Docentes de la Escuela Secundaria Básica 25 pintaron el edificio durante la jornada de paro
Un grupo de docentes de la Escuela Secundaria Básica 25, que funciona en el turno mañana en el edificio de Rivadavia y Vélez Sársfield, realizaron trabajos de pintura durante la jornada de paro del último jueves.
Las maestras, encabezadas por la directora del establecimiento, Patricia Rivera, llevan a cabo la iniciativa durante los sábados y domingos, a lo que ahora le sumaron los días en los que no dictan clases en reclamo por una recomposición salarial.
?Venimos los fines de semana, las profesoras de matemática de 7mo. y 8vo. y las dos preceptoras. Queremos cambiarle un poco la imagen a la escuela. Consideramos que cuanto más lindo está el edificio, más ganas dan de venir?, manifestó Rivera.
?También sirve para motivar a nuestros alumnos, para que vengan a la escuela y sientan que es un lugar acogedor?, agregó.
La acción de las docentes es por demás loable, puesto que sacan de su bolsillo el dinero para comprar parte de los materiales con los que están reacondicionando el edificio.
?Los pinceles y la lija los ponemos nosotros; la pintura la donó Pinturería Sarmiento; y el látex, el señor Julio Elichiribehety?, contó la directora ante la consulta periodística.
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Por los
alumnos
Infinidad de opiniones sostienen que la educación argentina está en crisis, ya sea por el salario de los maestros, la infraestructura de los establecimientos, el nivel de enseñanza docente o la educación que a la postre demuestran los alumnos.
La iniciativa de este grupo de mujeres es un gran ejemplo para empezar a cambiar la situación desde lo micro. Así lo define Rivera: ?Esta es una forma de empezar a querer a nuestra escuela, más allá de todos los problemas salariales que tenemos, porque nosotras hicimos paro. Dejamos de lado nuestras cosas personales para ocuparnos un poco de la escuela, que es donde pasamos la mayor cantidad de horas?, reflexionó.
Pero sobre todo, la acción tiene como destinatarios a los alumnos, con el fin de elevar la calidad de enseñanza y, por consiguiente, su formación, argumento de toda la estructura educativa.
?Los chicos valoran mucho esto que estamos haciendo?, comentó Rivera, y recordó que el año pasado, acompañados por profesores, pintaron un aula externa, acto que también rebate a aquellos que observan desinterés del alumnado en la educación.
De los maestros
y los paros
La directora destacó la ?muy buena voluntad? que tienen todas las docentes que colaboran con la iniciativa de pintar la escuela, lo que explica que lo hagan durante los fines de semana, que es su tiempo de descanso, y más aún en las jornadas de paro, puesto que al mismo tiempo que reclaman un salario más justo contribuyen con la estructura educativa pintando la escuela y utilizando dinero de su propio bolsillo.
La jornada de protesta también fue uno de los temas de diálogo en la visita que este Diario hizo al establecimiento, ya que un sector de la sociedad se manifiesta en contra del reclamo con argumentos que Rivera rebatió.
?Los que piensan que tenemos tres meses de vacaciones, están equivocados. El 30 de diciembre recién terminamos con toda la documentación, el 1 de febrero ya estamos en disponibilidad y el 7 empezamos con las mesas de exámenes?, detalló la directora.
?Y a los que dicen que sólo trabajamos cuatro horas, les digo que eso también es mentira. Nuestra labor no es ir a la escuela y dar las clases. Hay que prepararlas y repasar todos los temas?, acotó.
Pintura,
se busca
Las docentes comenzaron las tareas en la preceptoría, que es donde reciben a los padres y por eso quieren ?que esté presentable?.
Tienen la intención de seguir, ?aunque sea con el salón de actos, que está muy feo y es lo primero que se ve?, contaron, por eso necesitan pintura para interior de cualquier color, pinceles y rodillos. ?Si nos ofrecen un pintor, también aceptamos?, bromearon.
En el final, aprovecharon la oportunidad para agradecerle a la Universidad Barrial, que les donó tres computadoras; a Jorge San Miguel, que donó un televisor y un DVD, porque no tenían equipamiento para dar clases con soporte audiovisual; y en conjunto a San Miguel y Néstor Auza, que donaron la Bandera de ceremonia, luego de un año que no contaran con el pabellón nacional para los actos patrios. *
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