Loimar S.A. | SOLICITADA
En razón de los acontecimientos referidos a LOIMAR SA y a los operarios que trabajaron para la misma, la Empresa desea aclarar lo sucedido, su actual situación y su propuesta.
La empresa experimentó dificultades desde fines de 2014. Costos dolarizados, inflación creciente, demanda decreciente y un precio estancado en su producto principal, el ladrillo hueco, volvieron insostenible la estructura: para sobrevivir, LOIMAR debía achicarse.
Pero fue imposible entrar en razón con los delegados y con el sindicato. No se pudo avanzar con despidos, ni siquiera pagando por encima de lo que indica la ley, y los planes de retiro voluntario fueron boicoteados. Tampoco tuvo éxito el Procedimiento Preventivo de Crisis iniciado en mayo 2019 ante el Ministerio de Trabajo. El derecho de una empresa a elegir cómo y con quiénes trabajar fue siempre atropellado, desconociendo la ley: el despido sin causa, por ejemplo, está habilitado y reglamentado en el artículo 245 de la Ley de Contratos de Trabajo. La parte gremial parece ignorarlo.
En octubre de 2019 la empresa decidió no posponer más las cosas y desvinculó a 10 operarios (sobre 81). Los delegados convocaron a un piquete en la entrada de la fábrica. Tras el fracaso de una Conciliación Obligatoria y la continuación del bloqueo, en noviembre LOIMAR desvinculó a la totalidad de sus operarios para después apagar los hornos y cerrar la fábrica.
El año 2020 comenzó sin perspectivas de solución. El lema del sindicato, “todos adentro”, era a todas luces caprichoso e impracticable. Pero en mayo un grupo de ex operarios se contactó para decir que estaban dispuestos a trabajar como la empresa decidiera. Así, nuevos inversores constituyeron el Fideicomiso Tandilceram para explotar la fábrica con menos gente y bajo un esquema distinto, aunque cumpliendo con el mandato de transferir a LOIMAR los fondos necesarios para saldar su deuda laboral.
Gracias a eso y al contrario de lo que se escucha, LOIMAR está pagando las indemnizaciones. Ya acordó con 13 ex operarios que se acercaron a hablar, y lo hará con todos si lo hacen. Sin embargo, para completar el proceso necesita que Tandilceram entre a fábrica con su gente, la ponga a punto y comience a producir. Se intentó el 10 de diciembre pasado pero el piquete sindical lo impidió, y así continúa hoy.
La empresa ofrece una solución real, ahora y para todos. Pero los ex delegados y algunos seguidores la boicotean, tal como quedó detallado este lunes en un extenso comunicado donde, entre muchos otros hechos denunciados, un grupo de ex operarios pide volver a trabajar en paz.
No es cierto que si cobran se van, como han intentado hacer creer en los medios los ex delegados.. Lo demuestra la última audiencia en el Ministerio de Trabajo, el 28/12/2020 en La Plata, donde lo único que pidió la parte sindical fue la reincorporación de los ex delegados. No hablaron de liquidaciones finales, ni presentaron nada al respecto. Al día de la fecha LOIMAR no ha sido notificada de ninguna liquidación salarial.
En este contexto, nos presentaremos formalmente en la causa penal para sumarnos al proceso iniciado por la fiscalía días atrás, y seremos enérgicos en el reclamo para accionar con todo el peso de la ley contra quienes bloquean el ingreso a fábrica.
Los ex delegados y quienes deseen acompañarlos tienen derecho a manifestarse, pero no de esta manera. No bloqueando el ingreso a una propiedad ajena y mucho menos dejando sin trabajo a un grupo de ex compañeros, sin indemnizaciones al resto, y sin una importante fuente de trabajo a la ciudad de Tandil.
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