Se registraron casos de secuestros virtuales y advirtieron sobre una modalidad que se repite
De acuerdo a lo informado, los alertas al Sistema de Emergencias ingresaron entre las 4 y las 7 y fueron sobre casos de comunicaciones telefónicas que advertían sobre un secuestro de un familiar y el pedido de dinero a cambio de su supuesta liberación.
Si bien la mayoría de los episodios no llegó a mayores, los uniformados confirmaron que una de las familias damnificadas logró caer en la trampa y entregó el dinero solicitado por los responsables del accionar.
Efectivo el pago
En concreto, se informó que un vecino de Maipú al 100 denunció que el jueves, alrededor de las 5.15 recibió en un llamado al teléfono fijo, donde una voz femenina le decía “papá ayudame que no me lastimen, quieren plata”.
Posteriormente del otro lado un hombre le exigió la suma de 45 mil dólares o 100 mil pesos, y le indicó que debía depositar dinero en la intersección de las calles Maipú y Alberdi.
Ante el pedido el denunciante recolectó 5 mil pesos y 3 mil dólares, los introdujo en una bolsa y los dejó en el lugar indicado para regresar inmediatamente a su domicilio.
Una vez concretada la extorsión, el damnificado se comunicó con su hija -que reside en La Plata- y logró constatar que se encontraba en perfectas condiciones.
Se iniciaron actuaciones por “Tentativa de secuestro virtual”, que fueron enviadas por la fiscalía interviniente a la DDI local.
Un caso, en
primera persona
Para alertar a los ciudadanos sobre esta modalidad, una vecina que ayer fue víctima de este accionar dio a conocer el caso.
De acuerdo a su relato, la odisea comenzó alrededor de las 6.30 “cuando se activó el despertador para que mi hija vaya al colegio”. En ese momento sonó el teléfono fijo y “atendió mi marido”.
Del otro lado, la supuesta voz de un hijo decía que “lo tenían secuestrado y que querían 25 mil dólares”, y en respuesta el hombre aseguró que no tenía esa suma y pidió un tiempo para conseguirla, pero insistía en que debía concretarse el pago con urgencia.
Frente a la desesperación, la mujer tomó el teléfono “y lamentablemente dije su nombre”, contó en referencia a uno de los errores que suelen cometerse y que son utilizados para sumar información.
“Le pregunté qué pasaba y me decía que le pasara con el padre, que no podía hablar”, explicó la damnificada, para indicar que luego de ese breve intercambio terminó la comunicación diciendo “más tarde te llamo”.
Inmediatamente la familia dio aviso al Sistema de Emergencia 101 Mejorado, mientras que por un teléfono celular llamó al joven supuestamente secuestrado. En esa comunicación pudieron constatar que “estaba en Buenos Aires, durmiendo, lo más bien”.
“Uno en ese momento se desespera, pero sabe por otro lado que puede ser mentira. Entonces lo primero que hace es llamar a la policía y a la persona que dicen que tienen secuestrada”, evaluó.
Otro caso en el
mismo edificio
Superado el “horror” que pasaron, y ya con la calma de saber que su hijo se encontraba a salvo, escucharon a una vecina de un departamento del mismo edificio a quien también le llegó un llamado para avisarle que habían secuestrado a su hijo “que lo tenían con un revólver en la cabeza; y ya estaba juntando el poco dinero que tenía”, narró.
Agregó que le exigieron que “juntara la plata, que la envolviera en un trapo rojo, que bajara, y que otra persona se quede en el teléfono mientras realizaba esa maniobra”.
Analizó que en los casos en que logran dar “con alguien que se asusta mucho y que junta algo de plata o cosas para entregar, vuelven a llamar. Cuando estoy consolando a mi vecina, que estaba desesperada y con un ataque de nervios, volvió a entrar otro llamado y atiendo porque ya sabía que estaban molestando”.
En simultáneo
Por otro lado, en el transcurso de la mañana la damnificada bajó y le contó lo sucedido al portero del edificio donde habita, quien también le comentó que “hubo dos vecinos más a los que les pasó lo mismo”.
“Todo ocurrió hoy (por ayer), a las 6.30, en el mismo edificio”, enfatizó, e informó que la policía le advirtió que en la jornada de ayer se registraron al menos cinco hechos de similares características en distintas zonas de la ciudad, en domicilios de la calle Maipú y de la avenida Avellaneda, más los cuatro ocurridos en el céntrico edificio de calle Alem.
A la hora de explicar la procedencia de los datos con que cuentan quienes realizan este accionar sobre cada familia, graficó que los uniformados “me dijeron que en uno de los llamados que hicieron le dijeron a una persona que habían secuestrado a su hija, pero en realidad no tenían ninguna hija”.
El modus operandi
A partir de esta situación, desde la Subdirección Departamental de Investigaciones local enviaron un comunicado a través del cual advirtieron a la comunidad sobre la problemática.
Informaron que mediante la utilización de un ardid o un engaño a través de llamados telefónicos “logran información de determinada persona”. Una vez obtenidos ciertos datos hacen referencia a un accidente de un familiar cercano, y luego de entablar diálogo le informan que lo tienen secuestrado, explicaron sobre el modus operandi que varía según el caso.
Luego advierten al damnificado que no debe dar aviso a nadie e inmediatamente lo obligan a juntar “la plata que tengan y salir a comprar otro celular con el cual se comunican”, indicaron.
En ese lapso no permiten que la comunicación telefónica se interrumpa hasta que se concreta la transferencia del dinero.
Asimismo, las autoridades policiales comunicaron que en caso de sufrir situaciones de este tipo los ciudadanos deberán comunicarse en forma inmediata con el Sistema de Emergencias Policiales 101 o a la comisaría más cercana a su domicilio.
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