El planeta rojo y la “luna de sangre”, un doble espectáculo celestial que acaparó las miradas
El eclipse lunar más largo del siglo XXI empezó a teñir de rojo este viernes el satélite. Mientras que Marte, casi en su punto más cercano a la Tierra, brillaba con todo su esplendor. Habrá que esperar otros 15 años para observar este emocionante espectáculo celestial.
El doble espectáculo pudo observarse a simple vista, sin necesidad de protección como ocurre con los eclipses de Sol, con la salvedad de las nubes. “Lo único que tienen que hacer es salir”, animó a los aficionados la Royal Astronomical Society de Londres.
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El eclipse, que corresponde al momento en que la Luna se sumerge en la sombra de la Tierra, pudo verse total o parcialmente en medio mundo: África, Europa, Asia y Australia. Pero es en el este y el sur de África, Oriente Medio e India donde mejor se apreció el espectáculo celestial.
En todos los países concernidos se organizaron actividades para observar el fenómeno.
Cerca del lago Magadi, a 100 kilómetros al suroeste de Nairobi, una pareja, Susan Muraban y Chu Owen, instalaron su propio telescopio para que los vecinos pudieran admirar el espectáculo.
“Ya lo hicimos cuando el eclipse solar de 2016”, dijo Susan Murabana, de 39 años. En esa ocasión vinieron unos 300 miembros de la comunidad local, en su mayoría indígenas Masai. “Es la forma de darles una oportunidad” para poder observar ese tipo de fenómenos, explicó Susan, mientras su marido instalaba el aparato.
El lago Magadi está en una región aislada, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades.
Al mismo tiempo, en Túnez, más de dos mil personas se congregaron en la Ciudad de las Ciencias de la capital para admirar el eclipse, incluyendo numerosos niños, que esperaban su turno para mirar la luna a través de los telescopios.
El fenómeno fue menos espectacular en el Condado de Dorset, en el suroeste de Inglaterra, donde quedó empañado por las espesas nubes, como ocurrió en buena parte de Europa.
“Es decepcionante”, declaró Tish Adams, de 67 años, en la estación balnearia de West Bay, en dicho condado. “Tomé algunas fotos pero no había nada más que una pequeña estela rosa en el cielo. Habría estado tan bien verla”.
Visible en la costa oriental de América Latina
En América Latina el eclipse fue visible en la penumbra crepuscular del viernes en la costa oriental del continente, en Brasil, Uruguay y Argentina, aunque el invierno austral complicó la observación del fenómeno.
En Madrid, el ayuntamiento propuso a los habitantes de la capital disfrutar del espectáculo junto a un lago en el gran parque de Pradolongo, al sur de la ciudad, durante un evento amenizado con la actuación del artista español de música electrónica Pional.
La página web www.timeanddate.com ofreció información con ubicaciones exactas y horarios para ver el eclipse entre el viernes y el sábado.
Marte, el otro protagonista
Para que tenga lugar un eclipse de Luna se necesita una alineación casi perfecta entre el Sol, la Tierra y la Luna. Así, cuando nuestro planeta se encuentra entre la estrella y el satélite, proyecta su sombra sobre la Luna oscureciéndola.
La Luna llena entra poco a poco en la penumbra y después en la sombra para encontrarse totalmente a oscuras antes de salir progresivamente de dicha zona.
El fenómeno completo empezó a las 17H14 GMT y terminó a las 23H28 GMT.
El momento más interesante del eclipse, fue cuando la Luna se ubicó completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra, que empezó a las 19H30 GMT y se extendió hasta las 21H13 GMT.
Esta fase, denominada fase de “totalidad”, duró casi una hora y tres cuartos (103 minutos), lo que constituirá el eclipse de Luna más largo del siglo XXI.
Este es el segundo eclipse total de Luna de 2018. El primero tuvo lugar el 31 de enero.
Privada de los rayos del Sol, la Luna no solo se oscurece sino que toma un tinte color ladrillo: la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz procedente del Sol hacia el interior del cono de sombra, que se reflejan así en la superficie de nuestro satélite natural.
El otro protagonista de la noche fue el planeta Marte, que debía situarse a 57,6 millones de kilómetros de la Tierra. Habrá que esperar hasta 2035 para volver a ver el “planeta rojo” tan cerca de nosotros.
A simple vista se pudo apreciar un punto brillante en el espacio pero con un telescopio será posible apreciar sus detalles. (AFP-NA)
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