Con el oído agudo

RELACIONES AMISTOSAS

 

Las malas condiciones climáticas finalmente imposibilitaron que el gobernador Daniel Scioli estuviera en la ciudad para inaugurar junto al intendente Miguel Lunghi el Centro de Salud Mental, reprogramándose el acto para el domingo 31del corriente, según acordaron entre ambas administraciones. 

La vuelta al mandatario bonaerense por estos pagos no hizo más que fastidiar al kirchnerismo vernáculo que, a estas alturas, ya está cansado de tragarse sapos del ex motonauta que, al decir de propios y extraños, ya soltó amarras en pos de su carrera presidencial. 

Así lo hace saber a cada paso, a cada acto y/o anuncio, sus colaboradores como el tandilenses Alejandro Topo Rodríguez, que desde la cartera agropecuaria enfáticamente busca diferenciarse a favor del sector rural y habla de modificaciones en las retenciones sin pelos en la lengua.

En medio de ese juego, Scioli coquetea como siempre con un gustoso Lunghi, quienes ya saben jugar esta partida que habla de la convivencia política más que por madurez institucional por conveniencia electoral.

 

 

 

SORPRESA EN LA AFIP

 

Cuentan que fue mayúscula la sorpresa de los operarios de la sede de la AFIP local cuando dos mujeres irrumpieron en las oficinas de San Martín al 400. No se trataba de dos mujeres más, ya que se presentaron como nuevas compañeras de trabajo, sin que el resto supiera nada al respecto.

Dijeron a este Oído que durante los  últimos años los cambios en el organismo nacional siempre se trataron de traslados y las incorporaciones se daban por concurso. Resulta que ahora la política parece haber cambiado, al decir de los hechos citados. Las dos profesionales fueron asignadas por obra y gracia de los designios de más allá de las fronteras serranas, incluso de la sede regional Mar del Plata.

Se añadió desde las oficinas que la contadora y otra abogada, llegaron sin presentación ni anuncio previo, y las autoridades vernáculas como zonales no estaban al tanto. Finalmente, todos terminaron concluyendo en que evidentemente la decisión y las consiguientes designaciones vinieron desde el riñón bossista.

 

POSADA DE LOS PAJAROS

 

Ya fue confirmada la venta del mítico hospedaje tandilense La Posada de los Pájaros, cuyo compradores no están muy definidos pero sí algunas aristas que hacen a los inversores. Llegó a este Oído que Guillermo Scarcella estaría al frente de un grupo inversor con intenciones de explotar el emblema del turismo vernáculo. 

Para ello, reconocen, demandan de una gran inversión para aggiornar el lugar a los tiempos y demandas que corren. Incluso se planifican obras millonarias, con distintas alternativas por explotar turísticamente, además de la propia inversión que demanda el mero alojamiento y ampliación de camas. 

Asimismo, la especulación también deviene de los tiempos políticos actuales, siendo que la economía parece haberse quedado detenida no sólo por las problemáticas coyunturales sino incluso hasta tanto se resuelva quiénes serán los que sucedan a la actual gestión presidencial y sus respectivas políticas económicas. A la vez, una vez decidida la inversión también se deberá conversar, y mucho, con la administración comunal en pos de eventuales pedidos de excepciones a la hora de poder construir más allá de lo que permite el Plan de Ordenamiento Territorial.

 

TIRONEOS POR 

LAS TRIBUNAS

 

Hace un mes y veinte días que se firmó el contrato para la construcción de las nuevas tribunas del estadio municipal General San Martín entre el Municipio, la empresa Shap y la Liga Tandilense de Fútbol, y las tareas aún no comenzaron.

Según pudo saber este Oído, el Municipio envió una nota oficial a la entidad que dirige el escribano Marcelo Cifuentes por medio de la cual expresaron preocupación por la demora en completar los trámites necesarios para que inicien las obras en la cancha.

Primero fue el retraso en el depósito de los 2,8 millones de pesos para financiar las obras de construcción de las tribunas, necesarias para aumentar la capacidad. Sin embargo, ahora la traba estaría en la dilación para completar el papeleo necesario para concretar el proyecto entre la empresa y la Liga de Fútbol, hecho por el cual habría intervenido la comuna.

