Al aguardo del resultado de los peritajes, resuelven si la causa pasa a manos de la Justicia de menores
A saber, el traslado de la causa no es caprichoso ni casual. De efectivizarse el cambio de manos de la pesquisa (del fiscal Luis Piotti a su par María de los Angeles Marsiglio) se esclarecería un secreto a voces: todas las sospechas apuntan a la responsabilidad penal de un menor de edad, por lo cual debe desistir de intervenir la Justicia de mayores.
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En ese tren, el fin de semana los investigadores trabajaron a destajo en pos de resolver los interrogantes y, principalmente, confeccionar documentalmente lo recolectado como prueba en pos de arribar a las conclusiones que meritúen endilgar una responsabilidad penal por el homicidio que ha conmovido a la ciudad y que generó repercusiones en el país.
Como se detalló, principalmente se aguardan resultados de ADN recogidos en el lugar del asesinato, principalmente de elementos que pudieron haber sido utilizados en el estrangulamiento, más allá de que tampoco se descarta que el ahorcamiento se haya producido de forma manual, y por eso la toma de muestras de la única persona que estaba en la casa junto a la víctima.
Tampoco resulta casual la intervención de psicólogos. Según trascendió, las primeras impresiones recogidas por los investigadores de las declaraciones del entorno de la menor dejaron un amplio margen de interrogantes, no sólo en las contradicciones, sino también en su estado psicológico, más allá de la conmoción por el luctuoso suceso.
Secuestro y más peritajes
Asimismo, trascendió que se secuestró tanto la computadora de los chicos como sus celulares, en pos de hallar algún indicio que permita dilucidar o, en todo caso, corroborar o desestimar la principal hipótesis.
Sobre el móvil, más especulaciones y conjeturas aún rodean al expediente, desde un ritual umbanda, frente a los elementos observados en las habitaciones, hasta lo que se conoce como el “juego de la asfixia”, forman parte de las posibilidades, aunque vale aclararlo que los investigadores tampoco descartan otras motivaciones.
Antecedentes procesales
A partir de las modificaciones en la Justicia de minoridad y el emplazamiento del Fuero Penal Juvenil, las causas en que están involucrados menores de 18 años quedan a su cargo, por lo que una vez que el fiscal Piotti (de licencia y quedó en su reemplazo Damián Borean) entienda que todos los elementos probatorios apuntan a un responsable menor de edad, la causa pasará a manos de Marsiglio, quien, posteriormente, deberá analizar y coincidir o no en aquel criterio, para luego resolver el procesamiento o no del sospechado.
Cabe consignar que la Justicia local cuenta con antecedentes resonantes en esta temática, en la que oportunamente intervino la Justicia de mayores y luego, a partir de quiénes eran sindicados como autores del hecho, el caso fue derivado a menores.
El caso más controvertido resultó el homicidio de la enfermera Margarita Herrera en los monoblok de avenida Perón, por el cual el fiscal que oportunamente investigó (Gustavo Morey) consideró que las sospechas recaían en un menor de edad, promoviendo consecuentemente que el expediente pasara a manos de aquel entonces jueza de Menores, Mabel Berkunsky (actualmente jueza de Garantías), quien no mantuvo el mismo criterio que el fiscal y afirmó que no había pruebas suficientes para culpar al menor señalado. La causa volvió a fojas cero. Con el paso de los años, el crimen quedó (está) impune.
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