CONSEJOS PARA
Reducir el uso de plásticos en el día a día
Al no ser biodegradable, el plástico dura por miles de años contaminando suelos y océanos.
¿Es posible vivir en un mundo sin plástico? La creciente necesidad de reducir el consumo de este material en la vida diaria invita a reflexionar sobre qué acciones implementar para lograr el objetivo.
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El caso de las bolsas o envoltorios de plástico es lo más difícil, ya que son un invento práctico, pero también una fuente importante de desperdicio y contaminación. Si bien en Tandil, como en gran parte del mundo, se ha prohibido hace ya algunos años su entrega en los supermercados y otros comercios, la realidad es que la mayoría de los empaquetados e insumos contienen este material sintético y es frecuente en las vidas diarias.
El plástico es un material hecho de fuentes de combustibles fósiles, como el gas natural y el petróleo. Los químicos tóxicos se filtran incluso en el agua de las botellas plásticas que compramos. No es biodegradable, entonces dura por miles de años contaminando suelos y océanos.
Así es que lo más eficiente resulta la información, toma de conciencia y cambio de hábitos graduales y perdurables en el tiempo por parte de la humanidad.
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Informarse, conocer y actuar
Es cierto que cada vez hay más conciencia sobre la erradicación de las bolsas desechables y es imperante decir que tienen algunos problemas únicos: si bien sus costos ambientales son onerosos para las comunidades y el planeta, para los minoristas es bastante bajo.
De acuerdo a las recomendaciones de Catalina Velasco, bióloga marina y exploradora de National Geographic, el primer paso para poder ser un humano responsable con el uso de los plásticos es estar informado, conocer su impacto en el medio ambiente y en la salud de los seres vivos, para luego actuar en consecuencia.
"Si no lo entendemos como un problema, no tenemos forma de encontrar una solución. Informarse sobre la cantidad de material que acaba en el medio ambiente y el daño que causa es esencial para motivar la reducción de su consumo", asentó la experta en la página para la cual investiga.
Un plástico a la vez
- Buscar información: las redes sociales y sitios web ponen al alcance de todos cualquier tipo de información, por lo que es fácil acceder a datos sobre la composición de los plásticos, su duración y consecuencias para nuestro ambiente. Hacer foco en las experiencias y consejos sobre cómo reducir el consumo en la vida cotidiana.
- Un plástico a la vez: la investigadora Velasco sugiere como segundo punto iniciar el desafío eligiendo un primer elemento para reemplazar o eliminar de tu rutina; luego sumar otros progresivamente.
- Prestar atención a los envases: los plásticos de un solo uso son los más preocupantes, como las bolsas y botellas de agua o los envases de alimentos. Sustituirlos por otros reutilizables, como bolsas de tela para la compra, botellas de aluminio, tarros de cristal, u optar por envases más ecológicos, como el cartón.
- Busca alternativas: los cepillos de dientes de bambú, artículos de limpieza y cosmética ecológicos son opciones para reducir el plástico, sobre todo en la higiene personal.
- Cuidado con los biodegradables: algunos productos con esta etiqueta pueden ser tan perjudiciales para el medio ambiente como los fabricados con plástico convencional. Lo ideal es reducir el consumo y no sustituirlo por materiales similares.
Reutilizar todo lo posible: algunos artículos de plástico no se pueden sustituir, como los aparatos electrónicos. Lo ideal, entonces, es prolongar su vida útil en lugar de comprar productos nuevos. - Reciclar: en el caso de los artículos que no se pueden sustituir o eliminar de la rutina, asegúrate de enviarlos a los puntos de separación de residuos (Puntos Limpios o Cooperativa de Recuperadores en Tandil), donde se reciclarán, evitando que lleguen al medio ambiente.
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