Residuos, reciclaje y generación de empleo, el círculo virtuoso de una ordenanza que se “paga sola”
La propuesta del Frente de Todos busca lograr una ecuación que cerraría, a primera vista, para todas las partes. El Relleno Sanitario no agotaría tan rápidamente su última parcela pendiente, los recursos de los tandilenses también aportarían a organizaciones que hace años trabajan en juntar, reciclar y sacar los residuos de la ciudad generando empleo, impactando positivamente en el medioambiente y la calidad de vida.
Recientemente el presidente del Bloque del Frente de Todos, Rogelio Iparraguirre, presentó el Proyecto de Ordenanza para la Creación del Régimen de Promoción y Fomento de las 3Rs (Reducir, Reutilizar y Reciclar) junto a integrantes de la Mesa Girsu, Jóvenes por el Clima, Recuperadores Urbanos del MTE, Punto Verde, y de la Tecnicatura de Ambiente de la Unicen.
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Esta ordenanza es el producto de la trayectoria de, por lo menos, los últimos seis años de lo que es el debate en torno a la necesidad de encarar en la ciudad una Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). En esta discusión, recordó que hubo propuestas tales como la ordenanza para iniciar un proceso progresivo de separación de residuos en origen que lamentó no haya contado con acompañamiento del oficialismo.
Así también lo fue la conformación de la Mesa Girsu, con una variedad de actores que lograron un espacio “transversal, plural y democrático”, con la participación de las ONG locales que trabajan la cuestión ambiental; la Unicen y el Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales (CINEA) de la Facultad de Humanas; representantes de partidos políticos como el GEN, el Frente Renovador y el Peronismo; la Cooperativa de Recuperadores Urbanos del MTE, entre otros, aunque siempre quedó “vacía la silla más importante que es la del Municipio”.
Cabe recordar que ante esta ausencia fue que presentaron el proyecto para institucionalizar la Mesa Girsu, que tampoco fue aprobado. “En todo ese recorrido, y a la par de que cada vez más sectores de la sociedad tomaban conciencia sobre la necesidad de encarar una Girsu, se han sumado nuevos actores como Jóvenes por el Clima, y se decide presentar este proyecto”, explicó el concejal.
A su decir, es una propuesta muy estudiada y bien planteada para crear dos cosas en paralelo, por un lado un Fondo que formula la afectación del 1,5 por ciento de la Tasa Retributiva de Servicios, y por otro lado la creación de un registro de organizaciones con ciertas condiciones a cumplir y una mesa de gestión.
“Esto saldaría el debate de la silla vacía del Municipio en la Mesa Girsu”, estimó, refiriendo que al contemplarse la participación de las organizaciones, más concejales y el departamento Ejecutivo, como autoridad de aplicación, se lograría que el Estado municipal esté “en la misma mesa con los actores protagónicos” involucrados en este proceso “tan necesario, importante y tan pendiente”.
Un proyecto que “se paga solo”
La Tasa a la que refiere es la más común que pagan todos los vecinos de Tandil, y principalmente tiene vinculación con los residuos, en la recolección y deposición final. “Como tiene que ver con eso, proponemos que se afecte dicho porcentaje, que a valores del presupuesto de este año son un poco más de tres millones”, detalló.
De ese monto, el 20 por ciento se destinaría a financiar a las organizaciones que trabajen campañas de concientización y fomento justamente de las 3R (reducción, reutilización y reciclado), así como el compostaje. En tanto que el 80 por ciento restante sería para las que directamente trabajan en el recupero, almacenamiento, tratamiento, compactación y posterior venta de esos materiales que finalmente salen de la ciudad.
“Decimos que es una ordenanza virtuosa porque se paga sola”, aseguró Iparraguirre e informó que el último dato oficial de principio de año arrojado por Usicom habla de 1.200 pesos por tandilense por cada tonelada de residuo que va al relleno sanitario.
