Traverso: “El automovilismo nacional no respetó a público”
El ex piloto dejó varias definiciones con su estilo frontal, entre ellas una crítica a los dirigentes
No importa si el tiempo es acotado o extenso, cuando Juan María Traverso habla deja conceptos muy valiosos sobre nuestra actividad automovilística, como lo hizo en esta nueva charla con el Instagram de Campeones, desde su casa en Ramallo, en donde cumple con la cuarentena obligatoria como prevención del Covid-19.
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Aún con el aislamiento, su labor por el automovilismo y la seguridad vial lo sigue cumpliendo desde el cargo de presidente de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), el cual regentea desde hace más de una década. “Es una responsabilidad gigantesca. El año pasado cubrimos mil accidentes, de todas las formas. Tenés que tomar decisiones que son complicadas”, asegura sobre la asistencia a más de 30 mil pilotos en todo el país.
Y recalca que a diferencia de otras disciplinas deportivas, la actividad mecánica cuenta con un respaldo médico en cada punto de Argentina, y también en países limítrofes. “El automovilismo se autofinancia su salud. Muchos de esos accidentes son evitables”.
Su experiencia de haber competido por los diferentes autódromos y rutas de nuestro país, durante más tres décadas le dan la suficiente autoridad para hablar sobre la educación vial, y en ese tema el “Flaco” admite que esa preocupación nació cuando terminaba las carreras en las viejas Vueltas o Grandes Premios de TC.
“Ese automovilismo nos enseñó que al terminar un Gran Premio empezamos a andar más cuidadosos en las rutas cuando volvíamos a nuestras casas. Nunca se tomó conciencia. Estaría bueno que haya políticas de seguridad vial”, confiesa.
“En Argentina tenemos un promedio de 30 víctimas fatales por accidente de tránsito y otras 30 que van al hospital. Todo eso bajó al 2%. Y escucho que hay camas de sobra en los hospitales y les digo que es por ese porcentaje de accidentes”.
A los 22 años fue convocado para sumarse al equipo oficial Ford de Turismo Carretera, junto a Héctor Gradassi y Nasif Estéfano, con los Falcon que preparaba José Miguel Herceg, y bajo la dirección deportiva de Oscar Alfredo Gálvez. “No me animaba ni a saludarlo, pero la gente se volvía loca cuando lo veía”, hace referencia del respeto y admiración que generaba el “Aguilucho” en cada lugar.
Entre las tantas anécdotas que tuvo en su campaña, Traverso guarda una especial con Gálvez: “Una vez, estábamos por largar un GP al norte esperando la hora de partida y él iba hasta el alambrado a sacarse una foto, hablaba y volvía a la largada, siempre saltando una zanja. Y al ratito, otra vez hacía lo mismo. En un momento le digo: ‘Oscar, se va a terminar cayendo adentro de la zanja”.
“Mira pibe, hay una sola en la que yo soy mejor que todos ellos: se manejar mejor, nada más. En todo lo demás, entre esa gente hay mejores que yo. Hay gente del campo, algún médico, algún veterinario, quedate bien tranquilo que son mejores que yo. Así, que voy a ir todas las veces que me llamen”, le respondió Oscar.
Reflexionando, aún hoy, Traverso manifiesta: “Yo se manejar mejor y bien, hasta hoy, y te lo puedo discutir. Después, somos todos iguales y muchísima gente es por lejos mejor que yo. La fama no te da derecho a creerte que sos mejor que el resto. Ahí es donde muchos se confunden. Hay que respetar a la gente”.
Y sobre el respeto a los ídolos, Traverso reclama un reconocimiento para hombres de la talla de Gálvez o Juan Manuel Fangio con el nombre de una calle. “Son figuras que fueron más allá del automovilismo. Juan, Oscar, Carlos Menditeguy, Gastón Perkins… Fangio ni hablar. ¿Cómo no tener el nombre de una calle o avenida con ellos? Qué lindo sería decir un día ‘¿adónde tenés el negocio?’ y que te digan ‘en Gálvez y Rivadavia”, indica.
“Argentina es un país que tuvo al automovilismo como el deporte Nº1 durante décadas. Es muy ‘tuerca”, respalda y argumenta: “Estamos muy lejos del mundo central del automovilismo, que es Europa. Para un piloto, hace treinta años, era muy complicado llegar ahí”.
Al opinar sobre los dirigentes nacionales, resaltó: “Hay una mezcla que es buena y mala. El automovilismo nacional no respetó al público, y lo perdió con respecto a 20 años atrás. Tuvo un cambio muy grande en muy poco tiempo, y se sumó gente que no es del mundo del automovilismo que son de la tecnología. Hoy no se puede ver el coraje o la destreza, y por eso la gente no lo disfruta”. Ante ello, detalló: “El auto de Súper TC2000 es espectacular, perfecto. Ahora, a ese mismo auto de 400HP llevalo a 800 HP y no toques más. Ahí vamos a volver a ver lo que queremos”.