Paz se declaró inocente, afirmó que la causa está ?armada? y la vinculó con el asesinato de Cano
Como se esperaba, Julio César Paz se declaró inocente en la tercera jornada del juicio oral y público que se le sigue por el asalto en el que fue baleado el contador Rubén Sanzoni, ocurrido en junio de 2008.
Si bien estaba prevista la presentación del último testigo, ante su ausencia y la imposibilidad de contactarlo, el defensor Carlos Kolbl solicitó que se incorporara la declaración por lectura.
Antes de escuchar al acusado, la defensa también planteó la ampliación de la prueba destinada a intentar fijar el lugar en que se encontraba Paz cuando sucedió el hecho a través de una llamada que recibió en su celular. Así, pidió la presencia de un técnico de la empresa telefónica que pueda despejar las dudas que genere el informe final.
Al culminar la jornada, el Tribunal Oral Criminal 1, integrado por Carlos Pocorena, Guillermo Arecha y Agustín Echevarría, accedió a la demanda e indicó que se concretará la presentación técnica el próximo jueves a las 10.30 para luego dar lugar a los alegatos.
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La coartada
Cumplidos los primeros pasos, Julio César Paz tomó asiento frente al tribunal para reiterar su inocencia, denunciar que fue una ?causa armada? por la policía e insinuar que pudo haber una relación entre el crimen de Juan Antonio Cano ?por el cual fue condenado a 23 años de prisión- y la imputación actual.
?Estoy detenido por una cosa injusta?, lanzó en el comienzo de su declaración y aseguró que decidió cambiar su vida tras el asesinato al productor papero Cano ocurrido hace más de una década.
Inmediatamente, Paz describió su coartada y aclaró que las planillas telefónicas correspondientes a su celular le permitieron reconstruir lo que realizó en la jornada, ya que ?fui sorprendido? por la acusación.
Indicó que el 3 de junio de 2008, el día de la salidera bancaria a Sanzoni y su esposa, suspendió un viaje que tenía programado a Dolores para realizar un trámite ante el Tribunal de Casación.
Decidido a faltar al trabajo, se levantó a las 10.30 e hizo arreglos en su auto. Cerca de las 13 se presentó en el Patronato de Liberados, ubicado en Las Heras y Colón, donde mantuvo una entrevista con la trabajadora social. A las 13.30 recibió el llamado de su cuñado y empleador en una zinguería, que lo consultó por un tema laboral.
A las 13.39, su esposa recibió un mensaje al celular y minutos más tarde salieron a buscar a un sobrino. También consignó que fue a hacer una compra a la estación de servicios de Espora y la Ruta 226, regresó a su casa y volvió a salir.
En cuanto a los testimonios objetados por el fiscal Gustavo Morey, Paz resaltó que ?la gente que vino, vino a decir lo que vio? y apeló a que ?analicen, tengamos en cuenta que hay familias detrás de todo esto?, en relación a su posible procesamiento por declaraciones falaces.
?Causa armada?
Tras aclarar que sólo pudo reconstruir parte de lo que hizo el 3 de junio, aseguró que atraviesa ?una situación terrible. Llevo dos años preso y no tengo nada que ver?.
En su testimonio, Paz habló de una ?causa armada? por la policía y recordó que en julio fue detenido por un problema de familia. Demorada su libertad, señaló que el 6 de julio le tomaron una fotografía en la Seccional Primera, entonces dijo: ?Me ofrezco para cualquier prueba de reconocimiento?.
?Creo que las cosas se tendrían que haber hecho como corresponde?, manifestó el acusado y marcó que en lugar de convocarlo a una rueda de reconocimiento le mostraron su foto a los testigos.
También cuestionó que a Sanzoni le exhibieron retratos suyos mientras se recuperaba en el Hospital y señaló a otro hombre como sospechoso, pero ?un mes y medio después le muestran las fotos y me reconoce a mí?.
Además de la rueda de reconocimiento, objetó que dos días después del hecho una periodista informó que la policía sospechaba que había sido el autor del atraco y reclamó que se filtrara su nombre si no había sido acusado, lo que abonaría su teoría de una ?causa armada?.
La capucha
?Nunca hice un delito a cara descubierta, jamás mostré la cara. No cabe en mi historia y está en todas las causas?, agregó Paz para diferenciarse del hecho que se le imputa. ?La vieja escuela del delito dice que no hay que mostrar la cara ni dejar huellas?, agregó, avalando su frondoso prontuario.
Con las piernas cruzadas debajo de la silla y moviendo continuamente el pie derecho, afirmó que todo el proceso ?está teñido de una terrible sospecha?.
Paz manifestó que cuando salía a robar indefectiblemente usaba una capucha, que incluso había agujereado para poder fumar sin quitársela; guantes y siempre era de noche, intentando demostrar un modus operandi distinto al de la salidera a Sanzoni.
Consideró que ?no tiene sentido todo? y menos ?arriesgarse por 25 mil pesos que no alcanzan ni para pagar un abogado?.
También recordó que nunca lo habían podido identificar gracias a la capucha y que fue el capitán Javier Vega, en Lobería, el que logró que lo marcaran durante una rueda al hacerlo apuntar.
?Me gané el odio de toda la policía, no me pudieron reconocer, nunca me secuestraron, porque siempre robé plata y alhajas?, argumentó para regar su teoría de la ?causa armada?.
En el final, Paz expresó: ?Pido que se haga justicia, que no se condene a Julio Paz, que se condene la causa? y solicitó que ?haya garantías, sabiendo que soy un número puesto, que sirvo para cualquier causa?.
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