"ALAS EN FANTASÍA"
Tarde de caracoles
Textos de un Taller Literario que compartimos en El Eco de Tandil
Me llamo Lidia, nací en Capital Federal un 22 de junio de mil novecientos cincuenta y siete.
Hija de Carlos y Ana.
Corría el año 66 cuando mis padres decidieron venir a vivir a la ciudad de Tandil; los días me resultaban escasos para descubrir este asombroso mundo que se iba despertando ante mis ojos.
Fue entonces, que conocí a Cristina y pronto nos hicimos buenas amigas. Jugábamos con grillos, bichos bolitas sapos y caracoles. Papá le decía huevo frito, por sus grandes y hermosos ojos.
Recuerdo una tarde de verano a la hora de la siesta, cuando nadie nos veía, decidimos ir a la búsqueda de una lata de aceite vacía y con prisa y casi sin pausa la llenamos de caracoles.
Como estábamos en verano y hacía mucho calor andábamos en malla y nos subimos al tanque del agua y aquí comienza nuestra gran aventura.
¡Se largo la carrera!
Yo elegí los mas regordetes y de cascara muy dura. Luego puse cinco en cada pierna, uno en cada dedo del pie y ellos tenían que recorrer todo el circuito comenzando en los dedos y culminando al finalizar la pierna. Si por alguna circunstancia se desvían de su senda, tenían que comenzar nuevamente el circuito diagramado. Los diez primeros en llegar, eran los ganadores.
Yo no se cuanto tiempo transcurrió jugando y riéndonos, porque cuando es pequeño y se esta divirtiendo, pierde la noción del tiempo.
Cuando ya estábamos aburridas decidimos guardar en la lata a los perdedores y como prenda tenían que salir solos y regresar va su hogar. A los diez ganadores los llevamos al jardín y los colocamos en el pasto facilitándoles la tarea de regresar a sus casas.
¿Se imaginan nuestras piernas?
Y si, cubiertas de babas, por eso rápidamente fuimos en búsqueda de la manguera y jugamos al carnaval.
Esta fue una linda tarde del 66, otro día les cuento otra….
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Lidia Ana Massoni