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BONSAI TANDIL: Lucas, un proyecto y su pasión por este arte milenario
Por Sofía Rojo
Lucas Cepeda es podador, forestador y bonsaista; a sus 41 años, está preparándose para abrir un vivero especializado en bonsái, junto a su mujer y su hija.
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Cuando tenía 7, nació su curiosidad por esta apasionante técnica que se remite a miles de años atrás y fue Floreal, un español que vino a vivir a Tandil, su maestro y guía en este mundo que Lucas describe como terapéutico y lleno de satisfacciones. Naturaleza en bandeja, o árbol en maceta podrían ser maneras de describirlo.
Lucas trabajó en viveros de la ciudad y hoy es empleado de la municipalidad; tiene un franco por semana y los ratos que le quedan libres, los dedica a sus plantas que cada vez son más. Un bonsái, me explica, es un árbol al que se le aplican técnicas para tratar de imitar la naturaleza. El objetivo es retratarla de la mejor manera posible, intentando transmitir que estamos delante de un árbol en su estado natural.
El bonsái se puede crear a partir de semillas, esquejes, acodos o con alguna planta que tengamos en nuestro jardín, pero es importante que reúna ciertas características tales como hojas pequeñas, especies que vivan muchos años y, en lo posible, que no sea un tipo de árbol complicado.
Con el correr del tiempo, el árbol va tomando su carácter. Y, aunque son árboles comunes y corrientes, no se hacen de un día para el otro, sino que, por el contrario, se van formando a través de la dedicación constante, del pinzado, podado y alambrado. Y es en pleno estado meditativo frente a un árbol, que Lucas aprendió y sigue aprendiendo a dominar las ansias, a cultivar la paciencia y a desarrollar la perseverancia. Eso es lo que este joven tandilense destaca de este arte y nos recomienda, con seguridad, las especies del lugar, que son las que están adaptadas al clima. Algunos ejemplos de ello son el ombú, el ligustro, el palo borracho, ya que son fuertes y soportan casi todo. Es fundamental, aclara también, conocer bien la especie que se va a trabajar.
Mientras este artista de la naturaleza, imagina, piensa y proyecta su vivero, ofrece cuidados a quienes posean su bonsái. Lo hace a modo de guardería o a través de un seguimiento y control de la planta que, a pesar de sólo necesitar agua, sol y fertilizante, muchas veces requiere atención especializada. Lucas también vende árboles, herramientas, fertilizantes, sustratos y macetas.
Objetivo: crear un vivero de bonsai en Tandil
Desafío: llevar naturaleza a cada hogar.
En Facebook: bonsaitandil
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