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Incidentes entre hinchas y la policía tras el partido
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Luego de la derrota ante Boca Juniors (0-2) en el Libertadores de América, el público de Independiente estalló contra el equipo y los dirigentes de la entidad, lo que generó la automática respuesta de los efectivos policiales bonaerenses que buscaron disuadir a los enardecidos hinchas del ‘Rojo’ que protestaron en el playón.
La caída del elenco que dirige el DT Ricardo Zielinski ya era historia. A la finalización del cotejo, los silbidos de la parcialidad local se multiplicaron por doquier y los hinchas bajaron, presurosos, a la zona del playón Erico del estadio para manifestarse en contra de las autoridades.
“Dirigentes, dirigentes, no se lo decimos más, si nos mandan al descenso; qué quilombo se va a armar” fue el cántico preferido enarbolado por los simpatizantes del ‘Rojo’ para dar cuenta de una situación preocupante en lo futbolístico.
Los efectivos policiales, parapetados en las inmediaciones de la zona que lleva a la sala de conferencias, buscaron disuadir a los hinchas que gritaban y cantaban de la peor manera: lanzaron balas de goma y bombas de gas lacrimógeno que provocaron una suerte de caos por unos minutos, hasta que la calma renació.
Los dirigentes elegidos como blanco en las protestas de los hinchas resultaron Daniel Seoane, Secretario general, y Jorge Damiani, Secretario deportivo. También hubo manifestaciones contra el gerente deportivo, Pablo Cavallero.
El saldo de los enfrentamientos fueron once hinchas de Independiente detenidos y seis policías heridos. "Vamos a ir a fondo contra los violentos", prometió Eduardo Aparicio, responsable de la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide).
El organismo bonaerense adelantó que se contactará con los dirigentes de Independiente para que se aplique derecho de admisión a los hinchas que protagonizaron los disturbios en el playón del estadio.