Santamarina pagó muy caro sus errores
antamarina sufrió un duro golpe en su debut en el torneo Argentino A, siendo goleado en su visita a Cipolletti de Río Negro, conjunto que se impuso por 3-0, erigiéndose en el único líder de la zona 1 luego de la disputa de la primera fecha.
Desde el inicio, el panorama se presentó muy sombrío para la escuadra tandilense.
Porque en la primera acción de riesgo del cotejo, el dueño de casa estableció la diferencia, a través de una maniobra con balón detenido.
De la ejecución se encargó Porra, que con su envío encontró, casi en el área chica, a Padua. El delantero aprovechó que Ijurco no salió a cortar y puso el 1-0 con un cabezazo de pique al suelo.
El elenco de Botella tuvo una respuesta positiva a ese cimbronazo. No se desesperó, mantuvo el orden y se mostró como un equipo solidario, virtudes que le permitieron controlar los avances de los patagónicos y, aunque de manera esporádica, arrimar peligro sobre la valla defendida por Ruiz.
En 12?, Darío González, a esa altura devenido a enganche tras comenzar como volante central, remató apenas ancho tras una buena maniobra de Arévalo y poco después el que inquietó de media distancia fue Barrios Suárez. También sin puntería transcurrió el intento de Camilo Fernández.
Del otro lado, Santamarina sufrió en una acción accidental de Arévalo, cuya pifia obligó a Ijurco a ensayar una volada para enviar el balón al tiro de esquina.
Además, por muy poco Padua no llegó a conectar un centro de Berra que no pudo ser interceptado por Ijurco.
Y en 36? un grosero error de Dragojevich le permitió al local ampliar el margen de su diferencia. El zaguero central le regaló el balón a Weisser, que habilitó a Porra para que éste, tras ingresar al área sobre la izquierda, fusile a Ijurco decretando el 2-0.
Así fue que el aurinegro se retiró al vestuario sufriendo una excesiva desventaja, presa de dos errores puntuales que lo dejaron muy lejos en el marcador de un partido que hasta ahí presentó un trámite por momentos muy equilibrado.
La aceptable imagen (pese al resultado adverso) dejada por los tandilenses en la primera mitad, se trasladó al primer cuarto de hora del complemento.
Aunque acusando cierta falta de inventiva, el aurinegro ofreció actitud y se arrimó en un par de ocasiones.
Primero con un remate alto de Camilo Fernández y a posteriori con un centro de Kruger que, tras ser bajado por Barrios Suárez, encontró la intervención de Ruiz.
Botella buscó torcer la historia con los ingresos de Ischia y Cuello, aunque las variantes no significarían demasiado en el desenlace del encuentro.
Santamarina siguió avanzando tibiamente (apenas contó con una chance clara a través de un disparo cruzado de Ischia) ante un adversario que en el final alcanzó su tercera conquista, a través de un penal convertido por Alecha, previamente derribado por Ijurco.
Fue el último mazazo para el aurinegro, que terminó goleado aunque ofreciendo una digna producción si se evalúan las condiciones en las que afrontó este debut.
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La figura
Emmanuel Giménez
Pese a que su equipo fue goleado, el volante central se erigió en el punto individual más alto de la cancha. Justificó ese privilegio con su aptitud a la hora de la recuperación y su criterio al momento de distribuir.
Tres empates
La victoria conseguida ante Santamarina le permitió a Cipolletti quedar como único líder del grupo 1, dado que los otros tres cotejos de la primera fecha terminaron igualados.
Fue 1-1 en Tres Arroyos entre Huracán y Alvarado de Mar del Plata. El local, que sufrió la expulsión del entrenador Hugo Tenaglia y el preparador físico tandilense Marcelo Corrente, se puso en ventaja a través de Carlos Paratore; mientras que en tiempo de descuento David García Lorenzo estableció la paridad final.
En tanto, se registraron sendos empates sin tantos en Rivadavia de Lincoln-Juventud de Pergamino y Guillermo Brown de Puerto Madryn-Villa Mitre de Bahía Blanca.
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