Un testigo de los crímenes de “Mansión Seré” denunció que fue agredido por el hijo de un represor
A raíz del episodio, Galvano radicó una denuncia por “amenazas y daños” en la Comisaría 2da. de la Capital Federal, que dio intervención a la Fiscalía Penal en lo Contravencional y de Faltas a cargo de Norberto Brotto, según pudo saber Noticias Argentinas. Según relató Galvano, cerca de las 10:00 de este domingo se encontraba conversando con un vecino en Estados Unidos al 400 -a unos 100 metros de su casa- cuando el hijo del represor Carlos Sánchez Toranzo pasó caminando a su lado “propinando insultos sin ningún motivo”.
“Sin mirarlo, le dije a mi vecino que esa clase de gente me tenía podrido. Y ahí se me vino encima con insultos y amenazas. Me empujó y me dijo que me iba a matar”, reconstruyó Galvano en diálogo con NA.
El agresor de Galvano, Juan Manuel Sánches Toranzo -vecino suyo en el barrio porteño de San Telmo-, le arrancó los anteojos y no dejó de insultarlo y golpearlo hasta que artesanos de la calle Defensa lograron terminar con la golpiza: varios de ellos fueron presentados luego como testigos en la denuncia en la comisaría. El ex coronel Carlos Sánchez Toranzo tiene pendiente una causa por los crímenes y torturas contra presos políticos en la Unidad 9 de La Plata, que participó de la denominada “Noche de los Lápices”.
Galvano señaló a NA que los insultos estaban “claramente relacionados” con el juicio que arrancó hace diez días y en el que Galvano ya declaró el pasado martes como sobreviviente del centro clandestino de detención Mansión Seré.
“Él ya me conoce por mi actividad en el sindicalismo en la Sociedad Argentina de Actores y por mi militancia por los derechos humanos hace muchos años”, señaló Galvano, quien estuvo detenido 67 meses en Mansión Seré, entre octubre y diciembre de 1977. El juicio lo lleva adelante el Tribunal Oral Federal Nº 5 (TOF5) y se encuentran acusados los brigadieres Hipólito Mariani y César Comes, quienes se desempeñaban como jefes de las primera y séptima brigadas aéreas de El Palomar y Morón, y se les imputan al menos once privaciones ilegales de la libertad, tormentos y homicidios cometidos durante la última dictadura militar.
Entre los acusados también está el teniente coronel Alberto Barda, quien estuvo a cargo del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, de Mar del Plata y al que se le imputa el secuestro y asesinato de dos personas. Antes del inicio del juicio, organismos de derechos humanos anticiparon que pedirán “prisión perpetua” y que se aplique la figura de “genocidio” a los represores.
La Mansión Seré, ubicada en Castelar, fue uno de los aproximadamente 500 centros clandestinos de detención que funcionaron durante la última dictadura en todo el país y formó parte de un circuito represivo bajo la responsabilidad de la Fuerza Aérea.
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