Complicada y extensa jornada automovilística en Tres Arroyos
Con las últimas horas de luz natural finalizó el domingo el extenso festival automovilístico zonal en el Autódromo Segundo Taraborelli, al que se acercó una multitud de más de 2000 personas.
Adrián Macerata y el invitado de Gastón Granel, Carlos Carrozzi, fueron los ganadores en Mar y Sierras B, en la prueba central del espectáculo; Mariano Romeo y Juan Baracco en TC del 40; Hugo Baños y Daniel Muisse en Mar y Sierras A, y Manuel García en Minicross, completaron la lista de vencedores.
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Fatalidad
El accidente de Raúl Alonso en la primera final de la A hay que encuadrarlo en lo que es la fatalidad y tampoco en esto tienen culpa alguna ni los directivos de la institución y del nucleamiento de pilotos. El auto del juarense se “mandó” en la curva de arriba en plena velocidad, con las ruedas abiertas producto de haberse roto la dirección y el motor lanzado en vueltas, por presunta traba de trasmisiones. El resultado fue que el Mar y Sierras impactó en tres espectadores y el fotógrafo Miguel Angel de Olavarría sufrió en sus piernas el golpe de una cubierta que se desprendió; incluso hasta nuestro reportero gráfico recibió el impacto de una goma, por suerte en todos los casos sin graves consecuencias.
Las carreras de la B
Macerata ganó con un auto contundente sobre Aldasoro y Granel, en titulares, mientras en la prueba de invitados venció el “especialista” Carlos Carrozzi -invitado de Granel-, delante del sorprendente Miguel De Marcos (con el vehículo de Zotes) y el ex campeón Fabio Girado (Macerata).
Baños, el de siempre, el mejor
El ex múltiple campeón de Mar y Sierras A, Hugo Baños, se quedó con la primera final de la siempre potente divisional, que sigue, a 40 años de su creación, brindando espectáculo y vértigo. La primera fue accidentada y debió ser largada nuevamente tras 40 minutos de demora por el despiste de Alonso (ver aparte). Baños -con un auto ?súper liviano? sin lastre- le ganó al “repesado” de Cinalli, quedando 3° Rodriguez, 4° Marcos, 5° Oñatibia y 6° García Larriestra.
En la otra competencia se impuso Daniel Muisse postergando las aspiraciones de Marcos, Larriestra, Cinalli, Baños y Di Paolo.
Muisse, Di Paolo y Larriestra dominaron en los primeros metros, pero Baños en una “operación tijera” pasó al tresarroyense y se ubicó 3°, pero después lo tocarían en la curva de arriba para retrasarse.
Esta prueba también quedó en suspenso en principio por los toques, debiendo ingresar el auto de seguridad por el despiste de Rodríguez.
Otra vez, Manuelito García,
con autoridad en Minicross
Como en julio en Coronel Dorrego, Manuel García se impuso en Minicross con absoluta autoridad, ganando la final de la divisional con un auto rendidor de punta a punta. En realidad, el juarense la hizo aburrida y un tanto tediosa, un poco alternada con varios ingresos del pace car, porque como es habitual abundaron los toques y despistes.
Completaron el podio Alberto Pavino -que ya se está “acomodando” de a poco la corona 2010 de la clase- y el cada vez más competitivo Alejandro Roldán, estos dos de Tres Arroyos.
Cuarto quedó el campeón De Marcos, quinto Polako, sexto Larrieu, séptimo Arrivillaga, octavo Durquet y noveno Alonso. Pavino, De Marcos y García habían dominado en las series, mientras que las semifinales fueron para Pavino y García.
Romeo y Baracco, en las cupecitas
Para no ser menos que las otras categorías, el TC del 40, también ofreció finales peleadas, con toques, choques y despistes.
Tras muchas alternativas, con Guarino primero en la punta y Bochín Blanc después, el triunfo lo obtuvo Mariano Romeo; el de Pigüé se fue de la pista tras dos giros de enseñarla y el loberense había sacado buena diferencia, pero el Chevrolet empezó a fallar hasta tener que detenerse.
A Romeo lo siguieron el veterano Del Valle, Baracco, Guarino y el debutante en esta divisional, Sebastián Tascón de Tres Arroyos.
La otra final fue con victoria del sancayetanense Baracco sobre Romeo, Gagna, Tascón e Irigoyen. Pablo Cernuda, puntero del campeonato, rompió el motor y no pudo sumar pero su puesto de privilegio no peligró porque Guarino tuvo una “tarde negra”, ya que le sacaron bandera de ese color y no consiguió clasificar en la segunda.
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