Emprendedores
JOC: una nueva forma de jugar
Roger Bas y Lucero Quintela se conocieron en Barcelona y en 2015 vinieron a vivir a la Argentina, unos años después nacería JOC.
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Roger nació en Mollet del Valles, una ciudad a 20 km de Barcelona. Criado en un ambiente de creatividad pura, con un padre pintor, diseñador y escultor y apasionado, desde joven, por la montaña y actividades al aire libre, alpinismo, escalada. Estudió Artes Aplicadas, una carrera que fusiona la fotografía, diseño, color, modelaje con barro y luego se dedicó a la música. Hizo óperas, es percusionista y baterista. Roger pasó por varias artes, incluso escénicas pero nunca perdió el contacto con las herramientas.
Lucero nació en Tandil, a los 17 años se fue a Buenos Aires, donde estudió Diseño de Imagen y Sonido. Terminó la carrera y se fue a vivir a Barcelona. Allí trabajó mucho tiempo en postproducción hasta que vinieron a Buenos Aires. Al tiempo nació su hijo, Gael, y ambos empezaron a pensar en un entorno diferente en donde criarlo. Hija de maestra de Inicial y de profesor de Educación Física, Lucero siempre estuvo en contacto con el juego, y siempre le gustaron los deportes, el circo, escalar y las actividades al aire libre.
Roger y Lucero, en su afán por encontrar un modo de criar a su hijo en un ambiente de juego, se volcaron a investigar a Emmi Pikler, una pediatra formada en Viena interesada en el desarrollo motor autónomo, y a la educadora y médica María Montessori, cuya teoría fomenta, también, la libertad de los chicos, que pueden probar sus límites según se atrevan.
En Buenos Aires imaginaban diferentes opciones y estructuras para entrenar; en sus viajes por Europa registraron muchos juegos y lugares recreativos. Todo confluyó en JOC, que significa juego en catalán. Juego, Observo, Crezco vinieron de la mano para acompañar el nombre y darle más fuerza. El emprendimiento estaba latente.
Finalmente decidieron mudarse a Tandil y, atrás de ellos, llegó la pandemia. Empezó Roger a “cranear” juegos Montessori para chicos, pero también, y por qué no, para los más grandes. Salir del sedentarismo, jugar, hacer ejercicio, no importaba el lugar o espacio que cada uno tuviera, era un poco el lema.
El primer objeto que crearon fue un juego plegable. Lo diseñaron y desarrollaron hace ya dos años, tras varias pruebas. Tiene muchas posiciones y puede configurarse según cada chico lo desee. Las posibilidades son enormes. Este juego acaba de ser patentado y aprobado por el INTI y saldrá a la venta en breve.
Mientras aguardaban la aprobación, los chicos fueron creando varios productos que ellos mismos confeccionan desde cero en su taller. Los materiales, aseguraron Roger y Lucero, son de primera. La calidad es su bandera. El diseño no falta, pero la seguridad de los chicos es lo que más les importa.
Guayubira es la madera con la que hacen trapecios, discos y hamacas. El vaivén es una soga atada a una red para poner una pelota dentro y jugar como a cada uno más le guste. JOC es para todas las edades; de los 2 a los mil años, dijeron entre risas. Las cuerdas se hacen en el Parque Industrial de Tandil, a pedido y con el diseño que ellos mismos crearon. Soportan 2500 kg. Ellos se encargan de instalar las hamacas y trapecios que vienen con un kit especial que incluye una goma para proteger los árboles, la soga y mosquetones de bomberos.
En la pandemia lograron concretar el emprendimiento y en medio del proyecto ganaron un concurso organizado por la UNICEN que les dio un más que importante empujón y conocimiento que supieron aprovechar de muy buena manera.
Con ganas de crear más, hacer cosas con materiales nobles, fomentando el ingenio y la creatividad, rescatando juegos de antes, Lucero y Roger invitan a reivindicar al niño que llevamos dentro. ¿Qué esperan?
¿Objetivo? Que JOC pueda crecer.
¿Desafío? Expandir una nueva forma de jugar.
¿La Vedette de JOC?: El juego recreativo plegable que fue el que abrió el juego.
IG: @joc.argentina