó Azul en diálogo con este medio.

A su vez, como conclusión positiva de esta situación, decidieron que todo el staff de la sucursal de 25 de Mayo y Alberdi realicen una acción benéfica, transformando una situación negativa en solidaridad.  De esta manera, brindarán una donación a un comedor de la ciudad y los empleados trabajarán allí durante todo un día.