Las instituciones suman experiencias lectoras
En el Centro Educativo Complementario 801 (Grupo A1) realizaron una experiencia enmarcada en el Plan Ciudadano de Lectura bajo la asistencia de la docente Alejandra Cordal. La orientadora educacional, Laura Virginia Rocha, dio detalles de la vivencia.
Explicó que son chicos que concurren a primero, segundo y tercer año de diferentes escuelas primarias.
Una de las actividades que realizan en el Centro Educativo es escuchar leyendas de diferentes regiones del país, que les leen sus señoritas. En cada una de las leyendas descubrieron los animales que viven en Argentina. Luego, entre todos, armaron nuevamente la historia. También realizaron manualidades a partir de los personajes o de los paisajes que describían las historias.
Después de la experiencia, los niños del Centro Educativo recomendaron las siguientes lecturas: El quirquincho músico, Hay que hacerle caso a la madre tierra, Elal y los pájaros, Pinocho y El abeto de Andersen.
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En Nuestra Tierra
Luego de haber leído la obra de la autora Iris Rivera, los chicos se animaron a escribir sus propias historias.
?Cuento Combinado?
Por: Baltasar González, Gonzalo Etchanchú, Fermín Medina, Juana Ciccimarra y Martina Torres
?¡Se escapó! ¡El cuco! Encima secuestró al señor Medina, lo puso en la pluma. Después escribió y lo dejó adentro de una palabra, ¡¡Pobre señor Medina!!! Subió y bajó como en un tobogán de aquasol (sss), después dio una vuelta al mundo en 80 días (aaa). Subió más alto que una montaña, que el Aconcagua (lll). Luego apareció en una pista de skate, al fin llegó a la parte plana (vvv) pero? hizo un rulo bajo, subió (eee), bajo y por último subió de vuelta (nnn).
Encontró tres lomitas chiquititos (mmm), hizo otro rulo (eee), llegó a una laguna?
Tomó toda el agua y quedó azul para siempre. Si me quieren encontrar?
Sálvenmeee.
¿Alguien podrá ?desescribir? esta palabra?
El señor Medina?.
?Dando vueltas?
Por: Benjamín Villar, Candela Collman, Felipe Martínez, Manuel Márquez, Sabrina Salemne.
?Me subí al auto y de repente ¡choqué! Cuando salí de esa chapa con ruedas, a lo lejos vi una lúgubre mansión; entré, subí a una escalera de esas que suben cuando estás abajo y bajan cuando estás arriba; todo eso lo hacía sola, además tenía cuatro patas. Para mí eran fantasmas de orejas gigantes.
Miré a los dos lados y seguí caminando; en mi camino se aparecieron cuatro espejos y de repente me ¡deformé! era ¡alto! luego ¡gordo!; después ¡parecía un chicito!
Miré una mosca y cuando me quise acordar era elástico ¿habré comido algo que me cayó mal?
Me mareé y me dieron náuseas.
El tenía lo que todos deseaban, uno por uno estirábamos las manos ¡Ay casi lo agarro! Escuche algo así: tilintilín.
De repente paré de dar vueltas, ahí la escuché a mi mamá que dijo: vamos hijo que es tarde.
Lo sortija la agarró mi hermano?.
?El arroyo negro?
Por Iñaki Gopar, León Tripiana, Malena López Robledo, Sol Lacovara y Violeta Ruiz
?Esa gota rebalsó el arroyo, y todavía ¡más gotas! Iban cayendo… El arroyo se hacía más y más grande, pero no era cualquier arroyo, era uno negro.
Empezaba en una ventana con pelos y terminaba en el vacío.
De repente, una gota de ese arroyo cayó en un zapato. No era cualquier zapato, era el más nuevo de su mamá
¡Ella lo abrazó! Lo más fuerte que pudo. Lo estrujó, pobre
¡El se había caído en la cancha! ¡Qué golpe se dio! Tenía la cara llena de barro.
