El fiscal pidió 30 años de prisión para Paz por asaltar e intentar matar a un plomero
El fiscal Gustavo Morey solicitó una pena de 30 años de prisión más una condena accesoria por tiempo indeterminado para Julio César Paz, quien es juzgado por el asalto ocurrido el 3 de junio de 2008, en el que resultó baleado el plomero Rubén Sanzoni.
Morey consideró que se trató de un ?Homicidio calificado criminis causa en concurso real con arma de fuego? y rechazó la teoría conspirativa y persecutoria por parte de la policía y la Justicia a la que apeló Paz.
Por su parte, el defensor Carlos Kolbl pidió la absolución por falta de pruebas, ya que consideró que toda la investigación estuvo viciada y no se respetaron las garantías constitucionales del debido proceso.
Además, y ?en contra de mi convicción?, el defensor oficial planteó la alternativa de que se encuadre el caso como ?Robo con arma apta para el disparo?, con una pena que no supere los 10 años de prisión teniendo en cuenta que se trata de un reincidente.
El tribunal, integrado por los magistrados Carlos Pocorena, Guillermo Arecha y Agustín Echevarría dictará la sentencia el próximo martes 14 de octubre a las 12.
En una jornada extensa, que comenzó con la presentación de la última prueba y una nueva declaración del acusado, tanto el fiscal como el defensor realizaron largos alegatos, desmenuzando los relatos de los testigos y fundamentando con extremo cuidado sus posturas.
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La prueba y otra
declaración de Paz
La jornada comenzó con el testimonio de un técnico de la empresa Claro, que explicó el funcionamiento de las antenas de telefonía móvil que operan en Tandil y aclaró aspectos vinculados a la posibilidad de determinar el lugar exacto en que se encontraba Paz el día del asalto, a las 13.30 y 14.34, cuando entraron dos comunicaciones a su celular.
El ingeniero, que se desempeña en el área de mantenimiento de la firma desde 1994, no afirmó ni descartó fehacientemente que el acusado hubiera recibido una de las llamadas desde la zona del hecho, que ocurrió en Chacabuco 859.
Cerrada la etapa probatoria, Julio César Paz volvió a declarar para pedir el falso testimonio de una de las testigos, quien afirmó en la sala haberlo reconocido en rueda de personas, lo que había negado en una declaración anterior.
Por otra parte, cuestionó que a una de las víctimas, Gladys Cristófalo (f), le mostraran dos fotos suyas durante el primer reconocimiento y señaló que esta circunstancia ?evidencia la intención? de acusarlo, en línea con su teoría conspirativa.
Para cerrar, reiteró ante el Tribunal Oral Criminal 1 que ?soy inocente de lo que se me acusa y pido que se imparta justicia como corresponde?.
Testimonios
?determinantes?
Inmediatamente, tomó la palabra el fiscal Morey, quien encontró ?plenamente acreditado? que el 3 de junio de 2008, entre las 14.20 y las 14.30, en Chacabuco 859, Julio César Paz bajó de un Fiat 1 con un arma en la mano derecha y abordó al matrimonio Sanzoni.
El fiscal sostuvo que le apuntó a Rubén Sanzoni ?al rostro, a centímetros de distancia, con clara intención de quitarle la vida?. También dijo que luego de dispararle en la zona del cuello, huyó con la cartera de la mujer en la que llevaba 25 mil pesos.
Para Morey estos hechos se pudieron acreditar por las declaraciones testimoniales ?Rubén Sanzoni y dos testigos- y por lectura ?de la otra víctima del atraco, Gladys Cristófalo, ya fallecida-, pero además a través de la prueba documental y el informe médico.
Citó que las dos mujeres reconocieron al acusado y alegó que, junto a los relatos del matrimonio, son ?determinantes para la suerte de Julio César Paz? en la causa.
Atribuyó al ?estado confusional? o la ?situación de shock? de Sanzoni ?ocasionado por el impacto del proyectil- que haya ubicado a Paz en el lugar del conductor al momento de la huida, mientras que las tres mujeres declararon que ascendió como acompañante.
