Un profesor de la Unicén estuvo detenido varias horas e incomunicado por una falta de tránsito
El director del Isistan, Marcelo Campo, y la secretaria de Ciencia, Arte y Tecnología de la Unicén, Analía Amandi, denunciaron públicamente la situación que vivieron el lunes pasado, cerca de las 13.30, en un operativo de tránsito.
Todo comenzó con un llamado del colegio San Ignacio, con el que le informaron que su hijo tenía fiebre. Al regresar de buscarlo, la mujer se cruzó con un procedimiento de tránsito en Arana 950.
?Me llama llorando porque estaba siendo amenazada, toqueteada, lo que fuere, con el nene al rayo del sol y con fiebre?, indicó Marcelo Campo. Continuando con el relato, agregó que ?primero como padre y después como esposo, violé todas las normas de tránsito desde Villa Laza a Arana 950 para llegar pronto a ver qué estaba pasando?.
Aún conmocionado por los sucesos, describió que en el lugar encontró a su mujer y su hijo ?con tres matones de Tránsito vestidos de negro, con cierta alegoría de la Gestapo, que ahora yo la voy a llamar la Gestapo lunghista, tocando a mi mujer y diciéndole: ?Vení gordita, querés que te acompañe al Hospital??.
Cuestionó que los inspectores no tienen poder para retener a un ciudadano en la calle y aclaró que cuenta con todo pago, ya que la falta se registró en torno a los comprobantes de la cuota del seguro que la pareja abona por débito automático.
Reconoció que elevó el tono de voz, pero consideró que es ?razonable en una situación así? y prosiguió: ?Llegó la grúa con dos gorilas, y uno le dice a otro: ?Quedate tranquilo que a éste te lo calmo yo??.
Inmediatamente, arribó la policía. ?Me esposan, me tiran adentro de la camioneta, me llevan a la Segunda, me despojan de todo?, contó Campo. Todo esto, acusando ?desobediencia?.
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?Este tipo
es conocido?
?Yo tengo todo pago. Hasta el gerente del banco Galicia habló para decir que esto está en débito automático, está todo en regla. Me tuvieron 8 horas más o menos, en un pocito mugriento de 1 por 1,50 metros, reclamando hablar con mi esposa?, relató.
Mientras estaba encarcelado, escuchó los llantos de su hijo y le indicó a su mujer que se retirara para que no terminara en el calabozo. ?Ahí se enteró que estaba vivo?, dijo.
Por otra parte, cuestionó que el automóvil en el que llegó al operativo, un Citroën C 4 modelo 2010 con 2 mil kilómetros, ?está todo rayado. Mi mujer se tuvo que ir caminando con mi hijo con fiebre y como yo estaba esposado, chupado, vamos a decir las cosas por su nombre, porque incomunicar a alguien por una falta de Tránsito… Estamos todos locos?.
Luego de pasar varias horas encerrado, le informaron que en treinta minutos lo liberaban. ?Después que hubo varios llamados que decían ?guarda que este tipo es conocido??, fundamentó.
En este sentido, se preguntó si una persona ?que no es tan conocida tal vez como yo, ¿no tiene ese derecho? ¿Tiene que llamar el rector de la Universidad y el secretario Legal para que a uno lo suelten, llevándolo descalzo de la Segunda a la Primera para que lo vea el médico así están bien cubiertos de que no me pasó nada??.
También mostró su muñeca lesionada. ?Me manotearon, me apretaron?, explicó y aclaró que no se resistió.
Confirmó que ?voy a hacer todos los pasos judiciales necesarios? y lamentó no haber recibido algún tipo de explicación de las autoridades municipales ni policiales.
?Es muy importante que esto lo comuniquen, porque esto está pasando?, advirtió para poner en alerta a la comunidad.
?Haceme
la multa
y me voy?
Analía Amandi reforzó el relato del episodio, en el que la preocupación central fue que sus hijos presenciaron la violencia que marcó la escena.
?Le dije haceme la multa y me voy a mi casa; dejá que lo lleve a casa, después vuelvo. Marcelo, cuando vino, se ofreció él a quedar en garantía. Lo único que dijeron de una manera burlona es tenés el Hospital a dos cuadras?, contó.
Más adelante, indicó que el trauma que vivió la lleva a moverse con pánico por las calles. ?Tengo todos los papeles en regla, hasta los impuestos pagos. Tengo un auto 2008 y un auto 2010, tengo todo en regla y retiré el auto el mismo día porque tengo todo pago?, manifestó.
Agradeció al personal del banco Galicia que la atendió fuera de hora para extenderle copias de los comprobantes de los pagos por débito automático y lamentó que la policía les haya provocado ?una carga de angustia, por verlo a Marcelo esposado, incomunicado?.
La secretaria de la Unicén confirmó que a su esposo ?lo iban a dejar toda la noche ahí por ir a defender a su mujer y a su hijo. Por algo que era justo, porque el auto lo tuve el mismo día porque teníamos todo pago, tenemos todo al día, no tenemos ningún antecedente. Somos gente de la Universidad, profesores, investigadores del Conicet, yo también tengo mi trabajo como autoridad de la Universidad, y este trato no puede pasar en la ciudad, éste no es el Tandil soñado que uno espera?, resumió.
Marcelo Campo destacó que ?nosotros volvimos a este país y a esta ciudad para vivir en el Tandil soñado. Y el Tandil soñado tiene que ser un lugar de respeto?.
Por último, se quejó porque a su madre le destruyeron la casa en un robo reciente, y ?yo estuve diez horas ahí y no vi entrar a ningún delincuente. Había diez tipos cuidándome a mí, no dándome el menor derecho constitucional, ni siquiera de comunicarme con mi esposa?.*
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