Una idea, una pasión
Desde su adolescencia, Gabriel Gómez iba a construir una meteórica carrera política que, a los 41 años, ya le permitía ostentar una dilatada trayectoria en distintos niveles gubernamentales.
Paralelamente a sus estudios de Ciencias Económicas, definido como liberal, militó en la UceDé liderada por Alvaro Alsogaray. Para las legislativas de 1993, en el orden local, Fuerza Republicana, cuyo representante en Tandil era el por entonces intendente Julio Zanatelli, abrochó una alianza con el partido del capitán ingeniero. La lista, encabezada por Rubén Madarieta, iba a obtener el triunfo en esas elecciones, facilitando la llegada al Concejo Deliberante de Gómez y de su compañero de militancia, Daniel Hoyos Maldonado.
Más temprano que tarde, los jóvenes ediles tomaron su propio camino. Distanciados del jefe comunal, fundador de Apertura Independiente, formaron su propio bloque ?Nueva Generación- y se autocalificaron como ?la única oposición constructiva?. De esa época aún se recuerda a un aplicado Gómez, desde su trabajo en la Comisión de Hacienda y Presupuesto, y por sus encendidos debates en el recinto.
Allá por el ´97, el desembarco de Zanatelli en el justicialismo y el advenimiento de la Alianza, encontró a Gómez posicionado en el flamante partido fundado por Domingo Cavallo, Acción por la República. En esas legislativas, dominadas por el novel espacio progresista que en Tandil lideró Carlos Fernández, no pudo obtener su reelección.
Pero esa derrota no le hizo mella; por el contrario, ganó peso en estructuras superiores del partido cavallista, desde donde trabajó en el armado de una oposición de centroderecha.
Ya en 1999, cuando Zanatelli perdió la interna justicialista ante Jorge San Miguel, Gómez e Indalecio Oroquieta fueron de los que más hicieron para que el Intendente fuera por una nueva reelección, y ofrecieron ese espacio como trinchera.
La historia es conocida: el militar retirado volvió a ganar, aunque el joven mentor de esa victoria no pudo lograr su banca como legislador.
Emigró más tarde hacia Escobar, donde se destacó en el gobierno de Luis Abelardo Patti, y no detuvo su marcha en el tejido de relaciones políticas. Así, llegó a ocupar el cargo de gerente de Leasing en el Banco Provincia.
El viernes por la noche, la muerte lo sorprendió a la vera de la Ruta 30, ésa que recorrió tantas veces con su pasión a cuestas.
Estaba casado con Paula Terreros, quien lo acompañó en la vida y en la política, y tenía una pequeña hija, Lola.*
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