El fiscal entendió que Paz en todo momento ?tomó la delantera en las acciones?, que incluyeron un culatazo y el disparo a Sanzoni y un golpe a Cristófalo para finalmente alzarse con el botín.
En cuanto al reconocimiento de los testigos a través de fotos, Morey aseveró que el procedimiento se realizó con total tranquilidad, sin contactos con otras personas y en la computadora.
Agregó que en los reconocimientos en fila de personas no hubo presiones y siempre se efectuaron con control de la defensa para garantizar la transparencia.
Más adelante, rechazó enérgicamente la ?situación conspirativa? a través de ?una trama de persecución policial y judicial?, y detalló que fue el propio Paz el que se contradijo en sus ocho declaraciones durante el proceso y en las dos que hizo en el juicio oral y público. ?La prueba permite fulminar esta argumentación de Paz?, concluyó.
El caso Cano
Con respecto a los vínculos entre las víctimas y los familiares del productor papero asesinado por Paz en los 90?, Morey sostuvo que ?se acreditó que no hay relación entre Sanzoni y los familiares de Cano?.
Promediando los alegatos, el fiscal cuestionó que familiares de Paz intentaron ?adoctrinar? a los testigos para que declararan conforme a su coartada y lo señaló por montar ?un andamiaje por demás embustero? para desvincularse del hecho.
Sobre el encuadre como homicidio criminis causa, fundamentó que intentó ?ultimar a su oponente?, teniendo en cuenta el uso de un arma letal, el disparo a una zona vital y la corta distancia con la víctima. Además, le sumó que no lo auxilió y se fugó, considerando que hubo un ?dolo homicida? y una ?conexión ideológica? con el robo calificado.
Morey habló de un plan pensado con ?perfección?, en el que la incorporación del arma era el ?medio para liberar cualquier obstáculo?.
Una sola línea
de investigación
A su turno, Carlos Kolbl desdobló su extensa alocución: en primer termino, se dedicó a fundamentar la nulidad de las pruebas, y en la segunda mitad, a revocar los argumentos del fiscal.
En toda su presentación, el defensor citó una amplia jurisprudencia para sostener que se construyó prueba a partir del reconocimiento de personas por fotografías, en el que no participó la defensa y estuvo ?viciado de nulidad?.
Por ese motivo, aseveró que en el ?reconocimiento impropio, sin control de la defensa?, se violaron garantías constitucionales de su defendido y agregó que ?la totalidad de la prueba de cargo? provino de este cuestionado procedimiento.
Además, puntualizó que ?hubo una sola línea investigativa, que se circunscribió a la figura de mi defendido?. Allí volvió a introducir la Teoría del Fruto del Arbol Envenenado, que indicaría que se lo señala a Paz por sus antecedentes y sin fundamentos verdaderos para incriminarlo.
Hipótesis
alternativa
En la segunda parte, Kolbl se dedicó a rebatir los dichos del fiscal y marcó que de los cuatro testigos, el matrimonio dijo que el Fiat 1 era azul y las dos mujeres que era bordó.
Cuestionó que Sanzoni no parecía ?tan alterado? en su relato sobre el episodio y que de tener razón sobre la ubicación de Paz como acompañante en el auto en que se fugó, las otras dos testigos no le podrían haber visto la cara.
Para el defensor, los testigos incurrieron en contradicciones, fueron ambiguos, equívocos y no unívocos, porque ?no saben bien lo que vieron?.
En cuanto al presunto dolo homicida de Paz, Kolbl citó que Sanzoni dijo que si hubiese querido, lo podría haber matado; ergo, la única forma de acreditarlo habría sido con un segundo disparo.
Por todo esto, le manifestó al tribunal que ?la manera correcta de cerrar este caso es absolviéndolo a Paz por no existir pruebas válidamente incorporadas? e instó a ?declarar la nulidad por violación de las garantías?.
También rebatió el pedido de la accesoria de prisión por tiempo indeterminado, a la que calificó de inconstitucional debido a que ?nadie puede decir lo condenamos a este señor pero sabe Dios a cuánto?.
Ante la invitación del tribunal para que Paz acceda a sus últimas palabras, Kolbl le recomendó a su representado: ?No agregues más nada?.*
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