Fotógrafos se agrupan para pedir por sus derechos de autor
En una era donde las imágenes que se publican en medios digitales, diarios de papel y redes sociales parecieran multiplicarse y circular sin ningún tipo de control, los fotógrafos argentinos decidieron comenzar a organizarse para, por primera vez en su historia local, poder cobrar y exigir que se cumplan sus derechos de autor.
A diferencia de la obra de un músico, un escritor, un pintor o un dramaturgo, que no puede ser utilizada sin autorización hasta 70 años después de la muerte de su autor, en Argentina las fotografías pasan a dominio público luego de 20 años de haber sido publicadas.
“Eso significa que hay fotógrafos vivos sin poder cobrar ni decidir sobre el uso de su trabajo. Argentina es el único lugar del mundo donde sucede una cosa así”, cuestionó Alfredo Srur, fotógrafo y presidente de InterArtis, asociación de gestión colectiva por los derechos de autor de intérpretes y bailarinas que desde noviembre de 2018 sumó a los fotógrafos a su órbita.
En su artículo 34, la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual -vigente desde 1933- diferenció a la fotografía del resto de las disciplinas artísticas: ¿Qué consecuencias tuvo para los autores? ¿Cómo impacta hoy, en medio del bombardeo anárquico de imágenes, la vigencia de una ley sancionada cuando Internet hubiese sido considerada un delirio futurista?
Srur lo resumió así: “En Argentina cualquier persona saca una foto, la publica y 20 años después una marca puede utilizarla para lo que se le antoje sin pedir permiso ni pagar un peso, mientras que para hacer lo mismo con una canción o un libro, tienen que pasar 70 años desde la muerte del autor”.
Según la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) el caso local se diferencia del de países como Chile y Uruguay, donde la fotografía tiene 50 años de protección post mortem; de España, Brasil y Venezuela, donde son 70 post mortem; Estados Unidos (90) o de México (100).
“La ley tampoco se cumple. Mientras SADAIC le cobra a un salón por las canciones que pasa durante una fiesta de 15, la fotografía no recauda por su uso en televisión abierta, de cable, en las grandes plataformas web, proyecciones en recitales. Es como si fuesen de nadie”, afirmó Srur. .
María Eugenia Cerruti es reportera gráfica y el 24 de marzo de 2004 cuando trabajaba para el diario Clarín tomó la imagen del ex presidente Néstor Kirchner descolgando los cuadros de los dictadores Jorge Rafael Videla y Roberto Bignone que dio la vuelta al mundo.
“Se publicó en el diario y después la usaron en otros medios incluso sin siquiera poner mi nombre”, dijo Cerruti a Télam.
Para la fotógrafa “Internet es un descontrol y si bien entiendo que esa imagen es de interés publico porque es un hecho histórico, el problema no es quien lo usa para un blog sino quien lucra con esa foto y quien tampoco reconoce que esa foto tiene un autor, ¿pero qué puedo hacer desde mi lugar?”, cuestionó.
“Es un ejercicio engorroso, son mecanismos que podrían ponerse en marcha frente a empresas en condiciones de pagar, pero el procedimiento judicial no es una medida útil. Lo ideal sería impulsar un proyecto que modifique la ley, pero hoy el Congreso está trabajando en cosas más urgentes”, dijo, por su parte, Gustavo Schotz, titular de la Dirección Nacional de Derecho de Autor, dependiente del Ministerio de Justicia.
Pasados 20 años de su publicación, una fotografía entra en dominio público y el autor pierde el derecho a cobrar y decidir sobre su uso, pero no los “derechos morales” de Paternidad e Integridad, que son imprescriptibles: su nombre deberá aparecer siempre junto a la imagen y ésta no deberá ser modificada.
Sin embargo, Bernardo Carbajal, fotógrafo, abogado y asesor de la comisión de fotógrafos de Interartis, aseguró que nada de eso se cumple. “Los diarios citan al autor sólo si se trata de una agencia extranjera por temor a represalias legales y, por otro lado, se la pasan cortando imágenes para que entren en el diseño de sus páginas”.
En ese escenario, Lucas Rizzo, abogado especialista en derechos de autor y Director Ejecutivo de InterArtis Argentina, anticipó el primer paso del “muy largo camino” que tienen por delante: “A corto plazo empezaremos manifestando que hay un autor detrás de cada imagen, y si nos dedicamos a eso en lo inmediato, ya vamos a estar haciendo algo muy importante por la fotografía”.
Recibí las noticias en tu email