La mamá le pasó con amor la suave mano por el cachete y el arroyo negro desapareció por completo?.
?Por no hacer caso?
Por Bruno Chiapetta, Jeremías Rodríguez, Joaquín Porta, Luciana Varales y Paz Peralta
?Yo era chiquito y?¡ni ahí! Le hacía caso a mi mamá.
Me decía que al árbol del fondo no me suba. Lo mismo me daba a mí.
Un día subí. Ella me avisó y caí ¡me hice percha! Para colmo, aaalto era el árbol. Caí tragué pasto. Luego vomité. Enfermo pensé que yo estaba.
El vómito, se transformó en un grillo. El grillo en un monstruo yyo empecé a correr. Qué suerte que tenía los botines de fútbol.
Pero él, grandote, pesado y todo me alcanzó. Costó mucho entrar por abajo de la puerta de mi casa. Llegué a la cocina y me metí en la heladera y cuando entré, agarré un cacho de hielo, ¡me electrocuteeé! Y el hielo salió volando. Aterrizo arriba del monstruo y el grandote se cayó patas arriba. ¡Durito como una piedra! Lo tengo ahí hace como tres años; lo guardé para el proyecto de la escuela. ¡Me saqué 10! El monstruo ya se debe haber descongelado porque con lo enojado que está conmigo ¡está ardiendo de fuego!?.
?¿Pero…Qué pasa??
Por Ignacia Jano, Irina Di Cosmo y Nadia Colavita
?Entré a la escuela con mi amiga Lola. Ella abrió la puerta, la del baño. No vi muy bien, algo salió y la agarró. Corrí hasta mi casa. Llegué muy asustada. Llamé a tres amigas para que me ayuden a averiguar qué pasaba. Nos encontramos en la escuela. Juntas llegamos al baño…
De tanto miedo que tenía no quise abrir la puerta y le pedí a Luz que abra la puerta.
La abrió y entró. Esperé pero no salía.
Yo seguía con miedo de que esa cosa me agarre… pero igual, tomé coraje y entré? y no sabés lo que encontré….
Había, ¡Una fiwata! Entré y bailé muchísimo y el profe, al escuchar los ruidos, nos pidió que saliéramos, nos retó mucho y a dirección.
El después tuvo una charla con mamá, ella me castigó sin tele, sin computadora sin ir o invitar amigas… y bueno también me toca ir al cuarto donde tengo mi gran mundo de fantasía, que no tiene… fin?.
Maratón de Lectura
Los docentes del Colegio de la Sierra creen firmemente en la importancia de formar lectores de literatura, por eso se han comprometido diariamente a garantizar experiencias ricas con textos de calidad.
El trabajo se ve cotidianamente y no sólo se logra con una organización sistemática de actividades, secuencias o proyectos que aborden la literatura, sino que se ?enseña con el ejemplo?.
Son los docentes quienes disfrutan de los libros, los cuentos, los poemas, las historias, las anécdotas, las obras de teatro. ?De otro modo, serían en vano todos los esfuerzos que pudiésemos realizar por desear transmitir a los niños algo que no sentimos?, dicen desde la dirección.
Por todo esto es que, entre tantas otras actividades y experiencias literarias que desarrollan alumnos, este año eligieron adherirse a un interesante y valioso proyecto: la Maratón Nacional de Lectura, de Fundación Leer.
La misma se llevó a cabo el viernes 1 de octubre, de 11 a 13 para ambos turnos. Se convocó a la comunidad educativa para acercarse al jardín del colegio con el deseo de compartir con los niños un momento de lectura.
Los familiares que participaron, lo hicieron con gran entusiasmo, resultando en un placentero encuentro entre lectores de distintas edades y los libros. Más allá de los resultados numéricos en cantidad de libros leídos o personas que participaron de esta maratón, se pudo evaluar como una exitosa propuesta ya que se cumplió el propósito central: disfrutar junto a las familias el placer por la lectura.
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