Hallaron restos óseos de un hijo de la mujer violada por su padre durante 23 años
Mónica Sotelo había relatado a la Justicia que uno de los hijos nació muerto y el cuerpo fue enterrado por su padre, el detenido Simeón Sotelo, de 60 años, en el patio de la vivienda, ubicada en el barrio Roulet, en la ciudad misionera de Eldorado.
La propia Mónica guió a la policía hasta el lugar donde creía enterrado el cuerpito, detrás de una precaria cocina. Las excavaciones permitieron hallar a unos 60 centímetros de profundidad una bolsa de polietileno en cuyo interior había restos óseos que se creen pertenecientes a un bebé.
Fuentes policiales indicaron que, ante la Policía, Mónica dijo que la criatura nació muerta, pero no pudo recordar la fecha exacta, y señaló que posteriormente tuvo otro hijo producto de las violaciones de su padre. Los restos hallados fueron secuestrados para ser sometidos a pericias y quedaron a disposición de la Justicia.
El 7 de julio pasado, la opinión pública misionera se conmocionó cuando Mónica denunció su caso en la Comisaría de la Mujer, tras haber confesado sus tormentos durante una charla con dos religiosas.
En esa charla, confesó que desde los ocho años su padre la obligaba a mantener relaciones sexuales con él, pesadilla que también vivió una hermana suya que se terminó yendo de la casa, según dijo. Fruto de esas relaciones nacieron siete chicos: tres de su hermana y cuatro de ella.
Los hijos de Mónica tienen actualmente 6, 11 y 13 años. El primero la tiene a ella como madre soltera, mientras que los otros dos fueron inscriptos como hijos de madres con identidades falsas.
En una entrevista con el diario “El Territorio”, Mónica contó que los abusos sexuales por parte de su padre, “comenzaron a los 8 años, inclusive mi mamá vio todo eso, ella sabía pero se fue con otra pareja”.
“Mi hermana mayor, de 10 años, también era abusada y cuando tenía 18 años tuvo una hija que ahora está a mi cargo, porque se fue a vivir a Buenos Aires cuando la nena tenía dos años. Mi sobrina es discapacitada en un 90 por ciento”, contó en la nota.
La mujer dijo que “hasta que me quedé embarazada, para mí era todo normal, éramos una familia normal.
Después, en el hospital, me di cuenta que él ocultaba que era el padre del niño y también ligué una paliza, porque quería decir que yo tenía noviecito, pero nada que ver, era para ocultar los abusos que me pegó y le dijo a todos que yo tenía un noviecito”.
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