CONSEJO PARA
Replicar plantas de lavanda
La lavanda debe podarse dos veces al año, no hay que pasarla de agua y debe estar expuesta a sol pleno.
La lavanda es una de las aromáticas más versátiles en cuanto a sus propiedades medicinales y también ornamentales por su belleza. No solo se trata de una planta antimosquitos en verano, sino que, además, posee unos efectos calmantes increíbles para la mente y el cuerpo.
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Tenerla en distintos lugares del jardín o el hogar no es nada difícil. Para poder multiplicarla y ser exitosos en eso Jan Jencquel, aficionado a las plantas y titular de Alta Huerta, donde habla de jardinería, ecología y permacultura, compartió algunas recomendaciones. Además, sumó tips de cuidado y mantenimiento.
En primer término contó que esta planta se reproduce por esqueje y puede hacerse en cualquier época del año. “En cualquier momento podés encontrar alguna ramita que no esté muy leñosa, es decir, que sea relativamente fresca y flexible”, incentivó.
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Más lavandas
El procedimiento es simple, se corta a unos 15 a 20 centímetros y se retiran las hojas de abajo. Una vez hecho esto, es aconsejable hacer un corte a las hojas de arriba, con la intención de disminuir la superficie por la cual la planta va a evaporar humedad.
Al haberla cortado, no tiene raíces, por lo tanto todavía no tiene un sistema que le permita absorber humedad del suelo de forma eficiente. Esto resulta importante porque si se deja mucha hoja en la rama va a evaporar más agua de la que puede absorber por el tallo y se va a terminar muriendo.
“Algunos la ponen en agua, a mí nunca me resultó, yo siempre lo mando directo a tierra”, explicó Jencquel. Más allá de lo que mejor le quede a cada uno, detalló que ese esqueje debe mantenerse húmedo y a media sombra para evitar justamente que se sobre evapore.
Una vez que prendió, se puede pasar a sol directo y con una reducción en el riego, y así continuamente a medida que vaya creciendo. “Obviamente como toda planta tiene que poder tener volumen para generar raíces ya que la parte aérea va a ser proporcional a la parte radicular, entonces si no le doy un espacio en el cual puede desarrollarse va a quedar petiza”, aclaró.
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Riego, sol y poda
Una vez que ya se tiene una nueva planta, el referente de Alta Huerta contó cómo seguir con el mantenimiento. En este sentido, advirtió que la lavanda requiere mucho sol pleno y demanda un riego eficiente. ¿Qué quiere decir esto? Que ese suministro de agua puede ser regular, pero nunca tiene que estar encharcado el piso ni mantener mucho relente.
“Si lo vas a tener en maceta tiene que ser una que garantice que la humedad se va a perder de forma eficiente y no va a quedar hecho un barro abajo. Es muy propensa si tiene exceso de agua a que se le pudran las raíces y se transforme en un tallo medio negro, las hojas amarillentas y se termine secando”, afirmó.
Entonces, para el caso, develó que hay un error que se comete a menudo y es que la lavanda se seca, y automáticamente piensan que es por falta de hidratación, por lo que riegan insistentemente. “Eso solo provoca que se seque todavía más y, como un círculo vicioso, la planta se termine destruyendo. Puede aguantar con muy poca agua y, ante la duda si no tenés el tiempo de cuándo regarla y con qué cantidad, más vale que sea de menos y no de más. Luego sol pleno”, desarrolló y agregó también que requiere dos podas al año.
¿Qué pasa si no le hacés poda? “Se va en rama”, respondió. A modo de ejemplo, invitó a pensar en esos ejemplares que suelen verse por la calle, que tienen muy poquitas hojitas arriba, con muy pocas flores y abajo todo tronco. Indicó que eso es porque no se le ha hecho una poda adecuada. “Las lavandas bien frondosas, están así gracias a la poda que se les realiza cuando arranca el frío y cuando arranca el calor”, señaló Jencquel.
Al respecto, contó que cuando comienza el frío se puede hacer una poda más superficial dándole forma circular y lo mismo cuando arranca el calor.
Sus beneficios
Finalmente, Jan Jencquel se refirió a todas las virtudes que tiene contar con esta planta en casa o en la huerta. En primer lugar, mencionó que atrae un montón de abejas: “Si vos tenés un montón de lavandas, vas a tener un jardín lleno de abejas, que a su vez van a polinizar tu huerto, otras plantas u otras flores”, incentivó.
Como si fuera poco, explicó que sus hermosas flores violáceas y su aroma pueden usarse como repulsivo de mosquitos. Esto, explicó, es porque las hojas tienen un olor muy particular, entonces pueden extraerse y dejarse en remojo para obtener una loción para pulverizar sobre la piel como cualquier repelente.