En este sentido, reveló que en Tandil se sostiene un nivel de generación de basura que supera la media de la Provincia debido a la “composición socioeconómica” la ubica en un promedio de entre 150 y 170 toneladas diarias, que considerando los 22 días que trabaja el relleno son más de tres mil toneladas, a 1.200 pesos cada una, dan como ecuación el dinero que gastan los ciudadanos en la deposición final.
Más allá del ahorro que le significan al Municipio estas organizaciones que tratan los residuos reciclables, y por ende a los tandilenses, el referente del Frente de Todos destacó que realizan un enorme trabajo en pos del medioambiente y de la calidad de vida de los vecinos.
Explicó, entonces, que cada tonelada que ellas quitan del circuito con todo el tratamiento que requieren para posteriormente venderlas fuera de la ciudad, son cantidades que no van al relleno sanitario.
La última celda del Relleno
Así, el cálculo para reafirmar que es una ordenanza que se paga sola, se sustenta en que sólo la Cooperativa de Recuperadores Urbanos con el trabajo de los cartoneros hasta octubre y en un año de pandemia, donde estuvieron varias semanas imposibilitados de trabajar y además se vio reducida la generación de residuos, recuperaron de la calle más de 600 toneladas.
“Cuando el Municipio les da para cubrir el costo de alquiler del galpón no les está dando un subsidio, les está retribuyendo lo que hacen”, aclaró y así es que van en busca de la institucionalización de esa relación entre las organizaciones que trabajan en pos del cuidado del medioambiente y el Estado municipal.
Sin ánimo de alarmar, sugirió que es necesario tener en cuenta que se está completando la última celda disponible en el relleno y ya no hay más terrenos lindantes para comprar. “En menos de un año, que es la vida útil que le queda al relleno, el Municipio va a tener que inaugurar uno nuevo”, explicó.
Por eso entendió como esencial la producción de políticas públicas virtuosas que apunten a la reducción de residuos que tengan como deposición final el relleno, pero además que contemplen y acompañen con la concientización a la población, que aseguró cada vez está más comprometida con el cuidado del medioambiente.
El círculo virtuoso, el futuro y la necesidad de empezar “cuanto antes”
Por su parte el Ingeniero Industrial e Investigador del Ambiente, Luciano Villalba, quien trabajó en la redacción del proyecto de ordenanza, consideró que puede ser muy útil la aprobación del mismo y también destacó el concepto de que “se paga solo”.
“Si se logra evitar que las toneladas vayan al Relleno Sanitario y pasen al reciclaje o directamente no se generen, la plata invertida se ahorra más tarde en lo que sería la deposición y entierro de ese material”, sostuvo. Asimismo, advirtió que esa acción, más allá de provocar impactos ambientales negativos, no genera empleo.
Entonces, de esta forma, se encaminaría a la manera de sostener un círculo virtuoso de reciclaje que genera empleo, reduce impactos ambientales y, por otro lado, permite a las organizaciones de Tandil seguir desarrollándose y tener ingresos. “Creo que la idea del proyecto es buena, es algo necesario”, consignó.
De a cuerdo a la apreciación del investigador del CINEA de Unicen, la medida principalmente en lo que significaría transformar la gestión de los residuos para la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes, tendría un eco mucho más amplio que el visible a corto plazo en caso de aprobarse. En ese sentido, Villalba destacó el hecho de empezar a transitar cambios que van a ser “importantísimos” para el futuro de la humanidad.
“El tema no es tanto si avanzamos o no en separar nuestros residuos y darle un tratamiento de bajo costo (monetario y energético) ambientalmente adecuado, sino cuándo. Y cuanto antes comencemos mejor”, aseveró.
Sin embargo, también contempló que todo es parte de “una gran cantidad de cambios” que la sociedad necesita llevar adelante, para los cuáles es imperante “redirigir recursos”. En este caso explicó resumidamente que se trata, así, de “transformar un futuro gasto por una inversión que genera trabajo y cuida el ambiente”.