Como se informó la propuesta consta de dos tribunas iguales de 28 metros de largo, aunque son diferentes en cuanto a la cantidad de escalones, ya que una tiene 20 y la otra 28.

La empresa encargada de la ejecución de las bases para montar las estructuras es Edgardo Vázquez, que aguarda que arriben los planos para poder arrancar. En definitiva, esa situación sería la que está demorando los trabajos iniciales.

 

CABINAS EN EL 

SAN MARTIN

 

Tal como se informa en páginas interiores, la histórica instancia que Santamarina y el fútbol tandilense estaba dispuesto a protagonizar ayer quedó postergado frente al fuerte temporal de lluvia que azotó la ciudad. 

Según cuentan los colegas deportivos, lo que parece no haber quedado a la altura de las circunstancias, esto es estar protagonizando el segundo torneo en importancia del fútbol argentino, es la disposición de las remozadas cabinas para que la prensa de aquí y más allá trabajen con comodidad.

Al parecer, la distribución como las dimensiones en que distribuyeron los espacios quedó chica para la convocatoria que el encuentro deportivo merecía para los medios, teniendo en cuenta que además de los tandilenses vinieron y muchos de las tierras santafesinas para cubrir a un grande como lo es Unión de Santa Fe. 

Agregaron a la descripción que mucho que ver tuvo en el achicamiento de los espacios para los periodistas la sí amplia disposición que quedó para los dirigentes de uno y otro elenco. 

A propósito de las nuevas disposiciones, un periodista local, acostumbrado a otros modos y formas en la labor cotidiana se ubicó por error en el amplio vip destinado a los dirigentes, en este caso del visitante, y se topó con el mismísimo presidente de la entidad santafesina que un poco más lo sacó a empujones del sitial, generando una incómoda como virulenta escena. 

 

TRABAJO INCANSABLE

 

La república futbolera tandilense tendrá en algún momento que rendirle un tributo a Ricardo Quiroga, encargado del mantenimiento del estadio San Martín. Ayer, frente a semejante lluvia caída el verde césped se presentaba intacto, lo que mereció la especulación y suspenso de las autoridades a la hora de resolver, finalmente, suspender el cotejo por fuerzas mayores.

Era tanta la necesidad y presión por jugarlo a priori, que el hombre del campo de juego debió pintar al menos en tres oportunidades las líneas del mismo para poder jugarse el partido, hasta que el agua caída fue tal que ya era imposible insistir con la pintura. 

 

 

LA TRAGEDIA COMO 

NOTICIA NACIONAL

 

La muerte de Ayelén Rolando captó la atención de los medios de alcance nacional. A primera hora de la tarde del viernes, colegas de distintos medios porteños buscaban información sobre el caso, primero a través de colegas locales y luego directamente enviando a sus corresponsales a la cuidad, ávidos por cronicar incluso más de lo que comúnmente se informa, todo sea por llenar espacios de aire ante las exigencias editoriales.

Resulta llamativo que aún algunos, incluso trabajando en los medios de prensa, se sorprendan por la cobertura desplegada por la prensa más allá de las fronteras serranas, teniendo en cuenta que la triste historia tiene, claramente, ribetes de todo tinte y color para cualquier amante de las crónicas policiales.

Empero, sí está claro que una vez más quedó en evidencia -salvando raras excepciones- las diferencias en los usos y costumbres entre el periodismo capitalino y el del interior. A kilómetros de distancia, parece que la prudencia a la hora de brindar detalles del suceso como el cuidado que merece aquello que rodea a la víctima, léase sus deudos, no escatiman en adelantar, exagerar y hasta inventar sin reparo alguno. Ni qué hablar de los medios audiovisuales, que se montan en una vorágine insoportable, cuyo vértigo los obliga a cometer, protagonizar incluso, situaciones de mal gusto.

Además de los de afuera, también debiera revisarse el ombligo propio, puntualmente algunos trabajadores de los medios que, sin tapujos, oficiaron de corresponsales de aquellos medios capitalinos sin siquiera haber cubierto el suceso, ya que no hicieron más que lo que acostumbran cotidianamente: copiar y pegar, además de plagiar las imágenes sin sonrojarse.