ELIMINATORIAS
Scaloni, seis años de selección con números para el asombro
El entrenador santafesino encabeza un ciclo histórico. Las cifras de un proceso que amaga con seguir sumando alegrías.
Lionel Scaloni agita su puño cerrado, saluda a sus colaboradores y camina raudamente hacia la boca del túnel. Felicitará a sus jugadores en el vestuario y explicará los motivos de una nueva victoria de su equipo. La escena se repite sistemáticamente, partido a partido, desde hace ya seis años. Desde aquel 3-0 ante Guatemala en el United Airlines Field at the Memorial Coliseum, en Los Ángeles, al 3-0 de este jueves ante Chile, en el Monumental, con celebración incluido por la obtención de la Copa América. Un ciclo histórico y sin precedentes en el fútbol mundial. Un cambio de paradigma, de época. La vuelta al mundo en 2.192 días.
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Alguna vez, Alejandro Sabella eligió el término “inmessionante” para definir a Lionel Messi y su influencia en el mejor jugador de todos los tiempos. El ciclo Scaloni agotó calificativos que ya estaban agotados. Instauró un proyecto, conquistó cuatro títulos, promovió jugadores, batió récords, creó una atmósfera ganadora, una indescriptible comunión con el público. La estadística queda corta para dimensionar la influencia del entrenador en el magnífico presente del equipo albiceleste.
Aquella madrugada del 7 de septiembre de 2018, los principales medios del país reflejaron en sus portadas el enorme triunfo de Juan Martín del Potro sobre Rafael Nadal en los cuartos de final del US Open y dedicaron apenas un recuadro a la presentación del combinado argentino frente al conjunto guatemalteco. El horario del partido (comenzó a las 0) y la falta de entusiasmo del público por observar el debut de un DT cuestionado por las formas en que se había dado su asunción, le restaron interés a un partido que, con el paso de los años, se convertiría en la piedra basal del ciclo más exitoso de la historia de la selección argentina.
Entre los veintinueve citados para la gira por Norteamérica hubo varios que serían campeones del mundo: Gerónimo Rulli, Franco Armani, Marcos Acuña, Germán Pezzella, Nicolás Tagliafico, Giovani Lo Celso, Leandro Paredes, Paulo Dybala y Lautaro Martínez. Con algunos históricos afuera, empezaba una nueva etapa de recambio: Sergio Romero, el arquero titular, tenía más partidos en el seleccionado que todo el resto de los citados, de los cuales once tuvieron su primera vez.
En julio de 2019 llegaría la caída 2-0 con Brasil en semifinales de la Copa América y cuatro días después, con el 2-1 sobre Chile por el tercer puesto, iniciaría la racha de treinta y seis partidos sin derrotas que se cortó en la etapa de grupos del Mundial 2022 y que incluyó diecisiete encuentros por Eliminatorias, nueve por Copa América (el de Chile y los ocho del título de 2021), la Finalissima 2002 ante Italia y diez compromisos amistosos. Fueron 25 triunfos y 11 empates (en el tiempo regular) que, sumados al título en Qatar, condujeron a la Argentina al primer puesto en el ranking de la FIFA, donde permanece desde entonces.
Con una idea futbolística clara, una defensa sólida y un ataque dinámico y eficaz, Scaloni conformó un equipo de antología que acumula 56 triunfos, 16 empates y 6 derrotas bajo el mando del pujatense. A un partido de los 78 de César Luis Menotti y de Carlos Bilardo (los igualará el próximo martes en Barranquilla), Scaloni ostenta además el mejor promedio de efectividad de la historia (79,6 por ciento) y es el segundo entrenador con más títulos con el buzo celeste y blanco, tres menos que Guillermo Stábile, que condujo al durante casi el doble de partidos: 124 en dos ciclos, a lo largo de veinte años.
En ese sentido, Scaloni tiene el mejor registro entre los entrenadores que dirigieron al menos diez partidos a la selección argentina, por delante de Jim López (76% entre 1962 y 1967); Diego Maradona y Ángel Fernández Roca (entre 1938 y 1939) con el 75%; Gerardo Martino (73%), Manuel Seoane (73% entre 1935 y 1937); Stábile, Francisco Olazar (72% entre 1929 y 1930); Alejandro Sabella (71%) y Marcelo Bielsa (70%). Solamente lo superan el triunvirato Victorio Spinetto, José Barreiro y José Della Torre, que sumaron cinco victorias y un empate en 1959; Néstor Rossi, con un triunfo en 1962; y Carlos Calocero, con dos partidos ganados en 1940. Derechito a los libros.
Aun sin torneos oficiales a la vista (el próximo trofeo en juego podría ser la Finalissima ante España, recién en octubre de 2025), nada detiene la marcha del campeón, ya que no precisa a Messi para ganar, gustar y golear. “Cargamos el combustible a través de la competencia, no es tan difícil hacerles entender a los jugadores que tienen que competir y tienen que jugar porque, si no, viene otro y le agarra el puesto. Es un lema que tenemos y que tiene que ser así en una selección como la argentina. Ellos han entendido el mensaje y siguen compitiendo. Los resultados están siendo positivos y eso ayuda, y el día que no sean positivos debemos estar de la misma manera”, explicó el DT tras el contundente triunfo sobre Chile.
Y pidió, por si hiciera falta, seguir elevando la vara: “No creo que haya tanta superioridad con el resto, es todo muy parejo. Es verdad que estamos en un buen momento, pero el fútbol es muy extraño y en cualquier momento te pueden poner en tu sitio”.
La era post-Qatar es sencillamente de colección. Por el juego, por los resultados y por esa ambición que Scaloni les inculcó a sus jugadores y ya es una marca registrada de su ciclo: 18 triunfos sobre 21 posibles, 16 vallas invictas, 44 goles a favor y 5 en contra, de los cuales dos se los convirtió Uruguay. Además, otro triunfo sobre Brasil para quitarle el invicto como local en Eliminatorias y una nueva Copa América para aventajar a Uruguay y transformarse en la elección con más títulos continentales.
En su ciclo, además, Scaloni hizo debutar a 48 futbolistas (el último, Valentín Castellanos, que ingresó en el final del partido con Chile) y tuvo mucho que ver en el reordenamiento del área de selecciones juveniles. Gracias a sus logros, entre 2021 y 2024 la AFA logró embolsar 86.000.000 de dólares en premios y recaudó alrededor de 7.000.000 por cada amistoso, más otros 80 millones de ingresos publicitarios por sus más de cuarenta acuerdos comerciales.
Una máquina de ganar que no sacia su sed de gloria.
Fuente: La Nación.