Mabel y su tribu de juguetes En el Desván

Mabel San Martín tiene 60 años; nació en Quilmes y en 1999, por cuestiones de salud, le recomendaron la vida lejos de la gran ciudad. En ese entonces, vivía en La Plata. Su marido, militar, pidió el pase y esos tres años proyectados en Tandil, se convirtieron en para toda la vida.

Cuando tenía 12, Mabel aprendió corte y confección y desde ese momento cosía ropa para ella y sus cinco hermanos. Había que ayudar en casa.

Ya de grande, cuando sus hijos empezaron a ir al jardín, enfocó su actividad por esos lados y entre disfraces para los actos, cortinas para las aulas, y regalos para amigos de sus hijos, fue aprendiendo y desarrollando sus conocimientos de diferentes modos. Le sirvió haber trabajado en una juguetería y ver y aprender lo que a los chicos les gusta.

Madre de 4 hijos y abuela de 3 nietos, Mabel es una mujer alegre e inquieta; curiosa y con una energía arrolladora. Siempre le gustó emprender. Hizo adornos para tortas que vendía a cotillones en La Plata; en Tandil se dedicó, desde un primer momento, a hacer repostería, a lo que agregó suvenires en tela y luego se dedicó a coser muñecos de trapo. También vendía cosas para la casa, como delantales, manteles, agarraderas, porta toallas. 

Hoy, elige hacer objetos para los niños, tales como muñecos que va renovando según lo que está de moda. Los hace a pedido y también diseña, crea y confecciona para tener en stock. También elabora capas de superhéroes con sus antifaces, bolsas de dormir, almohadones. Vende en muchas ferias, porque le encanta, tales como la Economía Social, la Feria Verde, Las Miliuna. Sus productos también se pueden encontrar en algunos locales y si no, a través de Instagram y Facebook. 

Con el tiempo, Mabel se fue perfeccionando e hizo cursos. Destaca su paso por las ferias, en las que ha conocido a mucha gente en Tandil y toda la provincia. Ella trabaja sola, en su casa, en donde pueda acomodarse; en la cocina, en alguna habitación, o en verano, en el jardín. Si necesita hacer una producción contrarreloj, aclara que siempre hay manos que la acompañan y ayudan también, con la prueba o el relleno. 

Diez de sus productos han sido certificados por el INTI. Mabel se levanta cada mañana y organiza lo que toca hacer ese día. El trabajo siempre es mucho y se ve en los resultados: sus creaciones son, además de originales, lindas y divertidas, cosidas de una punta a la otra, duraderas y súper resistentes. 

¿Objetivo? Que los clientes vuelvan.

¿Desafío? Muchos siempre

¿La Vedette? Las capas

IG: @juguetes_eneldesvan

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